Los caminos desterrados de la albeitería nos conectan con un mundo incomprendido y por ello olvidad

(las entradas son revisiones de textos antiguos y
no tan antiguos, el autor no incita ni se responsabiliza
del uso de los remedios expuestos, solo hace un repaso de
textos históricos)

sábado, 9 de octubre de 2010

Diagnóstico de gestación en la yegua

OBSTETRICIA
t, '. E. Cunonr. Una reacción rápida para
diagnosticar la gestación en la yegua.

(Bulletín de I'Academie V étérinaire, octubre,
1935).

Ante lo complicadas que son las reacciones
biológicas hasta hoy conocidas para
diagnosticar la preñez de la yegua, el autor
ha ideado una r eaccron quimica para investigar
el hormón folicular en la orina inspirándose
en los trabajos de WieJand,
Straub y Dorfrnueller, según los cuales el
hormón folicular tratado por el ácido sulf.
úrico concentrado a calor, produce una
fluorescencia verde. He aquí la técnica:
1. Se filtra a través de papel la orina que
se va a investigar. 2. Se ponen ISC. c. ele
esta orina filtrada en un tubo de ensayo, y
.se le añaden 3 c. c. de ácido clorhídrico
concentrado, lo que suele producir desprendimiento
de gas y formación de espuma, a
veces en tanta abundancia que, si se usa un
tubo pequeño se sale del mismo. Para evitarlo
se debe emplear un tubo de 23 centímetros
de alto por 30 milímetros de diámetro.
3. Este tubo, que contiene, como hemos
dicho, IS c. c. de orina filtrada + 3 c. c.
de ácido clorhídrico, se sumerge en un baño
maría en ebullición, previamente preparado.
Transcurridos diez minutos se saca el tubo
y se enfría poniéndolo debajo del chorro de
un grifo. 4. Se vierte el contenido del tubo.
·en un embudo separador, de 50 a 75 c. c.
de cabida y se le añade IS c.c. de benzol.
5. Se agita (bastan unas 50 sacudidas) y se
Ie deja en reposo, con lo cual el benzol se
separa de la orina, formando encima de ella
al cabo de algunos minutos una capa bien
visible. A veces esa separación no es perfecta,
porque queda espuma en el benzol,
'Pero se la puede hacer desaparecer agitando
suavemente el embudo separador o en la forma
indicada en el párrafo siguiente. 6. Se
abre el grifo de ese embudo separador para
que salga la orina y se cierra así que ésta
ha pasado completamente. De este modo sólo
queda en el embudo el extracto benzólico
de la orina. Si ese extracto es lirnpido, se
le hace pasar a otro embudo separador; si,
por el contrario, contiene espuma o burbujas,
se filtra a través de papel en un tubo,
logrando así que el benzol y la orina se superpongan;
en seguida se puede aspirar fácilmente
con una pipeta el extracto benzólico
sólo. 7. En el embudo separador en el
que se han transvasado los 1,8 c. 'C. aproxirnadarnente
del extracto benzólico obtenido
anteriormente (téngase cuidado de no
transvasar más que el extracto benzó¡'¡co'
completamente desprovisto de orina) se vierten,
mediante una pipeta graduada, IQ c. c.
de ácido sulfúrico concentrado y se agita
(unas cinouenta sacudidas o más). 8. Se deja
en reposo y, al cabo de ¿inca a quince minutos,
el ácido sulfúrico, fuertemente coloreado
y perfectamente transparente irá a depositar
se en la parte más baja del embudo
separador, por debajo del benzol, que Permanece
limpio e incoloro. El ácido sulfúrico
y el benzol se separan siempre perfecOBSTETRICIA
t, '. E. Cunonr. Una reacción rápida para
diagnosticar la gestación en la yegua.
(Bulletín de I'Academie V étérinaire, octubre,
1935).
Ante lo complicadas que son las reacciones
biológicas hasta hoy conocidas para
diagnosticar la preñez de la yegua, el autor
ha ideado una r eaccron quimica para investigar
el hormón folicular en la orina inspirándose
en los trabajos de WieJand,
Straub y Dorfrnueller, según los cuales el
hormón folicular tratado por el ácido sulf.
úrico concentrado a calor, produce una
fluorescencia verde. He aquí la técnica:
1. Se filtra a través de papel la orina que
se va a investigar. 2. Se ponen ISC. c. ele
esta orina filtrada en un tubo de ensayo, y
.se le añaden 3 c. c. de ácido clorhídrico
concentrado, lo que suele producir desprendimiento
de gas y formación de espuma, a
veces en tanta abundancia que, si se usa un
tubo pequeño se sale del mismo. Para evitarlo
se debe emplear un tubo de 23 centímetros
de alto por 30 milímetros de diámetro.
3. Este tubo, que contiene, como hemos
dicho, IS c. c. de orina filtrada + 3 c. c.
de ácido clorhídrico, se sumerge en un baño
maría en ebullición, previamente preparado.
Transcurridos diez minutos se saca el tubo
y se enfría poniéndolo debajo del chorro de
un grifo. 4. Se vierte el contenido del tubo.
·en un embudo separador, de 50 a 75 c. c.
de cabida y se le añade IS c.c. de benzol.
5. Se agita (bastan unas 50 sacudidas) y se
Ie deja en reposo, con lo cual el benzol se
separa de la orina, formando encima de ella
