(*)
POl\ EL
DR. MAREK
. de Budapest
Los casos de dilatación aguda del estómago, dice, son
muy frecuentes en la clínica de Budapest, llegando á la;
cifra de 97 en el año. 1'906,de los cuales tuve 5 en ei primer,
trimestre, 29 .en el segundo, 43 en el tercero, y los 20 res-
tantes en el cuarto y último, Estos 97 casos representan
un 13'9 por 100 de los casos de, cólicos observados durante
el mismo año por el autor, de lo cual deduce la consecuencia
(*) Traducción comentada por J. Barceló.
•
REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA 65
de que la dilatación aguda del estómago es una enfermedad
bastante. frecuente.
Goma causa de la enfermedad, señala en 11 ele los referi-
dos casos una ingestión excesiva ele 'alimentos; en los demás,
el caballo había tomado su ración habitual. Por lo tanto,
el accidente se presenta también después de la ingestión 01'-
dinat-iamerite cotidiana de los alimentos. En tres casos sola-
. mente los caballos habían tomado alimentos verdes; y tiene
su explicación en lo poco común que es en las grandes po-
blaciones esta clase de atímentación .
. En 39 de los casos citados puede incrímínarse al traba-
jo inmediato á la comida como factor primordial de la
dolencia. .' . j
Los síntomas, en 7 casos aparecieron en seguida de haber
comido, por ingestión de forrajes verdes en un caso, por
harina de maíz en otro y por excesiva cantidad de bebida
en otro. Los primeros indicios se presentaban durante la
primera hora' que siguió á la comida' en 9 caballos, durante
la segunda en 13, cuando la tercera, en 8, en la cuarta 16,
en la quÍn,ta 13, en la sexta 8 y en la séptima, 6; apareciendo
en otros 5 casos después de medio día de inapetencia.
Se apreciaron eruccíónes en 34 de los casos (un tercio
de los enfermos) y vómitos en 10. De estos últimos, tres
mur-ieron .y los -demás curaron perfectamente,
La Iclifi.c'ultaGen la respiración es constante, variando
únicamente en su intensidad, pudiendo llegar hasta la asfixia.
El pulso muéstrase variable en su frecuencia: á menos.
de 40 en: un enferrno ; de 40 á 49 en 24; de 50 á; 59 en 21;
ele 60 á í69 'en 16; de 70 á 79 en 13; de 80 á 89 en; 7, Y á más
de 90 en 4.
, Los ruidos intestinales se (mostraban más intensos en todos
los casos en que era concomitante el meteorismo intestinal
(31 casos); siendo más ó menos disminuidos si el estómago
era el solo afecta/do, desapareciendo en absoluto cuando llega
la rotura .de este .órgano.
Comprobada la impotencia del tratamiento medicamentoso
y' la cifra elevada de la modalidad, decidió el Dr. Marek
emplear sistemáticamente los medios adecuados para conse-
guir la evacuación del contenido del estómago con el catete?"
estomacal, como él le llama, el que definitivamente adoptó
en los casos objeto de estos experimentos.
Anteriormente había empleado la sonda esofág.ca de Mon-
roe, larga de dos metros; pero el hilo espiral del interior'
del conducto privaba la' salida de las materias alimenticias.
Hizo prácticas luego con un cateter .doble destinado á la
irrigación y expulsión consecutivas, pero el grueso diáme-
tro del aparato impedía 'en muchos casos su aplicación. Más
tarde empleó un cateter- simpje de cauchú rojo con el cual
obtuvo más buenos resultados, y finalmente, ·como consecuen-
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da de sus largos ensayos, puso en práctica', con buen éxito,
el cateter que usa en la' actualidad.
Consiste en un tub'o de cauchú rayado de 2'75 metros,'
con un total diámetro de 27 á 30 milímetros y de 16 mili-
. metros de luz. El extremo terminal del tubo va provisto
de un ibotón cónico. Cegando la luz del tubo en toda su
longitud una caña' apropiada, asegura su rigidez, perrní.ién-
dale al propio tiempo una relativa y necesaria elasticidad.
