Los caminos desterrados de la albeitería nos conectan con un mundo incomprendido y por ello olvidad

(las entradas son revisiones de textos antiguos y
no tan antiguos, el autor no incita ni se responsabiliza
del uso de los remedios expuestos, solo hace un repaso de
textos históricos)

martes, 1 de enero de 2013

Actinomicosis

vVOVÁOS.   Contribución       al tratamiento         de la actinomi-
cosis. -   En dieciocho casos de actinomicomas de las fauces,
el veterinario húngaro Wovács dice 'haberlos curado casi siem-
pre con una pomada compuesta de:
     Cantáridas en polvo                                       4 partes
     Acido arsenioso. .                                        2 »
     Euforbio en polv:o .                                      1   »
     Manteca de cerdo .                                       10   »
    Pero antes de aplicar la pomada hay que recubrir las par-
tes sanas de la piel con cera ó parafina para evitar sobre ellas
la acción del tópico.                      .
     Con la mano calzada de un guante, se toma una cantidad
de pomada y s e fricciona el actinomicoma durante cinco ó
diez minutos.
     En los animales que tienen la piel fina, aparecen al cabo
de una Ó dos horas unas vesículas del tamaño de Un guisante
que se rompen luego y forman una costra al desecarse el con-
tenido. Si la piel es recia ocurre lo mismo á las cinco ú ocho
horas. A los tres días comienza 'á reblandecerse el tumor y
acaba por convertirse en un absceso, que desaparece á los
.diez ó doce días. - [Deuische Thierarztliche W ochenechriit.,
núm. 40)..- J. F.

formol y sarna del perro

  E. El dermoformo y el formolano en el trata-
       BASS,
miento  de la sarna del perro. - El dermoformo en pasta
es un jabón concentrado' de formaldehido (10 á 25 por 100)
obtenido por los oleatos ácidos.
    El formolano es una solución atenuada al 1'5, 3 y 5
por 100 de formaldehido con un oleato ácido.
    Bass emplea el formolano al 5 por 100 con gran éxito en
todos los casos de sarna sarcóptica del perro. El medicamen-
to se aplica sobre la piel friccionando vigorosamente con una
brocha, repitiéndolo tres días' consecutivos: El tratamiento,
acaba enjabonando enérgicamente todo el cuerpo del animal.
    Es rarísimo tener que repetir las fricciones, pero si acaso
                 REVISTA    VETERINARIA   DE   ESPAÑA                     125


fuera necesario, puede hacerse sin que haya ningún peligro.
El dermoformo en pasta es bueno para combatir la sarna foli-
cular localizada y lo mismo el dernioformo líquido. Ambos
se usan en fricciones que se hacen con una brocha.
   La curación se consigue porque el medicamento penetra
en las glándulas sebáceas y aniquila los demodex. - (Revue
Yeterinaire, mayo 1907). - J. F.

El ácido fosfórico en el tratamiento de las exostosis y reumatismo

 BAROELO, J. El ácido fosfórico en el tratamiento de los
·exostosis y del reumatismo. ~ LDs tratados clásicos de Me-
dicina Veterinaria atribuyen la formación de los exostosis á
los traumatismos, á las inflamaciones vecinas y á la herencia.
    Mas, para ciertas lesiones, como los exostosis intracranea-
nos, no debe invocarse la teoría ordinaria. Parándose algu-
nos autores en los hechos observados, han llegado á incrimi-
llar á la alimentación.    Pccus, en un trabajo analizado por
DrOlldin en la Sociedad central de Medicina Veterinaria, de
París, la admi te como una ·causa· probable. Droudin presen-
ta en la misma ocasión ejemplos de osteítis endémica (casos
de Tapon et ele Dumas).
124             REVISTA   VETERINARIA   DE ESPAÑA



      El hueso es un «cemento armado», y todas las causas que
  modifican la mineralización del organismo influyen sobre su
  composición, tales como la ingestión de alimentos pobres en
  fosfatos" de cal ó alimentación ácida.
      El tratamiento debe consistir en dar al organismo sales en
  cantidad suficiente par-a sostener un grado conveniente de
  acidez medida por la acidez de la orina.
      La teoría de J oulie explica admirablemente la decalcifica-
  ción de los huesos por una acción disolvente de los excesos
  de ácidos sobre las bases alcalinotérreas,
      J oulie combate la hipo acidez con el ácido fosfórico bien
  tolerado muy difusible y apto para saturar las bases cálcicas
  y magnésicas que son eliminadas por la orina. En el hombre
  se obtienen así resultados superiores en la curación del reu-
  matismo articular agudo ó crónico con depósitos é incrusta-
  ciones calcáreas al rededor de las articulaciones. - (Revue
. Générale. de Médecine Veterinaire, 15 octubre 1907, pág. 416).
      Dice ya algún médico: «El tratamiento por el ácido fosfó-
  rico bien diluido previene la arteria esclerosis y cura el artri-
  tismo).
   . No podemos decir nosotros otro tanto por no haber tenido
  ocasión de probarlo, p,ero debemos hacer presente que si en
  el hombre da los buenos resultados que se anuncian, hemos
  de 'ensayarlo cuanto antes sobre todo en las manifestaciones,
Jan comunes .en nuestros caballos, de ruína prematura, carac-
  terizada por los exostisís y por la alteración de las líneas
  de aplomos ..
      Para terminar, diremos que el ácido fosfórico puede admi-
  nistrarse tomando la solución medicinal de la farmacopea y
  diluyendo cada gramo con 200 gramos de agua por término
  medio .. En esta forma administrado, puede admitirse, como
  cantidad máxima, no tóxica, 1 gramo de. solución .medicinal
  por cada 10 kilogramos de peso.
      Tratándose de un cuerpo tan activo, no estará de más tener
  en cuenta la constitución, el temperamento, edad, etc., etc.
      Volveremos á tratar de él después de haberlo empleado

lunes, 31 de diciembre de 2012

Formaldehido

El formaldeído y sus combinaciones.·- Este gas, que
se emplea en soluciones acuosas al 35 por 100 con e: nombre
de formol ó Iorrnalína, se obtiene por oxidación del a.cohol
metílíco.                                        ,
    Goza d e enérgicas propiedades antisépticas     destruyendo
al 2 por 100 todos los gérmenes 11lÍ crobí anos.
  . Su 'estado gaseoso hizo pensar en su empleo como á
desintectante, concediéndosele  gran poder de penetración;
.pero no se llega á este positivo resultado más que dentr-o
de locales herméticamente cerrados y con la ayuda de apz.-
ratos especiales,
    El éxito alcanzado por este cuerpo, mayormente es debido
á su empleo en la conservación de substancias alimenti-
cias y .en particular de la leche. Behring, estudiando la
82              REVISTA   VETERINARIA   DE   ESPAÑA




cantidad necesaría par-a la obstrucción de los gérmenes, in-
apreciable á los sentidos más delicados, la ha fijado en un 2
por 1000. Sin embargo', los gatos pequeños rehusan 1\ leche
en estas condiciones y ;no la toman más que á fuerza de
hambre; en cambio, hasta el 4 por 1000 los animales más
delicados no perciben la presencia del formo'. L~ leche
así tr-atada se conserva por espacio de oc110 días s.n per-
juicio de sus propiedades inmunizantes. En la proporción
de '1 'por ,10,000, la leche se .conserva cuatro días y á 1 por
5000 su conservación es de seis días,                  -
     Por otra parte, se sable hoy que los compuestos de formol
desempeñan gran papel _        en la antsepsa interna y en la
desinfección de las vías urinarias. Los principales deriva-
dos d el formol que se emplean en estos casos son la uroiro-
prima, la ciiarina, 'el helmi1itol y la hetralina.    Todas gozan
de la propiedad de eliminarse por, los riñones y de dejar
en libertad al Iormaldeido.
     La urotropina ó hexaméthylentétmmina,         fué la prime!,a
preparación de formol conocida; data de más de medio si-
glo y hoy se obtiene en forma cristalina, soluble en el agua,_
.inodor a, muy estable, de sabor azucarado, que se convierte
en amargo al poco tiempo de haber-lo probado; su precio es
módico.
     La citarina es una sal de sosa del ácido anhidromé.hyl-
cítrico que tiene la propiedad de desdoblarse         en presencia
de un álcali en áQ\cLocítrico y formaldeído Iíbre. Es un
polvo blanco, soluble, de sabor salado; únese en el interior
del organismo al ácido úricopar;a formar ácido diformaldei-
dúrico soluble. Su empleo resulta, pues, indicado en todas
las enfermedades en que se persiga la eliminación de un
exceso Ide ácido úrico, particularmente en la gota.
     El helminto; es Una combinación de ácido anhidromethylcí-
trice y de urotropina ; es, como los anteriores, Un polvo muy
_soluble, que tiene la propiedad de dejar en libertad el for-
maldeído, yendo acompañado de una gran diuresis.
     La heiralina es un cuerpo blanco de nieve, de azucarado
sabor, soluble, producto de una condensacón de hexamé.hy-
lentétrarnina y de resorcína.
     La orina eliminada por- los enfermos sometidos á los
compuestos de formol no se corrompe ni despide olor amo-
níacal.                                   -
     Muchos enfermos, sobre todo tíí.cos, están en peligro por
no poder eliminar bacilos por los orines; el 'uso de los com-
puestos de formol puede dar en estos casos excelentes ré- -
sultados,
     Esta medicación tiene..' entre otras, la ventaja de evitar
complicaciones l' enales tan frecuentes en las fiebres erupti-
vas ; 'estas son las e onsideracíones que ha acons'ejado su em-
pleo en 'un caso de cistitis purulenta hemorrágíca         en ¡un
                        REVISTA       VETERINARIA       DE       ESPAÑA                         83


jumento cuya curación se obtuvo en seis semanas. La he-
tralina fué el compuesto empleado á la dos:s de 10 gramos
por (día;. de manera que 'el enfermo absorbió 590 gramos
de medicamento en veinte días sin haberse observado en
él 1 menor reacción térmica, circulatoria ni respiratoria
durante el tratamiento.     El apetito y la diuresis no acusaron
modificación alguna. No debe recurrirse á los lavajes de
la vejiga más que en los casos crónicos; dando .la preteren-
da á las soluciones de oxícianuro de mercurio á 1 por 1000
y desconfiar del ácido fénico, del sublimado y del íctiol.
    El autor cita todavía, obser-vaciones de nefritis' parenqui-
matosa, !d:e pielo-nefritís, de cistitis, enteritis y prostatitis;
de meningitis y nuclitis en el perro, tratados con éxito por
la heiralina administrada de 3' á 10 gramos por día. (Deuis-
che iieriirztliche Wochenschrift, 9 y 16 marzo de 1907). - J. B.

