Los caminos desterrados de la albeitería nos conectan con un mundo incomprendido y por ello olvidad

(las entradas son revisiones de textos antiguos y
no tan antiguos, el autor no incita ni se responsabiliza
del uso de los remedios expuestos, solo hace un repaso de
textos históricos)

sábado, 9 de octubre de 2010

Curiosa sensibilidad de los roedores a la acción del sol

CURIOSA SENSIBILIDAD DE LOS ROEDORES
A LA ACCIÓN DEL SOL. - Los


doctores Remlinger y Bailly, del Instituto
Pasteur de Tánger, han podido
comprobar por una casualidad, lo muy
sensibles que son los roedores, en particular
las ratas, a la acción (fe los rayos
del Sol.
Un mozo del rqferido Instituto dejó
al Sol una ratonera con varias ratas
de alcantarilla a las que debía matar,
y al cabo de media hora aproximadamente,
al ir a cumplir su 'cometido vió,
con sorpresa, que todas aquellas ratas
habían muerto.
. Comunicado el hecho a los doctores
Remlinger y Bailly, éstos quisieron
comprobar si se trataba de un suceso
puramente casual y si' otros roedores
manifestaban lá misma sensibilidad a
los rayos solares, hallando que, en efec
to, el mismo fenómeno se observa, en
mayor o menor grado, en los conejos
y conejillos de Indias.
Es extraño que este hecho no haya
sido observado con anterioridad y que
en una época en que la helioterapia goza
de tanto favor existan unos mamíferos
a los que los rayos solares puedan
causarles tan fácilmente la muerte.
Las experiencias efectuadas en el
Instituto Pasteur de Tánger por Remlinger
y Bailly, tuvieron lugar en los
meses de mayo a noviembre de 1932,
período en el que la temperatura máxima
alcanzó 28° c., que no es ciertamente
superior a la de nuestro clima
templado, y recayeron en varios centenares
de ratas, ratones, conejos y conejillos
de Indias.
El primer síntoma que presentaban
estós animales 'era una salivación tan
abundante que les salía de la boca, seguida
de un estado de astenia o, a veces,
de agitación y fenómenos de polipnea.
Luego el animal se tumbaba sobre
su flanco, pre-sentaba generalmente
parálisis del tercio posterior, con ternblores
o convulsiones, a las que seguía
la muerte en breve tiempo.
Las investigaciones anatomopatológicas
casi resultaron negativas; nunca se
comprobó congestión de las meninges
o del encéfalo, y sí, en cambio, una
manifiesta vascularización del tejido
conjuntivo subcutáneo, y tal vez una
menor irrigación sanguínea de los pulmones,
hígado y riñones.
. Se hicieron pruebas de control en el
erizo, las que demostraron que este animal,
cuyas costumbres, aunque sea insectívoro,
son parecidas a las de los
roedores, resiste mucho más que éstos
los rayos del Sol. Igualmente se hicieron
ensayos en perros y gatos, que toleraron
sin trastorno alguno larguísimas
permanencias al Sol.
Se investigaron después diversos
factores, tanto internos como externos
para determinar su acción, viendo qu~
la ventilación tiene un efecto favorable
y contribuye a que los animales resistan
bastante más. Igualmente se aumenta
su resistencia bañándolos de vez en
cuando en agua. En fin, administrándoles
agua por la boca o subcutáneamente
se consigue retardar algo los
efectos de la insolación.
La edad de los animales parece que
no tiene influencia alguna. La tiene, en
cambio, el color del pelo, pues los de'
pelo negro mueren antes que los de
pelo blanco.
Los ensayos hechos para acostumbrar
gradua·lmente los animales a la acción
del Sol también fueron negativos.
Es difícil explicar las causas y el
mecanismo de esa curiosa sensibilidadde
los rodeares a la influencia solar.
Decir que se trata de animales que viven
habitualmente a la sombra o quehacen
vida nocturna es una explicación
in sufici ente.
Se han hecho también experimentos
para determinar si el efecto del Sol de-
. pendía de los rayos térmicos, luminosos
o químicos. Que el calor por sí
sólo no es una causa suficiente lo de
muestra el hecho de que los mismos
animales podían resistir perfectamentela
permanencia en una caja calentada
con lámparas eléctricas a la temperatura
de 49° C.
Alguna sospecha sobre la influencia
de los rayos químicos podía surgir del
hecho de que los animales bañados en
agua o sumergidos en agua algunos intervalos
resistí-an, como antes hemos'
dicho, la acción del Sol, y ya es sabido
que el agua intercepta el paso de lòs
rayos químicos. Parece confirmar esta
suposición el hecho de que, si en vez
de agua se usaba glicerina (que, como
se sabe, permite el paso de dichos
rayos), los animales' morían igualmente.
Pero, que la' acción mortífera del'
Sol no debe atribuirse -exclusivamente
a sus rayos químicos se demostró cumplidamente
colocando los animales de-
. bajo de una campana de cristal, los'
cuales morían igualmente a pesar deque,
como es bien sabido, los rayos ultravioleta
y, en general, los rayos químicos,
no atraviesan el cristal. Todo
ello permite afirmar que el agua no
obra porque intercepta el paso de los
rayos químicos, sino por alguna otra de
sus propiedades ignorada.
Parece que los rayos térmicos son los
que tienen una influencia mayor en la
producción del fenómeno de que trata-
1110S, pero es tan complejo que probabl-
emente también intervienen en su
producción los químicos y los luminosos.
De todas maneras, la cuestión merece
ser estudiada más a fondo, y si bien
10 que hasta ahora sabemos de ella no
es bastante para afirmar, con Hausmann,
que la luz es más perjudicial que
beneficiosa, demuestra, sin embargo,
que puede resul tal' dañosa y hasta mortal,
para animales que ocupan en la escala
zoológica un sitio no excesivamente
lejano del que ocupa el hombre.

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