Como prueba de que la operación es seguida de buenos
resultados y exenta de pelgros, dice Marek que en la clí-
nica de Budapest se practican anualmente más de 100 cate-
terismos del estómago, sea como tratamiento, corno medio
de diagnóstico ó con un fin terapéutico, sin haberse obser-
vado jamás 'un solo caso de perforación ó herida dei esófago.
En 77 de 100ssupradichos casos, bastó una sola introduc-
ción del cateter'; tuvo que repetirse en 9, y en uno solo
fueron precisas tres intervenciones:
En 55 casos sobr-e los 84 tratados, hubo 'necesidad de recu- .
.rrir á la dilución del contenido estomacal por medio 'del
.agua templada. . '
'Hubo necesidad de recurrir á la 'punción del intestino en 5
casos de meteorismo intestinal grave; en 26 casos el meteo-
rismo desapareció á 'continuación del vaciado del estómago.
La capacidad normal del estómago es, según Ellenberger
y Baum, de 8 á 15 litros. La cantidad de materias evacuadas
ha variado en 75 casos de 5 á 30 litros; es preciso recordar
que casi. siempre hay parte de gases en el contenido y que
no se 0:bti:'enejamás la vacuidad absoluta del reservaría. e
En 23 casos-el contenido estomacal se encontró colorado
por la sangre y (se pudo comprobar lal espectroscopo la pre-
sencia de hemoglobína sin .vestgios de glób'ulos rojos, ésto!"
habían sído xíísueltos en el jugo gástrico ácido -.
., El contenido estomacal, en todos los casos fué siempre
acentuadameute ácido;. en estado pastoso se halló en 8 ca-
sos ; 'en 34 líquido, y en 4! se encontró mucha parte de fo-
nrajes. " .
Para 'poder apreciar el valor del tratamiento, es preciso
-deducir de las 92 observaciones 10 casos en los cuales el
cateterismo no pudo ser practicado por sobrevenr la/ muerte
antes ó durante la operación ; 2 casos en que no se pudo
practicar por def'enderse los enferm'os .
.Resta un total de 85 casos dedilatación aguda del estómago
que dieron solamente 4 defunciones (4'7 por 100), y 81 cura-
ciones (95'3 por 100).
, De los cuatro casos de muerte, Uno fué debl'do á meteo-
rismo intestinal y otro á desgarradura del colon. Si hace-
m'0S abstracción de estos dos casos, restan solamente dos
seguidos de muerte, á pesar del cateterismo estomacal. En
uno de estos dos casos el estómago encerraba solamente un
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litro de' una masa' pastosa', y luego, con 'la "inyección de, Un
litro de agua, evacuó 12 litr-os de líquidos; el caballo parecía
curado; no se renovó la operación y vino la rotura de'!' es-
tómago. En cuanto al otro, no mejor-ó su estado general
después de la operación. .
El tanto por ciento de los casos de ruptura del estómago
.con . relación al 'total de muertos porr cólicos, a.canzó á un
.36'por 100 ,en 1898, á un 16 por 100 en 1903, á un' 15' pon
100 en 1'905y á 'un 8 por: 100 en 1906. Esta eIra podría: ser
más reducida "todavía si elimináramos los casos de anima-
'les moribundos en el momento de su presentación ósi los
propietarios. fueran 'más diligentes para poner .en cura á
los' enfermos:' ' ..
. En' los años 1896 y 1897, ensayó el cloruro de bario
para el 'tratamiento, y obtuvo un resultado de defunciones
de 'un 29 Y 34' por 100 respectivamente.
En 66 enfermos fué suficiente una sola evacuación, del
contenido estomacal para quedar completa' y definitivamente
curados.r Casi en todos los casos se manifestaban intensos
dolores antes. de la i:ntervención, desapareciendo aquéllos
luego de 'practicada: ésta. Unícamente en 5 caballos pudo
observarse la persistencia de un p~ocode abatimíéri'rrdurante
una ó varias horas. ..
1 ; En doce 'casos las perturbaciones continuaron de media
á' \ siete horas: habiendo en todos ellos timpanitis intestinal
concomitante que se Iué' resolviendo lentamente, menossea
cinco casos en que Se practicó la' punción -j¡nt~st1nal..' " !