Yohimbina

 HOLTERBACH.    Uso de la yohimbina Spiegel en medicina
veterinaria.   -  La yohimbina es un remedio soberano contra
la impotencia, Este producto que antes se formulaba para
el hombre, se administra hoy con gran éxito á los machos
reproductores agotados ó indolentes.
  , Para combatir- la frialdad de las hembras -de la especie
bovina, porcina y caprina, Holterbach les' ha administrado
pastillas de yohimbina Spiegel, obteniendo resultados muy
lisonjeros. A los diez      quince días de administrar el me-
                             ó


dicamento, se presenta el celo, y sin que éste. sea una ma-
nifestación nerviosa, pues corresponde á la ovulación y la
monta verificada en este momento va seguida de éxito.
    Sabernos que en las razas precoces, sometidas á una ali-
mentación intensiva, criadas en estabulación casi permanen-
te, el. celo apenas aparece y cuando lo hace á lo mejor pasa
inadvertido. Gontraeste estado, la yohimbina es el remedio'
heroico que evita los perjuicios 'que sufre el ganadero de
razas y variedades seleccionadas .
.' Al decir de Strubell y Müller, la administración de ~a
yohimbinq, determina una vas odilata ción persistente en los:
                    HEVISTA     VETERINARIA    DE   ESPAÑA                      8l


órganos genitales -y centros nerviosos coítales, así como de
toda la médula espinal        -Ó,




    Holterbach ha usado la yohimbina para cornbatr la me-
tritis purulenta de la vaca, consiguiendo que la cantidad
de líquido expelido fuera mayor. Este resultado se con-
sigue á los quince días de usar el medicamento,
    Al igual de lo que ocurre con los medicamentos que tie-
nen una acción específica, los animales reaccionan más 6
menos rápida y enérgicamente, 'no olvidando este hech-o cuan-
do se administre, que ha de ser á dosis pequeñas, hasta
obtener el efecto .
  . La y(i)himbina se da por la boca cuando se quiere que
determine su acción en los órganos genitales, y por la vía
subcutánea si se busca un efecto inmediato (congestionar
la médula en caso de pares-a del tercio posterior).
    He .aquí las dosis señaladas por el autor:
                                      ,
Caballo y bóvidos
Cerdos . . . .
                                     ('05
                                     0'01
                                               ldetra ála6 veces cada
                                                    3
                                                           impotencia
                                                                        día, COIl-
                                                                         ó frial-
Carnero y cabra.                     0'01      f
                                               .    dad genérica.
Perro, hasta 10 kgs.                 0'00025   1 de 6 á 10 veces cada día,
   »     » 20 » . ..                 O' 0111   ~ para combatir las pa rá-
Peno, que pase de 25 kgs.            0'0()25   f    lisis.

    Es preferible aumentar las dosis débiles, que las de las
fuertes espaciadas, porque en este caso, el efecto se ob-
tiene tarde, y en los animales grand es .:l.l0 se puede aban-
donar el tratamiento hasta haber adminislrado 2 gramos
de hidrocloruro ele yohimbina.
    En Gustrów se vende yohimbinc¿ para veternaria, llamada
también desnaturalizada, en forma de pastillas: pasti.las ama-
rillas de 1 miligramo, pastillas de color obscur-o de á 1 cen-
tígramo , pastillas de color de rosa de á 1 decgramo de sal
pura, y todas ellas se expenden en tubos de v.dr.o. (Ann.
d~' méd: oet., núm. 10, octubre de 1907). - J. F.

La dilatación aguda de estómago en el caballo y su tratamietno

          (*)

                                                 POl\ EL


                                          DR.      MAREK
                                             . de Budapest


    Los casos de dilatación aguda del estómago, dice, son
muy frecuentes en la clínica de Budapest, llegando á la;
cifra de 97 en el año. 1'906,de los cuales tuve 5 en ei primer,
trimestre, 29 .en el segundo, 43 en el tercero, y los 20 res-
tantes en el cuarto y último, Estos 97 casos representan
un 13'9 por 100 de los casos de, cólicos observados durante
el mismo año por el autor, de lo cual deduce la consecuencia

   (*)   Traducción    comentada     por J. Barceló.



                                                                                   •
                 REVISTA   VETERINARIA   DE   ESPAÑA             65


  de que la dilatación aguda del estómago es una enfermedad
  bastante. frecuente.
       Goma causa de la enfermedad, señala en 11 ele los referi-
  dos casos una ingestión excesiva ele 'alimentos; en los demás,
  el caballo había tomado su ración habitual. Por lo tanto,
  el accidente se presenta también después de la ingestión 01'-
  dinat-iamerite cotidiana de los alimentos. En tres casos sola-
. mente los caballos habían tomado alimentos verdes; y tiene
  su explicación en lo poco común que es en las grandes po-
  blaciones esta clase de atímentación .
     . En 39 de los casos citados puede incrímínarse      al traba-
  jo inmediato á la comida como factor primordial de la
  dolencia.                  .'               .         j

       Los síntomas, en 7 casos aparecieron en seguida de haber
  comido, por ingestión     de forrajes   verdes en un caso, por
  harina de maíz en otro y por excesiva cantidad de bebida
  en otro. Los primeros indicios se presentaban durante la
  primera hora' que siguió á la comida' en 9 caballos, durante
  la segunda en 13, cuando la tercera, en 8, en la cuarta 16,
  en la quÍn,ta 13, en la sexta 8 y en la séptima, 6; apareciendo
  en otros 5 casos después de medio día de inapetencia.
       Se apreciaron eruccíónes     en 34 de los casos (un tercio
de los enfermos) y vómitos en 10. De estos últimos, tres
mur-ieron .y los -demás curaron perfectamente,
      La Iclifi.c'ultaGen la respiración es constante, variando
  únicamente en su intensidad, pudiendo llegar hasta la asfixia.
      El pulso muéstrase variable en su frecuencia: á menos.
de 40 en: un enferrno ; de 40 á 49 en 24; de 50 á; 59 en 21;
ele 60 á í69 'en 16; de 70 á 79 en 13; de 80 á 89 en; 7, Y á más
de 90 en 4.
   , Los ruidos intestinales se (mostraban más intensos en todos
los casos en que era concomitante el meteorismo intestinal
(31 casos); siendo más ó menos disminuidos si el estómago
era el solo afecta/do, desapareciendo en absoluto cuando llega
la rotura .de este .órgano.
      Comprobada la impotencia del tratamiento medicamentoso
y' la cifra elevada de la modalidad, decidió el Dr. Marek
  emplear sistemáticamente      los medios adecuados para conse-
guir la evacuación del contenido del estómago con el catete?"
  estomacal, como él le llama, el que definitivamente adoptó
en los casos objeto de estos experimentos.
      Anteriormente había empleado la sonda esofág.ca de Mon-
roe, larga de dos metros; pero el hilo espiral del interior'
del conducto privaba la' salida de las materias alimenticias.
Hizo prácticas luego con un cateter .doble destinado á la
irrigación y expulsión consecutivas, pero el grueso diáme-
tro del aparato impedía 'en muchos casos su aplicación. Más
tarde empleó un cateter- simpje de cauchú rojo con el cual
obtuvo más buenos resultados, y finalmente, ·como consecuen-
66              REVISTA   VETERINARIA   DE   ESPAÑA




  da de sus largos ensayos, puso en práctica', con buen éxito,
  el cateter que usa en la' actualidad.
       Consiste en un tub'o de cauchú rayado de 2'75 metros,'
  con un total diámetro de 27 á 30 milímetros y de 16 mili-
. metros de luz. El extremo terminal del tubo va provisto
  de un ibotón cónico.      Cegando la luz del tubo en toda su
  longitud una caña' apropiada, asegura su rigidez, perrní.ién-
  dale al propio tiempo una relativa y necesaria elasticidad.
       Como prueba de que la operación es seguida de buenos
  resultados y exenta de pelgros, dice Marek que en la clí-
  nica de Budapest se practican anualmente más de 100 cate-
  terismos del estómago, sea como tratamiento, corno medio
   de diagnóstico ó con un fin terapéutico, sin haberse obser-
  vado jamás 'un solo caso de perforación ó herida dei esófago.
       En 77 de 100ssupradichos casos, bastó una sola introduc-
  ción del cateter'; tuvo que repetirse en 9, y en uno solo
  fueron precisas tres intervenciones:
       En 55 casos sobr-e los 84 tratados, hubo 'necesidad de recu- .
  .rrir á la dilución del contenido estomacal por medio 'del
  .agua templada.                    .                   '
       'Hubo necesidad de recurrir á la 'punción del intestino en 5
  casos de meteorismo intestinal grave; en 26 casos el meteo-
  rismo desapareció á 'continuación del vaciado del estómago.
       La capacidad normal del estómago es, según Ellenberger
  y Baum, de 8 á 15 litros. La cantidad de materias evacuadas
   ha variado en 75 casos de 5 á 30 litros; es preciso recordar
  que casi. siempre hay parte de gases en el contenido y que
   no se 0:bti:'enejamás la vacuidad absoluta del reservaría. e
       En 23 casos-el contenido estomacal se encontró colorado
  por la sangre y (se pudo comprobar lal espectroscopo la pre-
   sencia de hemoglobína sin .vestgios de glób'ulos rojos, ésto!"
   habían sído xíísueltos en el jugo gástrico ácido -.
   ., El contenido estomacal, en todos los casos fué siempre
   acentuadameute ácido;. en estado pastoso se halló en 8 ca-
   sos ; 'en 34 líquido, y en 4! se encontró mucha parte de fo-
  nrajes. "                          .
        Para 'poder apreciar el valor del tratamiento, es preciso
  -deducir de las 92 observaciones 10 casos en los cuales el
   cateterismo no pudo ser practicado por sobrevenr la/ muerte
   antes ó durante la operación ; 2 casos en que no se pudo
  practicar por def'enderse los enferm'os .
      .Resta un total de 85 casos dedilatación aguda del estómago
  que dieron solamente 4 defunciones (4'7 por 100), y 81 cura-
   ciones (95'3 por 100).
    , De los cuatro casos de muerte, Uno fué debl'do á meteo-
  rismo intestinal y otro á desgarradura del colon. Si hace-
   m'0S abstracción de estos dos casos, restan solamente dos
   seguidos de muerte, á pesar del cateterismo estomacal. En
   uno de estos dos casos el estómago encerraba solamente un
                   REVISTA   VETERINARIA   DE   ESPAÑA              67