al cabo de algunos minutos una capa bien
visible. A veces esa separación no es perfecta,
porque queda espuma en el benzol,
'Pero se la puede hacer desaparecer agitando
suavemente el embudo separador o en la forma
indicada en el párrafo siguiente. 6. Se
abre el grifo de ese embudo separador para
que salga la orina y se cierra así que ésta
ha pasado completamente. De este modo sólo
queda en el embudo el extracto benzólico
de la orina. Si ese extracto es lirnpido, se
le hace pasar a otro embudo separador; si,
por el contrario, contiene espuma o burbujas,
se filtra a través de papel en un tubo,
logrando así que el benzol y la orina se superpongan;
en seguida se puede aspirar fácilmente
con una pipeta el extracto benzólico
sólo. 7. En el embudo separador en el
que se han transvasado los 1,8 c. 'C. aproxirnadarnente
del extracto benzólico obtenido
anteriormente (téngase cuidado de no
transvasar más que el extracto benzó¡'¡co'
completamente desprovisto de orina) se vierten,
mediante una pipeta graduada, IQ c. c.
de ácido sulfúrico concentrado y se agita
(unas cinouenta sacudidas o más). 8. Se deja
en reposo y, al cabo de ¿inca a quince minutos,
el ácido sulfúrico, fuertemente coloreado
y perfectamente transparente irá a depositar
se en la parte más baja del embudo
separador, por debajo del benzol, que Permanece
limpio e incoloro. El ácido sulfúrico
y el benzol se separan siempre perfectamente
sin ninguna dificultad. 9. Se abre el
grifo del embudo separador para que salga
el ácido sulfúrico (transparente y fuertemente
coloreado), que se recoge en un tubo,
cerrando el grifo así que acaba de pasar el
ácido y todo el benzol está aún en el ernbudo
separador. Sí casualmente pasasen también
alguna gotas de benzol, no tiene irnportancia,
El benzol que queda en el embudo
separador después de cada reacción, se
puede aprovechar para otras pruebas regenerándolo
con carbón animal. Para ello se le
añade un poco de dicho carbón y se le filtra
a través de papel. la. El tubo en el que
hemos recogido el ácido sulfúrico muy coloreado,
se sumerge durante cinco minutos
en un baño maria a unos 800 c., después de
lo cual se le enfría poniéndolo bajo un
chorro de agua. l I. Inmediatamente que el
tubo se haya enfriado se debe leer el resultado
de la reacción, Si ésta es negativa el
ácido sulfúrico tiene un color rojo-málaga
o roj o-moreno y no es fluorescente; es de.
cir, tiene el mismo color tanto si se le mira
por transparencia como a la luz incidente.
Si, por el contrario, la reacción es positiva
(gestación) el ácido sulfúrico que, mirado
por transparencia tiene un color roj o como
el vino Málaga o roj o moreno, mirado a la
luz incidente presenta una fluorescencia que
le da un color verde guisante. Dicha fluorescencia
se ve muy fácilmente durante el día
(es decir, cuando hay luz solar directa), poniendo
el tubo de modo que el SO'I. lo ilumine
totalmente; entonces se le examina colocándonos
de espalda a la ventana y dirigiendo
la vista hacia el lado de la habitación
que tenga menos luz. En los días nublados
o cuando no 'hay sol, no se puede
ver la fluorescencia de manera clara y fácil.
Entonces se recurre a la luz artificial y
se procede de este modo: se utiliza un portalámparas
dispuesto de manera que proyecte
la luz en una dirección única y deje oscura
Ia cara del observador; es suficiente una
lámpara solar Osram de 40 vatios. El observador
se coloca en la zona oscura y pone
ante su vista, en el centro del haz luminoso
proyectado por la lámpara y a muy poca
distancia de esta última el tubo que contie-
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ne el ácido sulfúrico colorado, Así, la fluorescencia
se ve bien. Para facilitar la lectura
del resultado conviene tener preparados
dos tubos testigos; uno que contenga
el ácido sulfúrico procedente de una prueba
hecha con la orina de un caballo castrado o
de una yegua de la que se tenga absoluta
seguridad que no esté preñada, y otro que
contenga el ácido sulfúrico de una reacción
hecha con la orina de una yegua preñada
con certeza. De este modo, bastará comparar
la orina que se investiga con la contenída
en estos dos tubos testigos, los cuales se
guardarán en la oscuridad (encerrados en
una caja o armario).
Después de numerosos ensayos el autor
!ha visto que si los tubos que contienen el
ácido sulfúrico que se ha vuelto fosforescente,
se exponen a la luz y al aire, la fluorescencia
se vuelve menos resplandeciente en
,las reacciones positivas, al paso que en las
negativas puede aparecer una débil fluorescencia
verde.
El autor termina afirmando que esta reacción
no es utilizable para investigar la preñez
en la mujer ni en la vaca; sólo es aplicabl
a la yegua, en la cual da resultados
absolutamente ciertos.c-F. S.

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