COMPROBACIÓN DE LA FRESCURA DE LOS HUEVOS.— Está comprobado que el huevo fresco tiene una densidad aproximada de 1,073; a medida que envejece, el desarrollo de la cámara de aire disminuye esta densidad, y de este hecno surge un medio tan práctico de asegurarse de la frescura de un huevo, que debe aconsejarse siempre, porque su empleo saca por completo de dudas.
Se disuelven 125 gramos de sal común en un litro de agua fría y después se introduce el huevo en la solución. Si el huevo es del día, cae en seguida al fondo; si tiene más de cinco días, sobrenada, y la cascara sale
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