    litro de' una masa' pastosa', y luego, con 'la "inyección de, Un
    litro de agua, evacuó 12 litr-os de líquidos; el caballo parecía
    curado; no se renovó la operación y vino la rotura de'!' es-
    tómago.     En cuanto al otro, no mejor-ó su estado general
    después de la operación.                                  .
         El tanto por ciento de los casos de ruptura del estómago
  .con . relación al 'total de muertos porr cólicos, a.canzó á un
   .36'por 100 ,en 1898, á un 16 por 100 en 1903, á un' 15' pon
    100 en 1'905y á 'un 8 por: 100 en 1906. Esta eIra podría: ser
   más reducida "todavía si elimináramos los casos de anima-
  'les moribundos en el momento de su presentación            ósi los
   propietarios. fueran 'más diligentes para poner .en cura á
   los' enfermos:'                                                 ' ..
       . En' los años 1896 y 1897, ensayó el cloruro de bario
   para el 'tratamiento, y obtuvo un resultado de defunciones
  de 'un 29 Y 34' por 100 respectivamente.
         En 66 enfermos fué suficiente una sola evacuación, del
  contenido estomacal para quedar completa' y definitivamente
  curados.r Casi en todos los casos se manifestaban intensos
  dolores antes. de la i:ntervención, desapareciendo aquéllos
  luego de 'practicada: ésta. Unícamente en 5 caballos pudo
  observarse la persistencia de un p~ocode abatimíéri'rrdurante
  una ó     varias horas.                                       ..
   1 ; En doce 'casos    las perturbaciones continuaron de media
  á' \ siete horas: habiendo en todos ellos timpanitis intestinal
  concomitante que se Iué' resolviendo lentamente, menossea
  cinco casos en que Se practicó la' punción -j¡nt~st1nal..'        " !
        Al vaciado del, estómago en estos experímentos corrsspon-
  dieron 13 casos de dilatación aguda secundaria consecutiva»
  á un vófvulus en 5; á una obstrucción. del' Ileon en 1.;
,á, la: torsión del colon en 2; Y á los -cólicos tromboembóli-
  tos: eh 3.                                     .'     .
;··'··'ba cantidad de materias evacuadas en estos 'casos Iué co'Ü',.
síderablet en general; pasó de 13 litros 'en' todos los casos'.
En und, de obstrucción del colon se evacuó .en 19 horas 52
litros ¡de contenido estomacal. Contrariamente de lo obser-
vado -en las, dilataciones primitivas, las 'materias en este caso
tenían la consistencia y el olor del contenido del intestino
delgado, siendo por este hecho un elemento de diagnóstico'
diferencial. ,                                      ,.
   ¡:L Ya se -concíhe que en estos casos secundarios      no ha de
tener el cateterismo la heroica acción que en los primitivos
tiene; por esta razón, de los trece enfermos afectados (de
cólicos trombcembólicos,         sólo sobr-evivió uno.
       De todas maneras, los resultados expuestos llevan al au-
tor á las siguientes conclusiones:
       1.a El solo tratamiento racional de la dilatación aguda
del estómago del caballo, consiste en la evacuación del contenido
estomacal con el caieter.
68             REVISTA   VETERINARIA   DE   ESPAÑA




     2.a El empleo del cateterismo estomacal en el caballo, no
ofrece ning~ma dific~6ltad ·real.
     Para practicar esta operación, dos ayudantes    ómás man-
tienen la cabeza 'del caballo en posición tal, que se abra
todo lo posible el vértice: del ángulo formado por la cabeza
y cuello, colocado en la haca un espéculum         de B.ayer. ó
una símple vescalerílla recubiertas sus b arras de estopa ó
lienzo ; y retirada la lengua á un lado, se introduce el cate-
ter embadurnado de grasa por 'su extremo y se empuja sua-
vemente oon las dos manos hasta hacerlo llegar al estómago.
     En los casos .de dilatación aguda de la víscera, el cateter
'penetra sin .resistencia dentro del estómago. Alguna vez .se
encuentra. cierta dificultad al franquear el cardias ; en este
casó se retira el mandrín y se inyecta por la extremidad
lilke del tubo, por medio de un embudo, uno          ódos litros
de agua templada, y entonces el card.as cede.
. Generalmente,' en cuanto se retira' el mandril, principia
a   salir el contenido del estómago. En agunos casos el ori-
ficio "del botón terminal se obstruye. por un tapón alimen-
ticio y debe imprimirse al cateter ligeros movimientos :de
vaivén para que funcione; también pueden inyectarse dos
ó cuatro litros' de agua templada Piara el mismo objeto.
     Si el contenido evacuado resulta muy espeso ,ó más       ó


menos enrojecido, es preciso completar la operación con
'un 'lavaje al agua' templada, haciendo penetrar por medio
del, embmdo, una ó más veces, ,de 2 á 5 Uros de' agua! tem-
plada que se evacuará en seguida.
     La operación se practica en malas condiciones si el animal
  está en el suelo; se produce fuerte disnea y no consigue
una respiración suficiente en estas circunstancias.
      En todos los casos en que se practique el cateterismo
del estómago, aunque se obtengan buenos resultados, es pr-e-
  ciso guardar á los enfermos en observación durante algunas
  horas. Si se presentan nuevos síntomas, se repetirá la ope-
  ración, (Zeitschrift  für Tiermedicin. Enero de 1907).
      'Dada la írecuencía de los cólicos en el caballo, Iljo hay
  duda que aquí, como en Budapest, es frecuente la d.latación
  aguda del estómago. A nosotros .nos convence el trabajo
  del Dr. Marek y prometemos ensayar el proced.miento en
  c'uantose presente ocasión; por de pronto, podemos ade-
  lantar que, en más dé la nÚ~.a:d las- autopsias practicadas.
                                    de
  en caballos muertos de cólicos agudos, hemos encontrado
  la rotura del estómago.

Utilidad de las correntes eléctricas en la obstrucción intestinal excrementaria





J.  FARRERAS



Una yegua de cinco años presenta síntomas de


indgestión



con


moderada enteralgia.



Llama grandemente la atención una constipación pertinaz,

que no cede ni á las inyecciones de clorhidrato de pilocarpina,

ni á las de bromhidrato de arecolína, ni á las de pilocarpina

asociada con el sulfato de eserina. Es de advertir

que -con el tiempo que duró la enfermedad, hubo ocasión

de echar mano de todos los recursos aconsejados, así como

de combinar la terapéutica farmacológica con' la Iisica ó

mecánica.

El animal s.oporta once días sin evacuar excremento alguno,

y de sus intestinos 'no se expulsa durante este tiempo
la menor cantidad de gases, 'El recto se halla vacío y su

exploración no da lugar á suponer la existencia detorsión

intestinal.

La ausencia de borborigrnos indica paresia completa del

tubo digestivo, que no consigue despertar la eserina aun á

dosis atrevidas,

En vista de los efectos negativos de los medicamentos

empleados en este caso de obstrucción intestinal, ensayo

'las corrientes de


inducción 'intensas, aplicadas durante los



deis últimos días que duró la enfermedad y en sesiones de

un cuarto de hora de duración cada una, sirviéndome del

aparato de Spamer.



,R-EV¡'STA VETERINARI>A. '.DE ·ESPAÑA

19


La primera sesión es tolerada sin ninguna reacción por
varíe de la enferma; en las otras se defiende de un modo
agresivo.
A la segunda sesión' se .advierten ya borborigmos que
continúan á interv-alos durante el día. Al siguiente por la
.noche

comenzó la evacuación de excrementos secos; cubiertos


de exudados membraniformes, á 'la que

sigu.ó una dia-

~rrea que duró tres días.
Con el relato de este

hecho olíñico no se intenta demos:"



.trar que las corrientes de inducción sean específicas para
··UUTar la obstrucción intestinal, sino consignar tan sólo la
'influencia benef'ieiosa que en estos- casos pudieran tener. 'Es
innegable que 'los líquidos del tubo intestinal aumentaron
 

-erí .

virtud de la acción de los agentes de la medicación


.,purgante, pero éstos no .Iograron dar motricidad al intestino.
En este concepto, las 'corrientes eléctricas constituyen
un recurso

'110 despreciable, menos teniendo en cuenta lo


.irnposible


que por una porción de circunstancias resulta


practicar un masaje bien hecho en los animales grandes,
.al igual que se hace en el hombre para combatír la paresia - .
intestinal.
Además es éste un hecho clínico curioso, porque cons-
·tituye 'Una prueba notable de resistencia del intestino y de
tolerancia grande por .parte del animal, que no señaló

fenó-

HIenas visibles de intoxicación, en contra de lo que se afirma
en algunos tratados de semiología, según los que, por lo
_general, sucumben los enfermos que no excrementan durante
tres

ó cuatro días .