Al vaciado del, estómago en estos experímentos corrsspon-
dieron 13 casos de dilatación aguda secundaria consecutiva»
á un vófvulus en 5; á una obstrucción. del' Ileon en 1.;
,á, la: torsión del colon en 2; Y á los -cólicos tromboembóli-
tos: eh 3. .' .
;··'··'ba cantidad de materias evacuadas en estos 'casos Iué co'Ü',.
síderablet en general; pasó de 13 litros 'en' todos los casos'.
En und, de obstrucción del colon se evacuó .en 19 horas 52
litros ¡de contenido estomacal. Contrariamente de lo obser-
vado -en las, dilataciones primitivas, las 'materias en este caso
tenían la consistencia y el olor del contenido del intestino
delgado, siendo por este hecho un elemento de diagnóstico'
diferencial. , ,.
¡:L Ya se -concíhe que en estos casos secundarios no ha de
tener el cateterismo la heroica acción que en los primitivos
tiene; por esta razón, de los trece enfermos afectados (de
cólicos trombcembólicos, sólo sobr-evivió uno.
De todas maneras, los resultados expuestos llevan al au-
tor á las siguientes conclusiones:
1.a El solo tratamiento racional de la dilatación aguda
del estómago del caballo, consiste en la evacuación del contenido
estomacal con el caieter.
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2.a El empleo del cateterismo estomacal en el caballo, no
ofrece ning~ma dific~6ltad ·real.
Para practicar esta operación, dos ayudantes ómás man-
tienen la cabeza 'del caballo en posición tal, que se abra
todo lo posible el vértice: del ángulo formado por la cabeza
y cuello, colocado en la haca un espéculum de B.ayer. ó
una símple vescalerílla recubiertas sus b arras de estopa ó
lienzo ; y retirada la lengua á un lado, se introduce el cate-
ter embadurnado de grasa por 'su extremo y se empuja sua-
vemente oon las dos manos hasta hacerlo llegar al estómago.
En los casos .de dilatación aguda de la víscera, el cateter
'penetra sin .resistencia dentro del estómago. Alguna vez .se
encuentra. cierta dificultad al franquear el cardias ; en este
casó se retira el mandrín y se inyecta por la extremidad
lilke del tubo, por medio de un embudo, uno ódos litros
de agua templada, y entonces el card.as cede.
. Generalmente,' en cuanto se retira' el mandril, principia
a salir el contenido del estómago. En agunos casos el ori-
ficio "del botón terminal se obstruye. por un tapón alimen-
ticio y debe imprimirse al cateter ligeros movimientos :de
vaivén para que funcione; también pueden inyectarse dos
ó cuatro litros' de agua templada Piara el mismo objeto.
Si el contenido evacuado resulta muy espeso ,ó más ó
menos enrojecido, es preciso completar la operación con
'un 'lavaje al agua' templada, haciendo penetrar por medio
del, embmdo, una ó más veces, ,de 2 á 5 Uros de' agua! tem-
plada que se evacuará en seguida.
La operación se practica en malas condiciones si el animal
está en el suelo; se produce fuerte disnea y no consigue
una respiración suficiente en estas circunstancias.
En todos los casos en que se practique el cateterismo
del estómago, aunque se obtengan buenos resultados, es pr-e-
ciso guardar á los enfermos en observación durante algunas
horas. Si se presentan nuevos síntomas, se repetirá la ope-
ración, (Zeitschrift für Tiermedicin. Enero de 1907).
'Dada la írecuencía de los cólicos en el caballo, Iljo hay
duda que aquí, como en Budapest, es frecuente la d.latación
aguda del estómago. A nosotros .nos convence el trabajo
del Dr. Marek y prometemos ensayar el proced.miento en
c'uantose presente ocasión; por de pronto, podemos ade-
lantar que, en más dé la nÚ~.a:d las- autopsias practicadas.
de
en caballos muertos de cólicos agudos, hemos encontrado
la rotura del estómago.
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