.'La yegua que motiva este relato clínico estuvo once días
stn excr ementari; toleró, mientras duró la enfermedad, cuatro
gramos de clorhidrato de pilocarpina, dos de bromhi-
.drato de arecolína, uno de sulfato de eserina, tres litros
de aceite de adormideras, tres de aceite de ricino, 1,500 gramos
de sulfato de sosa,' tresJitros de infusión de hojas de
.sen, 200 gramos de áloes y 80 centigral'nos de aceite de erotontiglio.
Bebió en abundancia cuanta.agua quiso y no comió

hasta los doce días.


U nícamente las corrientes eléctricas

consiguier on despertar la inercia del tubo digestivo.

http://ddd.uab.cat/pub/revvetesp/revvetesp_a1907m9v2n1@unizar.pdf

lunes, 1 de noviembre de 2010

SULFATO NEUTRO DE ATROPINA EN LOS CÓLICOS DEL CABALLO

M. TASKIN.- LAS INYECCIONES HIPODÉRMICAS DE SULFATO NEUTRO DE ATROPINA EN LOS CÓLICOS DEL CABALLO.—Bulletin de la Société céntrale de Medicine vétérinai-re, LXXIV, 41-43, sesión del 6 de Enero de 1921.
De los notables trabajos de Re ger sobre los có'icos nerviosos resulta que, en estas manifestaciones, cualquiera que sea el carácter vagotdnico o simpaticotónico de los síntomas, siempre hay que disminuir la excitabilidad del sistema simpático de lo que se deduce la contraindicación de la pilocarpina (con mucha frecuencia empleada en toda clase de cólicos) y la indicación de los antiespasmódicos: opiáceos, extracto etéreo de valeriana y sulfato de atropina.
Ahora bien, en 1 os caballos del ejército se producen unos cólicos.1 que se pueden diagnosticar con acierto sin necesidad de un examen muy atento, y son los cólicos producidos por ingestión de agua fría y los producidos por la acción del frío sobre la superficie del cuerpo. Pues en esta clase de cólicos, en la que predominan los fenómenos nerviosos, es en la que el au'or ha ensayado los agentes medicamentosos preconizados por Roger, y especialmente el extracto etéreo de valeriana y el sulfato neutro de atropina, dando la preferencia a este último despuéss de muchos tanteos.
Durante el verano de 1915, en el frente de la Champaña, los caballos bebían aguas procedentes de un pozo frío, en ocasiones en que el trabajo era intenso y elevada la temperatura exterior y los caballos estaban fatigados. Habiéndose consumido la ración alimenticia inme-diatamente después de beber, el autor tuvo que asistir a bastantes casos de cólicos por indigestión estomacal. En esta ocasión pudo darse cuenta de los buenos efectos obtenidos por la inyección subcutánea de sulfato neutro de atropina a la dosis de dos miligramos y medio, repetida a los quince o treinta minutos si tardaba en producirse el efecto. Generalmente cesaban o disminuian notablemente los fenómenos dolorosos poco después de la primera inyección y se restablecían poco a poco las funciones estomacales e intestinales.
En esta clase de cólicos es fácil darse cuenta por la auscultación de la cesación del pe-ristaltismo estomacal e inferir de ello que existe una parálisis espasmódica del estómago y verosímilmente del píloro. Por esta causa está indicado eomenzar por la administración de pequeñas dosis de alcaloide. Porque si la atropina, disminuyendo la excitabilidad de las terminaciones nerviosas sensitivas del estómago puede hacer cesar el espasmo de origen reflejo, también puede provocar la parálisis de la viscera. El resultado sería perfecto si no hubiese espasmo pilórico; pero como, en la mayoría de los casos debe estar interesada la totalidad del órgano, le ha parecido al autor más lógico comenzar por pequeñas dosis, que tienden adespertar el peristaltismo estomacal. Como esta concepción es algo teórica, el autor no se atreve a decir que sea un mal inyectar cinco miligramos desde un principio; pero cree que no se pierde nada comenzando más moderadamente.
En las mismas condiciones que los anteriores, algunos caballos, que acaso habían ingerido mayor cantidad de agua, fueron atacados de coicos violentos antes de haber tomado su ración. La auscultación demostró la existencia de peristaltismo general y violento con ruido de choque. En suma: cólicos espasmódicos afrigore sin indigestión estomacal. Pensando que en este caso no había ningún inconveniente en anular los movimientos del intestino, inyectó el autor desde un principio cinco miligramos de sulfato de atropina, renovando dos vaces esta dosis con intervalos de quince a treinta minutos. A este tratamiento siguió siempre la sedación, a la que con frecuencia precedió ui período caracterizado por atontamiento y vértigos.
Iguales favorables resultados ha obtenido el autor en otros numerosos casos de cólicos nerviosos que ha tratado por este procedimiento en el período de Octubre de 1918-Enero de 1919. En todos los casos obtuvo la sedación con una inyección de cinco miligramos de atropina, que unas veces fué rerovada y otras no.
De sus numerosos ensayos concluye el autor qns sería conveniente emplear el sulfato neutro de atropina, con preferencia a los demás alcaloides al principio del tratamiento de cualquier caso de cólico, y hasta se pregunta qué buenos efectos.podrían obtenerse del empleo simultáneo de la atropina y de la morfina. Es muy frecuente tratar esta clase de afecciones, cualquiera que sea su origen, por la inyección de pilocarpina, y al autor le parece que este alcaloide está absolutamente contraindicado en la mayoría de los casos, puesto que obra como estimulante del sistema simpático siempre interesado en el síndrome en cuestión. La atropina, por el contrario, no parece tener contraindicación, salvo, si acaso, en 'a indigestión intestinal crónica, cuyo diagnóstico se hace fácilmente de ordinario con auxilio d-: los conmemorativos. Ade más, este medicamento lince siempre buen papel ante la clientela, porque en los numerosos casos- en que no se puede formular de una manera cierta el diagnóstico a continuación del primer examen, la atropina obrará como calmante sin ocasionar perjuicio a'guno, cosa que no se puede decir de la pilocarpina.

TÉTANOS Y ÁCIDO FÉNICO

P. SALVELLI. —SOBRE EL TRATAMIENTO DEL TÉTANOS POR LAS INYECCIONES SUBCUTÁNEAS DE ÁCIDO FÉNICO (MÉTODO DE BACELLI).— Thése de Lyon, 1920.
Entre los métodos terapéuticos propuestos para combatir los casos confirmados de tétanos, el de Bacelli es uno de los más eficaces, pues con él se obtienen curaciones hasta en casos clínicamente muy graves. Con este método desciende la mortalidad en el tétanos en evolución en un promedio del 18 por ioo, cifra muy inferior ala de mortalidad que se produce después del empleo de otros tratamientos, incluso de la sueroterapia, después de la cual ocurren un 55 por 100 de defunciones.
Como el método está basado en la administración subcutánea de una solución de ácido fénico, se variará la dosis inyectada según la importancia de las manifestaciones tetánicas. La dosis media oscila, en el hombre, entre o gr. 15 y o gr. 60, sin peligro de accidentes. Los peligros de intoxicación fénica (orinas negras, colapso térmico) son muy raros y no limitan prácticamente el empleo del método.
En los casos muy graves da excelentes resultados un tratamiento mixto por el suero antitetánico a dosis variables y el método de Bacelli. Estos resultados hacen suponer que el suero obra neutralizando la toxina aun no fijada mientras que el ácido fénico lucha principalmente contra la que ya ha impregnado los centros nerviosos.
Los efectos favorables del ácido fénico en el tratamiento del tétanos humano—y es lógico que lo mismo ocurra en el tétanos animal—son todavía difíciles de interpretar. Según Roe-derich, el ácido fénico sería un antitóxico: llevando su acción electiva sobre la célula nerviosa, es decir, sobre lo mismo que ha impregnado la toxina, neutraliza esta toxina, la inactiva, •* y desde este momento se asiste o la atenuación clínicamente probada de todos los accidentes, y esto proporcionalmente a las dosis inyectadas. La mayor parte de los autores piensan <|U

otra referencia:
http://www.finlay-online.com/FILE/tto.%20tetanos.....pdf

REVULSIVOS CUTÁNEOS.

REVULSIVOS CUTÁNEOS.—Para dar a nuestros lectores idea del interés práctico del libro del profesor Otto Regenbogen, recientemente traducido del alemán por el doctor Pedro Farreras, de cuyo libro hablamos en la sección bibliográfica del próximo número a continuación reproducimos las numerosas fórmulas de revulsivos cutáneos que contiene:
Tintura de guindillas 50 gramos.
Alcohol alcanforado, amoniaco líquido, alcohol eterizado y alcohol, a a 115 — Solución de cloruro sódico (con 85 gramos) 500 —
Ni.—Fluido resolutivo.
Amoniaco líquido y cloruro amónico, a a 50 gramos.
Cal viva en polvo y alcohol alcanforado, a a 25 —
Agua 600 —
M.—Licor restaurador de Hertwig. Para fricciones en las torceduras.
Tintura de guindillas 150 gramos.
Alcohol 200 —
Alcohol alcanforado y alcohol etéreo, a a 100 —
Aceite de trementina 10 —
Amoniaco líquido y cloruro amónico, a a 20 —
Agua 850 —
M —Linimento resolutivo.
Cloruro sódico 100 gramos.
Agua destilada 500 —
Alcohol 150 —
Amoniaco líquido 150 —
Éter 50 —
M.—Para fricciones, diluido en 5 partes de agua. Fluido resolutivo.
Amoniaco líquido, alcohol alcanforado y alcohol etéreo, a a 50 gramos.
Aceite de trementina 10 —
M. y agítese bien.—Diluir i¡% de litro en 3¡t de litro de agua Para fricciones. Caballo.
Cloruro sódico y alcohol alcanforado, a a 50 gramos.
Tintura de árnica 100 —
Agua destilada 200 —
M. y agitar bien. Diluir 1/i de litro en s/« de litro de agua. Para fricciones. Caballo.
Aceite de trementina 30 gramos.
Alcohol ancanforado 170 —
M.—Uso externo. Caballo. Derivativo.
Aceite de trementina •. 100 gramos.
Alcohol, hasta 300 —.
M.—Para frotar las paredes abdominales en los cólicos. Caballo,
Aceite de trementina 10 gramos.
Alcoholado de jabón • 150 —

M. y H. linimento.—Para fricciones. Caballo. Tendinitis.
Linimento amoniacal y aceite de trementina, a 100 gramos. a

M.— Uso externo. Friccionar tres veces al día. Caballo. Tendinitis.


Alcohol fórmico y amoniaco líquido, a 25 —a
Alcohol diluido 200 —

M.—Para fricciones. Caballo. Tendovaginitis.
Tintura de cantáridas ' 50 gramos.
Alcohol alcanforado 150 —
M.—Para fricciones. Caballo. Tendinitis.
Aceite de beleño 70 gramos.
Aceite alcanforado 50 —
Amoniaco líquido r 20 —
M. y H. linimento. Para fricciones. Caballo. Tendinitis.
Biíoduro de mercurio 3-5 gramos.
Lanolina 30 —
M. y H. ungüento.-

-Para unciones. Caballo. Tendinitis.
Sulfoictidato amónico 5 gramos.
Vaselina amarilla, hasta 50 —
M. y H. ungüento. Para unciones. Caballo. Tendinitis.
Iodo 3 gramos.

Ioduro potásico 5 —
Landina 40 —
M. y H. ungüento.

-Para unciones. Caballo. Tendinitis.

Iodo 5 gramos.

Ungüento mercurial gris 30 —
M. y H. ungüento. Caballo.

Tendovaginitis.

Emplasto de cantáridas para uso veterinario 50 gramos.

Para aplicar en las inflamaciones de tendones. Caballo. Tendinitis.
Aceite de trementina 20 gramos.

Alcohol alcanforado, hasta 300 —

M. Para fricciones. Caballo. Distensiones articulares.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 gramos.

Para unciones. Caballo. Inflamación articular.
Bicromato potásico '. 3 gramos.
Vaselina amarilla, hasta 50 —

M.—Para unciones. Caballo. Artritis.
Amoniaco líquido y aceite de trementina, a a 50 gramos

Alcohol 250 —
M.—Para unciones. Buey. Distensión articular.
Aceite de crotón-. 2 gramos
Aceite de trementina y jabónjpotásico del comercio, 25 —
a a. M. y H. ungt.—Para unciones. Buey. Rodillera.
Aceite de crotón.: 2 gramos
Aceite de trementina y aceite de colza, a a 25 —
M.—Para unciones. Buey. Inflamación articular.
Büoduro de mercurio 3 gramos
Vaselina amarilla 30 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Caballo. Esparaván.
Büoduro de mercurio 3 gramos
Aceite de crotón V gotas
Ungüento basilicón 20 gramos
M.—Para unciones. Caballo. Esparaván.
Büoduro de mercurio. 3 gramos
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 —
M. y H. ungt.—Caballo. Esparaván.
Emplasto de cantáridas para uso veterinario 30 gramos
Para aplicar. Caballo. Osteoma.
Acido crómico 3 gramos
Vaselina amarilla 30 —
M. y H, ungt.—Para unciones. Caballo. Periostitis.
Bicromato potásico 4 gramos
Vaselina amarilla 30 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Buey. Pariostitis.
Cantáridas el polvo 5 gramos
Pez líquida 45 —
M.—Untar dos veces por semana. Caballo. Osteoma.
Vasolimento de iodo (10 por 100) 50 gramos
Untar una vez al día. Caballo. Osteoma.
Büoduro de mercurio 4 gramos
Ungüento mercurial gris 40 —
M. y H. ungt.—Untar una vez al día. Caballo. Osteoma. Corva.
Ungüento mercurial gris 20 gramos.
Alcanfor triturado 2 —
Jabón potásico del comercio 10 —
M. y H. ungüento.—Uso externo.—Untar una vez al día. Caballo. Osteoma. Periostitis osificante.
Iodo 2 gramos.
Ioduro potásico 5 —
Vaselina amarilla, hasta ; 30 —
M. y H. ungt.—Uso externo. Caballo. Osteoma.
Pomada de ioduro potásico y linimento amoniacal alcanforado, a a... 25 gramos. . M. y H. linimento.—Uso externo. Caballo. Osteoma. Periostitis.
Polvo de cantáridas 5 gramos.
Trementina común y vaselina amarilla, a a 20 —
M. y H. ungt.—Untar una vez al día. Caballo. Periostitis osificante.
Büoduro de mercurio 3 gramos.
Ungüento mercurial gris y jabón potásico del comercio 25 —
M. y H. ungt.—Untar una vez al día. Caballo. Osteoma.
Cantaridina • 1 centigramo.
Ungüento de trementina, hasta 50 gramos 50 gramos.
M. Untar una vez al día. Caballo. Osteoma.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 gramos.
Euforbio 3 —
Aceite de trementina 10 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Buey. Artritis.
Cantaridina 1-2 centigramos.
Aceite de cacahuetes 5 gramos.
Trementina 20 —
Cera amarilla y enforbio, a a 10 —
Lanolina, hasta 100 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Pomada corrosiva.
Fibrolisina Merck : ll1/* gramos.
D. de tales núm. 5.—Caballo (Perro: 2 gramos 30 centigramos; D. de tales dosis núm. 4). Para inyectar con intervalos de 1-7 días en cicatrices, esclerosis, osteo-mas, artritis.
Tártaro estibiado 5 gramos.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 50 —
M. y H. ungt.—Para untar en dos veces. Buey. Pomada escarrótica.
Acido tónico... 15 gramos.
Jabón potásico del comercio 25 —
Pez líqu'di 5o —
M. y H. ungt.—Para untar diariamente. Caballo. Alifafes.
Colodión canfariado 30 gramos.
Para pintar una vez al día. Caballo. Alifafes.
Pez líquida y jabón potásico del comercio, a a 25 gramos.
Acido fénico impuro „... 10 —
M.—Un'ar diariamente. Caballo. Alifafes y agrión.
Biioduro de mercurio - 2 gramos
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 —
M. y H. ungt.—Frotar a diario. Caballo. Alifafes. Esparaván.
Sulfuro potásico • 5 gramos.
Jabón potásico del comercio y vaselina amarilla, a a 30 —
M y H. ungt.—Para untar a diario por medio de agua caliente. Caballo. Alifafes y agrión.
Vasolimento de iodo (6 por 100) 100 gramos.
Para unciones. Caballo. Alifafes.
lodo 2 gramos.
Ioduro potásico 5 —
Vaselina amarilla y lanolina, a a 25 —
M. y H. ungt.—Para untar 1 vez al día. Caballo. Alifafes.
Tintura de iodo , , lOgramos.
Agua destilada 20
M.—Para inyectar en los alifafes. Caballo.
I°dO " 1 gramo.
Ioduro potásico , , .,.,, 2 _
Agua destilada, hasta 50 •—
M.—Para inyectar en una vaina tendinosa. Caballo. Higroma de vainas tendinosas.
Ungüento mercurial gris y jabón potásico del comercio, a a 30 gramos.
Aceite alcanforado, hasta • 100 —
M.—Para unciones. Caballo. Corva.
Ungüento mercurial gris , 30 gramos.
Trementina 10 —
Jabón potásico del comercio 20 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Caballo. Codillera.
Ungüento mercurial gris y jabón potásico del comercio, a a 25 gramos.
• M. y H. ungt.—Para untar una vez al día. Caballo. Agrión. Lupias de las paredes torácicas.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario y jabón potásico del comercio, a a 80 gramos.
M. y H. ungt.—Para unciones, Caballo. Lupias torácicas.
Polvo de corteza de encina. , 10 gramos.
Pez líquida y jabón potásico del comercio, a a 45 —
M.—Para embadurnar una vez al día. Caballo. Corva.
Jabón potásico del mercado 50 gramos.
Carbonato potásico del comercio 10 —
M.—Para untar una vez al día. Caballo. Corva.
lodo , , 2 gramos.
Ioduro potásico , 5 —
Vaselina amarilla 40 —
M. y H. ungt.—Para untar una vez al día. Caballo. Corva.
Tintura de cantáridas y petróleo, a a 5 gramos.
Jabón potásico del comercio 40 —
M. y H. ungt.—Aplicar una vez al día. Caballo. Corva.
Sulfato cúprico en polvo , 5 gramos.
Trementina, hasta 50 —
M. y H. pasta.—Para curaciones. Caballo. Heridas articulares.
Acido tánico y ácido fénico licuefacto, a a 5 gramos.
Alcohol, hasta 100 —
M.—Para curaciones. Caballo. Heridas articulares.
Bicloruro de mercurio '2 gramos.
Alcohol, hasta 50 —
M. y H. solución.—Para curar una herida articular. Caballo.
Percloruro de hierro líquido .., 30 gramos.
Para curar una herida articular. Caballo.
Polvo de semillas de mostaza 500 gramos.
Hacer pasta con agua caliente, poner una capa del grosor del meñique sobre un trozo de arpillera y aplicar a las paredes del pecho. Caballo. Derivativo en la pleuritis.
Aceite de mostaza 10-16 gramos.
Alcohol, hasta , , 200
M.—Para fricciones. Caballo. Buey. Pleuritis. Pneumonía.
Alcohólalo de mostaza ..,.., 50 gramos,
Para frotar las paredes del tórax. Perro. Pneumonía.

Por esta copiosa serie de recetas de revulsivos cutáneos se alcanza a comprender fácilmente que los «Elementos del Arte de recelar y Colección de Veterinarios y Estudiantes», que así se titula el libro del profesor Regenbogen traducido por el doctor Farreras, son de gran interés para todos los prácticos, pues, además de acertadas reglas técnicas, contiene 1.312 recetas seleccionadas. La obra, encuadernada en tela, cuesta seis pesetas y cincuenta céntimos. Diríjanse los pedidos a don Francisco Farreras, Apartado número 463, Barcelona.

UN TRATAMIENTO EFICAZ DE LA DIARREA DE LOS TERNEROS

UN TRATAMIENTO EFICAZ DE LA DIARREA DE LOS TERNEROS.—En unas cuantas cucharadas de agua se vierten tres gotas de tintura de iodo al 1 por 10, y ¿e añade un poco de bizcocho partido en pedazos, o bien algo de harina, si no se tienen bizcochos a mano. Inmediatamente se fija el iodo en el almidón y se torna la mezcla de color azul, perdiendo parte de su gusto y de su olor a iodo. El objeto del almidón es
ijar momentáneamente el iodo y transportarlo al intestino, permitiéndole así que no obre solamente en el estómago.
En los terneros, mientras se practica esta cura, se debe disminuir algo la ración alimenticia, y en el intervalo de los pastos, a la media hora después de ellos, se administrará al enfermo, hasta cinco veces cada día la mezcla de íoduro de almidón hecha en el mismo momento de su empleo de la sencilla manera indicada al principio de esta nota.

LA FRESCURA DE LOS HUEVOS

COMPROBACIÓN DE LA FRESCURA DE LOS HUEVOS.— Está comprobado que el huevo fresco tiene una densidad aproximada de 1,073; a medida que envejece, el desarrollo de la cámara de aire disminuye esta densidad, y de este hecno surge un medio tan práctico de asegurarse de la frescura de un huevo, que debe aconsejarse siempre, porque su empleo saca por completo de dudas.
Se disuelven 125 gramos de sal común en un litro de agua fría y después se introduce el huevo en la solución. Si el huevo es del día, cae en seguida al fondo; si tiene más de cinco días, sobrenada, y la cascara sale

Gangrena y seroterapia

Un caso de gangrena invasora, seguida de curación con el empleo de suero normal de caballo
Teniendo noticias de las excelencias e importancia piáctica que asignan algunos ígnísimos comprofesores, así españoles como extranjeros, al suero polivalente en el atamiento de las heridas, trabajos posteriores, experimentos completados por la ceí-ica, parece que pretenden llegar a establecer unas conclusiones que admiiimos des-e luego con idéntico fin y con no menos eficaces resuüados en la aplicación del sue-o normal de caballo, cuyos maravillosos resultados quedan de manifiesto en este aso que menciono.
El veinte de Julio último, al hacer una visita diaria en el pueblo de Sabinán (Zara-oza) encuentro a un cliente, don Babil Lafuente, que me dice tener un asno con una erida; pasamos a su casa y me presenta un burro del país, entero, de 10 años, careno, buena alzada, temperamento linfático, buen estado de carnes, y destinado a las abores agrícolas, el cual, al reconocerlo, vi que efectivamente presentaba una herida únzante y profunda de seis centímetros de abertura por diez de profundidad, produ-ida a la altura de la articulación sacro-coxal derecha, con tendencia hacia la arti-ulación coxo-femoral; pero que descuidada por el espacio de tres días se habia pre-entado la gangrena invasora; el olor que despide, característico de este proceso, se ercibe a distancia. Desbridada la herida ampliamente admite el puño y la muñeca con oda facilidad.
En los dos primeros días, a partir de esta visita, la temperatura, con pocas oscilaciones, es de 37J y medio. Pasadas estas cuarenta y echo horas hasta el sexto día, la temperatura asciende y se mantiene por la tarde entre 40° y 41°.
Todos los síntomas de la intoxicación se hacen visibles al noveno día, porque el rápido enflaquecimiento del animal es fácilmente apreciable, a pesar de que el enfermo mantiene su apetito; la temperatura desciende a 38°, manteniéndose por espacio de seis días para llegar luego a la normal, lo que nos dice que la eliminación de las toxinas se ha verificado y, por ende, la putrefacción de los tejidos ha cesado.
La alimentación del enfermo ha sido a no poder más, nutritiva y abundante, habiéndole administrado inyecciones de cafeína y tónicos.
El tratamiento seguido después de la gran desbridación, ha sido extirpación de toda la región mortificada, abundante lavado con agua salada, tibia, al diez por mil y dos veces al día e imbibición de la superficie de la capacidad, introduciendo una delgada plancha de algodón envuelta en gasas embebidas en suero normal de caballo. Diez dias después de este tratamiento, la herida se ha llenado de un tejido fino y rosado con un rodete periférico de líquido ligeramente coagulado; a los quince, la cicatrización es casi completa y a los veinte es dedicado el animal al trabajo.
•Otros casos más podría referir en estas notas tratadas por el mismo procedimiento y análogos resultados, todo lo cual nos hace concebir la idea de que el suero normal de caballo obra prácticamente como el suero polivalente de Leclainche y Vallée, favoreciendo la fagocitosis y destruyendo los gérmenes patógenos dejando el organismo en condiciones de vitalidad; pero como estos interesantes estudios seroterápi-cos aún no están bien terminados, bástenos por hoy con no olvidar que la seroterapia nació ayer y que ha dado ya, no solamente promesas, sino resultados.
JULIÁN PARDOS DE ZORRAQCINO Veterinario en Cadreita (Navarra)

domingo, 31 de octubre de 2010

PASTA DE BISMUTO IODOFORMADA EL EL TRATAMIENO DE LAS HERIDAS

LA PASTA DE BISMUTO IODOFORMADA EL EL TRATAMIENO DE LAS HERIDAS.—Con el nombre de «Bipp» se conoce en Inglaterra una pasta de bismuto iodoformada que se prepara con arreglo a esta fórmula:
Iodoformo 16 partes.
Subnitrato de bismuto . 8 —•
Aceite de vaselina \ 8 —
mezclando el iodoformo y el bismuto en un mortero y añadiendo el aceite para formar una pasta espesa, la cual se malaxa después sobre un mármol para hacerla perfectamente homogénea.
Como esta pasta venía empleándose con gran éxito por los cirujanos ingleses, el Ministerio de la Guerra de dicho país ordenó que lo ensayaran los veterinarios militares, de los cuales el capitán Peatt fué el que más lo empleó durante su permanencia en el ejército de Oriente, publicando después un interesante artículo en The Vete-rinary Journal (Mayo de 1919), dando cuenta de los resultados obtenidos e instrucciones para su empleo.
La herida que se va a tratar debe limpiarse antes cuidadosamente para quitar todos los cuerpos extraños, fragmentos de huesos o de tejidos enfermos, y después se raspará bien. El traumatismo y la piel circundante se taponan con petróleo y después se secan. Conviene renovar el taponamiento con gasa seca en el momento de aplicar la pasta, la cual no debe aplicarse de una manera durable hasta 24 horas después de la limpieza, cuando la hemorragia ha cesado.
Con un poco de gasa o simplemente con el dedo muy limpio, se frota el «Bipp» por todas las partes de la herida, teniendo cuidado de hacer penetrar el producto hasta las zonas más profundas. Si se trata de un traumatismo que supura poco, se puede cerrar la herida por taponamiento y hasta por sutura. Si la supuración es abundante debe hacerse un drenaje hasta que disminuya. Cuando se hace sutura, se deben recubrir los puntos con pasta, teniendo cuidado de que rebase un poco la línea. Debe emplearse siempre poca cantidad de «Bipp». Se tendrá puesta la cura de 5 a 14 días, según la naturaleza de la herida.
Peatt dice que la pasta de bismuto iodoformada es de resultados excelentes, sobre todo en la práctica militar, porque permite espaciar las curas. Nunca es irritante para las heridas y permite la curación por primera intención. Además parece dotada de un verdadero poder sedativo. Es, al mismo tiempo, el tratamiento más económico por la poca cantidad de producto que se emplea, y, según Peatt, es mejor que el líquido de Carrel, sobre todo porque no tiene las dificultades de aplicación de éste.

LA CONSANGUINIDAD

LA CONSANGUINIDAD
'CONFERENCIA PRONUNCIADA EN CALATAYUD POR DON PlJBLIO F. CoDERQUEj
INSPECTOR DE HIGIENE Y SANIDAD PECUARIAS DE LA PROVINCIA DE ZARAGOZA,
v RECOGIDA POR DON FRANCISCO PASTOR INSPECTOR DE HIGIENE Y SANIDAD
PECUARIAS DE LA PROVINCIA DE TERUEL).
«Señores: La finalidad de la zootecnia es producir muchos animales, con el mayor provecho posible. Uno de los medios por los cuales llegamos a esa finalidad es la reproducción intervenida por el hombre. La reproducción intervenida y sistematizada puede verificarse por los métodos siguientes: Consanguinidad, Selección, Cruzamiento, Mestizaje e Hibridación. La consanguinidad es la reproducción entre individuos de una misma raza, el cruzamiento entre individuos de dos razas distintas, el mestizaje entre los productos del cruzamiento de dos razas diferentes y la hibridación entre individuos de dos especies distintas.

PIOJOS

No MÁS PIOJOS.—Según Labbé y Wahl, para la destrucción rápida de los piojos, mejor que la bencina, que el sublimado acético, que el formol, que la pomada de Blmerich y que todos los remedios conocidos, son las pulverizaciones con la solución siguiente:
4 Anisol 4 gramos
Alcohol de 96° ' 46 —
Agua 50 —

EXTRACCIÓN DE LA PLACENTA

* *
LA EXTRACCIÓN DE LA PLACENTA.—Para evitar los numerosos inconvenientes que ofrecen los métodos actuales de extracción de la placenta, entre cuyos inconvenientes no es el menor la exposición del operador a accidentes infecciosos consecutivos, Shaw aconseja el empleo del siguiente método, muy simple y de eficaces resultados:
Se inyecta en la vena umbilical o en una arteria umbilical del cordón una solución salina o antiséptica (agua fisiológica, solución débil de permanganato, etc.), cuya solución llega a la placenta, la pone edematosa, distiende las vellosidades plaoentarias, que así se separan mecánicamente de la mucosa uterina, y despierta y excita las contracciones uterinas, favoreciendo el acto eliminatorio.
Para que la inyección pueda hacerse bien, se fija una cánula en el vaso sanguíneo y se relaciona esta cánula, por medio de un tubo de caucho, con el recipiente que contiene la solución que se va a inyectar, cuyo recipiente se coloca a cierta altura para que la solución salga con una presión ligera.
Ahora bien, la condición indispensable para que este método tenga éxito, es la de que estén intactos los vasos del cordón umbilical por los cuales se realiza la inyección. Por eso aconseja Shaw que se intervenga lo antes posible, es decir, al día siguiente del parto, así que se comprende que no se realiza la secundinación espontánea. Intervenir cuando las envolturas fetales están putrefactas es ir al fracaso, porque en estos casos no tiene el método de Shaw eficacia alguna.

AUTOSEROTERAPIA Y LA SEROTERAPIA CON EXUDADO PLEURÍTICO

D. GERMÁN!.—LA AUTOSEROTERAPIA Y LA SEROTERAPIA CON EXUDADO PLEU-
RÍTICO EN LA PLEURESÍA T EN LA PLEUROPULMONÍA DEL CABALLO.—La Clínica veterinaria, XXXIX, 136-148,15 de Marzo de 1916.
El autor ha obtenido algunos éxitos en el tratamiento de la pleuresía y de la pleuro-pulmonía del caballo con el sistema ideado por Gilbert para tratar dichas enfermedades en la especie humana. Este sistema consiste en tratar la pleuresía exudativa inyectando subcutáneamente al paciente una pequeña parte de su mismo liquido pleurítico. Esta aeroterapia con exudado pleurítico, que se ha empleado mucho en medicina humana, también ha sido empleada en veterinaria por Magnin, por Darrou y por Haan. Audibert y Vi Manges y Q. Roque y V. Cordier emplearon un sistema análogo en casos de ascitis.
Estima el autor que la inyección subcutánea del líquido pleurítico favorece en el organismo la formación rápida de anticuerpos, que no pxieden nacer fácilmente en enfermos tratados por los medios ordinarios, y a esto atribuye los buenos resultados obtenidos en los siguientes casos con dicho tratamiento.
CASÓ I.—Yegua con el número 17 de matrícula, de cuatro años y seis meses, raza sarda. Entró en la enfermería el día 1 de Febrero con sintonías que hacían prever el padecimiento de una pleuresía. El día 5 se inició el derrame pleural y se apreciaron 39° de temperatura.
8 de Febrero.—Temperatura, 39". Se practicó la toracentesis y se extrajeron 500 gramos de líquido de aspecto sero-fibrinoso hemático. De este líquido se le inocularon subcutáneamente 150 c. c.
9 de labrero.—Temperatura, 89%5. Toracentesis e inoculación subcutánea de 100 centímetros cúbicos del exudado.
10 de Febrero.—Temperatura 39",5. Alivio de las condiciones del enfermo. El derrame tiende a reabsorberse.
11 de Febrero.—Temperatura, 38°,5. Aumento de la diuresis y color normal de la orinct 1H de Febrero.—La yegua, curada, entra en convalecencia.
CASO II.—Caballo número 77 de matrícula, de cinco años y de raza siciliana. Entró en la enfermería el 28 de Febrero con fenómenos febriles, manifestándose el día 29 todo el imponente cuadro clínico de una pulmonía bilateral.
7 de Marzo.—Derrame endopleurítico bilateral. Temperatura, 39°. Se practica la punción exploradora con éxito positivo. El caballo está en pésimo estado de nutrición por la inanición prolongada, l'or causa de este estado de depresión, se extrae una cantidad mínima de exudado, teniendo un síncope mortal.
9 de Marzo.—Temperatura, 38°,5. El caballo está abatidísimo y se teme la muerte. Inyección subcutánea de 100 c. c. del exudado pleurítico extraído de un potro atacado de una enfermedad idéntica.
10 de Marzo.—Temperatura, 39",4. Segunda inyección del mismo exudado en la misma proporción.11 de Marzo.—Tercera inoculación de una dosis igual. La mejora es sorprendente. Se inicia la resolución del proceso y el 18 de Marzo entra el caballo en convalecencia.
CASO III.—Potro de tres años, de raza sarda. El 17 de Febrero fué examinado por tercera vez, encontrándose localizaciones torácicas mal precisadas. Temperatura 38°,5 por la mañana y 39°,5 por la tarde. Se pensó en una forma de adenitis interna bajo el aspecto de abscesos localizados en el pulmón.
6 de Mar so.—Temperatura, 38°,3. Se inicia un derrame pleuritico. 6' de Marzo.—Extracción de tres litros de exudado.
T-8 de Marzo.—Temperatura, 38°,2. Gran abatimiento del enfermo.
9 de Marzo.—Extracción de dos litros de exudado.
13 de Marzo.—Muerte del animal. La autopsia reveló una pleuresía purulenta con presencia de un absceso encapsulado y parcialmente degenerado en el pulmón izquierdo.
CASO IV.—Potranca con el número 2884 de matrícula, de raza sarda y de dos años y medio. Puesta en cura el 28 de Febrero por pulmonía unilateral.
tí de Marzo.—Temperatura, 41". Derrame endopleurético bilateral en la zona inferior.
7 de Marzo.—Temperatura, 39°,5. Extracción de un litro de exudado sero-sanguinolen-to. Inoculación subcutáaea de 100 c. c.
9 de .!fcr¿o.—Segunda inoculación. Temperatura, de 38 a 38°,3.
11 de Marzo.—El exudado ha tomado un tinte verdoso, tiene carácter fluido y se ha reabsorbido casi por completo.
13 de Marzo.—Curación.
CASO V.—raballo con el número 69 de matrícula, de 5 anos y de raza siciliana. Entró en tratamiento el 28 de Febrero con fenómenos de reumatismo muscular agudo. El 3 de Marzo presentó pulmonía unilateral.
8 de Marzo.—Derrame pleuritico bilateral.
9 de Marzo.—Primera y única extracción de un litro de exudado. Inoculación de 100 centímetros cúbicos de este exudado durante siete días consecutivos. Temperatura constante de 39 a 39",5. El 23 de Marzo estaba muy mejorado y curó el 3 de Abril.
CASO VI.—Caballo con el número 2480 de matrícula, de cinco años y de raza sarda. Fué puesto en tratamiento el dia 12 de Marzo de una pulmonía bilateral. Se intervino con el tratamiento ordinario.
/6 de Marzo. —El caballo está en tales condiciones de gravedad, con sacudida de todo el cuerpo y quejido a cada movimiento respiratorio, que parece inútil toda intervención. A título de experiencia, y sin grandes esperanzas en el resultado, se practicó una inyección de exudado pleuritico del caballo número 09. Se inocularon 90 e. c. A las seis de ln mañana estaba radicalmente modificado.
3 de Abril.—En esta fecha estaba el caballo completamente curado.
("Aso VU.—Caballo con el número 8494 de matrícula, de ocho años y de raza sarda. Puesto en cura el 18 de Marzo con una profunda alteración del ritmo respiratorio y diagnosticado de pulmonía del lado derecho.
'}() de Marzo.—Se practicó una punción exploradora en el costado con resultado positivo. Inoculación de 100 c. c de exudado pleuritico del caballo núm. 69. La temperatura. constantemente elevada.
il de üfoí-zo.—Segunda inoculación. Temperatura reducida por la tarde a 38",7.
'.'•? de Marzo.—Temperatura casi normal. Se inicia la convalecencia, que el 2 de Abril queda definitivamente establecida.
CASO VIH.—Potro núm. 2.856, de tres años y de raza sarda. Se puso en cura el 13 deMarzo diagnosticado de pulmonía y de pleuresía exudativa. Cura de Gilbert con inoculación subcutánea de 150 c. c. de exudado durante dos días consecutivos. La temperatura no sufrió oscilaciones grandes por la influencia del procedimiento.
22 de Marzo.—La punción exploradora reveló una disminución del liquido exudado, que tenia un aspecto fluido y verdoso.
28 de Marzo.—Se inició la curación.
CASO IX.—Caballo núm. 2.687, de cuatro años y medio y raza sarda. Entró en tratamiento el 1 de Abril con pleuropulinonía. Fué tratado con los medios ordinarios y murió a los veinte dias, revelando la autopsia la existencia de grandes lesiones en la cavidad pleural y pulmonía del lado izquierdo.
CABO X.—Caballo de raza siciliana, de diez años, perteneciente al 19 escuadrón de nueva íormación. Entró en cura el 1 de Abril de 1915 por pulmonía complicada con pleuresía exudativa. He trató con los medios ordinarios y se practicó la toracentesis con extracción de un litro de exudado toes veces con un día de intervalo. Murió por parálisis cardiaca a los quince días de tratamiento.
CONCLUSIONES.—De las observaciones registradas, y basándose exclusivamente en los casos de su experiencia, concluye el autor:
1." Que tanto la autoseroterapia como la seroterapia practicada en caballos enfermos de pleuropulmonía infecciosa con el exudado pleuritico de otros con análoga entidad morbosa es inofensiva.
2.* Que la autoseroterapia, con o sin evacuación parcial del saco pleuritico, al contrario de la simple toracentesis y de las curas comunes, conduce al mismo resultado, que es la curación del sujeto afectado de pleuresía.
3." Que el exudado pleuritico, además de estimular la producción de anticuerpos en el organismo del sujeto de que proviene, realiza idéntica función en otros sujetos de la misma especie y atacados por análoga enfermedad.
i." Que en un caballo atacado por una forma de pulmonía altamente infecciosa, se obtuvo con la inoculación de exudado pleuritico de otro caballo enfermo de análoga forma la pronta curación por crisis rápida y decisiva.
Enfermedades

REVULSIVO CUTÁNEO

UN REVULSIVO CUTÁNEO.—Hace ya algunos años que (lacón aconsejó el empleo del siguiente revulsivo cutáneo, diciendo que es muy enérgico y no tiene ningún inconveniente:
Aceite de crotontiglio 4 gramos.
Esencia de trementina 20 —
Alcohol de 90°. 120 —
Éter sulfúrico 60 —
Debe mezclarse bien y conservarse en un frasco herméticamente cerrado. Cuando se va a usar debe estar límpido el liquido; de lo contrario, se añadirá éter para clarificarlo.
Esta fórmula se emplea con éxito en Francia en toda clase de contusiones y también como derivativa en las anginas, bronquitis, pulmonías, etc. La aplicación se hace con un paño empapado en el medicamento, cuyo paño se pasa por toda la región indicada, en el sentido del pelo, teniendo cuidado de no salirse de dicha región. A los pocos días se produce una escara cutánea que se desprende fácilmente.

AZUFRE EN LA ORINA

E. SALKOWSKY.—SOBRE LA COMBINACIÓN DEL AZUFRE EN LA ORINA.—Bio-ehemische Zeitschrift, LXXIX, 68-80, 1917.
Sabido es que la orina humana, como la de los herbívoros y la de los carnívoros contiene azufre en varios estados: S completamente oxidado de los sulfatos, S de los éteres sulfónicos y S llamado «azufre neutro.»
El autor se ocupa en esta Memoria del «8 neutro», demostrando que bajo este nombre se agrupan substancias diversas, diferentes según los grupos de animales considerados.
Se encuentra generalmente, pero no constantemente, S en estado de hiposulfito en la orina del perro. Se cita un caso de orina con hiposulfito en un tífico. En la orina del conejo no se encuentra hiposulfito si el animal es alimentado con zanahorias, avena, al-faifa, patatas o leche; pero se encuentra en cantidad relativamente abundante si se introduce la col blanca en su alimentación. Y, sin embargo, no hay hiposulfito en la col; es una substancia aún indeterminada, que no es taurina, la generadora de este ácido hipo-sulfuroso; la substancia en cuestión es soluble en el agua y pasa, por consecuencia, en el extracto acuoso de col. El hombre, aun después de la ingestión abundante de col blanca, no elimina hiposulfito.
Se ha encontrado metilmercaptan en la orina humana después de una comida que contenga espárragos, coliflores, nabos o coles rojas. La orina del conejo contiene el mismo cuerpo después de ingestión de col blanca. Pero el mercaptan no se encuentra en substancia en los vegetales citados.
Hay sulfuro de etilo en la orina del perro bajo forma de una combinación que sería:
C2H<¡ CH3 T > S < . Parece poco probable que esta misma base exista en la orina del hombre y del conejo. La cistina parece encontrarse en pequeña cantidad en todas las orinas. He aquí las cifras encontradas: en orinas humanas 0 gr. 285 y 0 gr. 200 de cistina por litro; es este úl- , ... S de la cistina ., S de la cistina , „_ timo caso la relación • era de 11,6 por ÍOU y la relación era de 8,2 S de los sulfatos >V J s tota]
por 100. Para esta última relación, Petri ha encontrado en un caso de leucemia 3,33 por 100 y en casos de cirrosis 4,3 y 3,8. En el conejo, Salkowsky ha encontrado 13,6 por 100. En la orina humana, Baumann y Goldmann no han encontrado más que vestigios de cistina.
Se encuentra algo de sulfocianato alcalino en todas las orinas. Una fracción de glico-cola que se forma abundantemente en el organismo sería susceptible de dar ácido cianhídrico, que se transformaría a su vez en ácido sulfociánico. En el cáncer se encontraría aumentada la cantidad de este último ácido.
Bajo el nombre de «azufre neutro» se agrupa también el azufre procedente del urocro-mo y de los deidos oxiproteicos. No hay métodos de dosificación seria de estos cuerpos.
La expresión «azufre neutro» es incorrecta. Sería mejor decir «azufre no sulfúrico».
No hay duda sobre la significación fisiológica del azufre neutro. Presenta un producto de oxidación incompleta que aumenta en el ayuno y cada

GALVANOTAXIA DE LOS LEUCOCITOS

M. MENDELSSOHN.—SOBRE LA GALVANOTOXIA DE LOS LEUCOCITOS.—Comp-tes rendus de l'Aeadémie des Sciences, CLXII. 52, 3 de Enero de 1916.
La energía eléctrica ejerce su acción sobre la forma y sobre la motilidad del glóbulo blanco. Al cerrar la corriente, hay excitación en el ánodo y en el cátodo; a la ruptura, en el cátodo solamente. No es preciso emplear más que corrientes débiles o medianas; las corrientes fuertes provocan una destrucción granulosa del lado del ánodo.Al lado de los movimientos protoplasmáticos provocados por la corriente, se producen, además, movimientos de traslación. El leucocito presenta, en efecto, una galvanotoxia catódica.

LA PICA DE LOS TERNERO

CONTRA LA PICA DE LOS TERNEROS.—Da buenos resultados la siguiente fórmula, propuesta por Kreutzer, ya hace más de diez años:
Fosfato de cal crudo pulverizado -----------250 g
Cloruro de sodio---------------------------aa 25
Polvo de raíz de genciana------------------aa
Polvo de cálamo----------------------------aa
Acido arsenioso----------------------------2
mézclese Se dará tres veces por día una cucharada de café de esta receta.

sábado, 30 de octubre de 2010

Azufre y dermatosis

EL AZUFRE EN INYECCIONES EN EL TRATAMIENTO DE LAS DERMATOSIS.—Bory y Jac-quot, proponen el empleo, en el tratamiento de las dermatosis, de inyecciones intramusculares de la siguiente fórmula:
Azufre precipitado puro 0 gr. 20
Eucaliptol 20 c. c
Aceite de sésamo 80 c. c
Esta preparación se inyectará a la dosis de 2 a 5 c. c, no se provocará con ella dolor alguno, se producirá una reacción pequeña y se obtendrán muchas curaciones.

Cólico por arena

CURACIÓN DE TRES CASOS DE CÓLICO POR ABENA
Encontrándome el día 10 de Diciembre del pasado año en mi clínica, fui llamado con bastante urgencia para ver un mulo de D. Pedro Pino, de ocho años de edad y buena conformación, al que encontré echado en la caballeriza sin poderse levantar. Pronto pude notar la gravedad del caso, perdiendo casi la esperanza de poder salvar al animal. Mas como el valor del mulo era crecido, me dispuse a hacer todo cuanto estuviera a mi alcance para lograr su curación.
En este caso presentaba el enfermo cólicos sordos, intermitentes; el animal tomaba la actitud de plantado, pareciendo que hacía esfuerzos para orinar, dilatándose mucho lasfosas nasales y la mirada se hacía rija, dejando oír quejidos bastante profundos y existiendo también movimientos bastante pronunciados en los ijares. Estos eran, en síntesis, los síntomas que presentaba el animal. La exploración rectal me reveló a la entrada de la pelvis, por delante del pubis, una masa pastosa, en la cual se percibían pequeños granos, que en seguida me hicieron pensar en la arena, persuadiéndome en el momento sobre la causa del cólico.
Empecé por ordenar la traslación del enfermo a una caballeriza bastante amplia y con buena cama. Hecho ésto, lo administré cuatrocientos gramos de sulfato de sosa y doce gramos de nitrato de potasa, disueltos en dos litros de agua de malvas y mezclados con quinientos gramos de aceite común; acto seguido se le pusieron unos enemas de siete litros de agua salada, repitiendo esta operación cada veinte minutos. Ordené se le friccionaran las extremidades e ijares con esencia de trementina, vinagre y alcohol alcanforado y que después se le paseara. Pasados sesenta minutos, le inyecté diez centigramos de nitrato de pilocarpina. Al cabo de los quince minutos de hacer la inyección, empezó la evacuación de la arena; esto era próximamente a las cuatro de la tarde. A las once de la noche, última visita del día, se le se administró un litro de infusión de manzanilla con medio cuartillo de aguardiente fuerte, hallándolo algo mejor, pero sin dejar de expulsar arena.
A la mañana siguiente, no bien dadas las cinco de la mañana, me volvieron a avisar di-ciéndome que el mulo se había puesto peor. En seguida me levantó, y con mi oficial, Benigno Blanco, me dirigí hacia la casa del dueño del animal, no tardando nada en encontrarme en presencia del enfermo. Después de reconocerlo detalladamente, observé que se había agravado un poco, notándole dolores agudísimos acompañados de grandes esfuerzos, mediante los cuales arrojaba bastante arena. Le puse unos enemas de agua de malvas y aceite común, le apliqué una inyección de sulfato de eserina, cinco centigramos: bromuro de arecolina, tres centigramos, y nitrato de pilocarpina, diez centigramos, obteniendo al poco tiempo la evacuación casi completa de arena.
Las dos de la tarde eran cuando le hice la última visita, por tenerme que marehar a un cortijo lejos del pueblo. Ya tenia mi esperanza visos de realidad encontrando al animal bastante mejor, y propinándole el siguiente régimen: gachuelas claras con (50 gramos de sulfato de sosa, notándole por espacio de seis días granos de arena en las heces fecales; para bebida infusión de manzanilla y café con aguardiente, que ejercen una acción estimulante. En los días siguientes, como la mejoría avanzaba rápidamente, se le fué suprimiendo el tratamiento seguido, que duró unos cinco días, y al mismo tiempo se le fué sometiendo a su pienso ordinario, pero de una manera lenta y pausada, hasta que el día diez y siete, encontrándole en perfecto estado fisiológico; le di de alta.
El tratamiento descrito me ha dado muy buenos resultados en otros dos casos de cólicos de arena que se me han presentado en la clínica, y aun cuando se puede poner en práctica este mismo tratamiento en los cólicos por sobrecarga, yo he tenido la ocasión de seguir dicho tratamiento en estos cólicos y no me ha dado tan buenos resultados como en los cólicos de arena.
ANTONIO COMINO Y BERTBLI Veterinario de Monterrubio de la Serena (Badajoz).