M. TASKIN.- LAS INYECCIONES HIPODÉRMICAS DE SULFATO NEUTRO DE ATROPINA EN LOS CÓLICOS DEL CABALLO.—Bulletin de la Société céntrale de Medicine vétérinai-re, LXXIV, 41-43, sesión del 6 de Enero de 1921.
De los notables trabajos de Re ger sobre los có'icos nerviosos resulta que, en estas manifestaciones, cualquiera que sea el carácter vagotdnico o simpaticotónico de los síntomas, siempre hay que disminuir la excitabilidad del sistema simpático de lo que se deduce la contraindicación de la pilocarpina (con mucha frecuencia empleada en toda clase de cólicos) y la indicación de los antiespasmódicos: opiáceos, extracto etéreo de valeriana y sulfato de atropina.
Ahora bien, en 1 os caballos del ejército se producen unos cólicos.1 que se pueden diagnosticar con acierto sin necesidad de un examen muy atento, y son los cólicos producidos por ingestión de agua fría y los producidos por la acción del frío sobre la superficie del cuerpo. Pues en esta clase de cólicos, en la que predominan los fenómenos nerviosos, es en la que el au'or ha ensayado los agentes medicamentosos preconizados por Roger, y especialmente el extracto etéreo de valeriana y el sulfato neutro de atropina, dando la preferencia a este último despuéss de muchos tanteos.
Durante el verano de 1915, en el frente de la Champaña, los caballos bebían aguas procedentes de un pozo frío, en ocasiones en que el trabajo era intenso y elevada la temperatura exterior y los caballos estaban fatigados. Habiéndose consumido la ración alimenticia inme-diatamente después de beber, el autor tuvo que asistir a bastantes casos de cólicos por indigestión estomacal. En esta ocasión pudo darse cuenta de los buenos efectos obtenidos por la inyección subcutánea de sulfato neutro de atropina a la dosis de dos miligramos y medio, repetida a los quince o treinta minutos si tardaba en producirse el efecto. Generalmente cesaban o disminuian notablemente los fenómenos dolorosos poco después de la primera inyección y se restablecían poco a poco las funciones estomacales e intestinales.
En esta clase de cólicos es fácil darse cuenta por la auscultación de la cesación del pe-ristaltismo estomacal e inferir de ello que existe una parálisis espasmódica del estómago y verosímilmente del píloro. Por esta causa está indicado eomenzar por la administración de pequeñas dosis de alcaloide. Porque si la atropina, disminuyendo la excitabilidad de las terminaciones nerviosas sensitivas del estómago puede hacer cesar el espasmo de origen reflejo, también puede provocar la parálisis de la viscera. El resultado sería perfecto si no hubiese espasmo pilórico; pero como, en la mayoría de los casos debe estar interesada la totalidad del órgano, le ha parecido al autor más lógico comenzar por pequeñas dosis, que tienden adespertar el peristaltismo estomacal. Como esta concepción es algo teórica, el autor no se atreve a decir que sea un mal inyectar cinco miligramos desde un principio; pero cree que no se pierde nada comenzando más moderadamente.
En las mismas condiciones que los anteriores, algunos caballos, que acaso habían ingerido mayor cantidad de agua, fueron atacados de coicos violentos antes de haber tomado su ración. La auscultación demostró la existencia de peristaltismo general y violento con ruido de choque. En suma: cólicos espasmódicos afrigore sin indigestión estomacal. Pensando que en este caso no había ningún inconveniente en anular los movimientos del intestino, inyectó el autor desde un principio cinco miligramos de sulfato de atropina, renovando dos vaces esta dosis con intervalos de quince a treinta minutos. A este tratamiento siguió siempre la sedación, a la que con frecuencia precedió ui período caracterizado por atontamiento y vértigos.
Iguales favorables resultados ha obtenido el autor en otros numerosos casos de cólicos nerviosos que ha tratado por este procedimiento en el período de Octubre de 1918-Enero de 1919. En todos los casos obtuvo la sedación con una inyección de cinco miligramos de atropina, que unas veces fué rerovada y otras no.
De sus numerosos ensayos concluye el autor qns sería conveniente emplear el sulfato neutro de atropina, con preferencia a los demás alcaloides al principio del tratamiento de cualquier caso de cólico, y hasta se pregunta qué buenos efectos.podrían obtenerse del empleo simultáneo de la atropina y de la morfina. Es muy frecuente tratar esta clase de afecciones, cualquiera que sea su origen, por la inyección de pilocarpina, y al autor le parece que este alcaloide está absolutamente contraindicado en la mayoría de los casos, puesto que obra como estimulante del sistema simpático siempre interesado en el síndrome en cuestión. La atropina, por el contrario, no parece tener contraindicación, salvo, si acaso, en 'a indigestión intestinal crónica, cuyo diagnóstico se hace fácilmente de ordinario con auxilio d-: los conmemorativos. Ade más, este medicamento lince siempre buen papel ante la clientela, porque en los numerosos casos- en que no se puede formular de una manera cierta el diagnóstico a continuación del primer examen, la atropina obrará como calmante sin ocasionar perjuicio a'guno, cosa que no se puede decir de la pilocarpina.
Los caminos desterrados de la albeitería nos conectan con un mundo incomprendido y por ello olvidad
(las entradas son revisiones de textos antiguos y
no tan antiguos, el autor no incita ni se responsabiliza
del uso de los remedios expuestos, solo hace un repaso de
textos históricos)
no tan antiguos, el autor no incita ni se responsabiliza
del uso de los remedios expuestos, solo hace un repaso de
textos históricos)
lunes, 1 de noviembre de 2010
TÉTANOS Y ÁCIDO FÉNICO
P. SALVELLI. —SOBRE EL TRATAMIENTO DEL TÉTANOS POR LAS INYECCIONES SUBCUTÁNEAS DE ÁCIDO FÉNICO (MÉTODO DE BACELLI).— Thése de Lyon, 1920.
Entre los métodos terapéuticos propuestos para combatir los casos confirmados de tétanos, el de Bacelli es uno de los más eficaces, pues con él se obtienen curaciones hasta en casos clínicamente muy graves. Con este método desciende la mortalidad en el tétanos en evolución en un promedio del 18 por ioo, cifra muy inferior ala de mortalidad que se produce después del empleo de otros tratamientos, incluso de la sueroterapia, después de la cual ocurren un 55 por 100 de defunciones.
Como el método está basado en la administración subcutánea de una solución de ácido fénico, se variará la dosis inyectada según la importancia de las manifestaciones tetánicas. La dosis media oscila, en el hombre, entre o gr. 15 y o gr. 60, sin peligro de accidentes. Los peligros de intoxicación fénica (orinas negras, colapso térmico) son muy raros y no limitan prácticamente el empleo del método.
En los casos muy graves da excelentes resultados un tratamiento mixto por el suero antitetánico a dosis variables y el método de Bacelli. Estos resultados hacen suponer que el suero obra neutralizando la toxina aun no fijada mientras que el ácido fénico lucha principalmente contra la que ya ha impregnado los centros nerviosos.
Los efectos favorables del ácido fénico en el tratamiento del tétanos humano—y es lógico que lo mismo ocurra en el tétanos animal—son todavía difíciles de interpretar. Según Roe-derich, el ácido fénico sería un antitóxico: llevando su acción electiva sobre la célula nerviosa, es decir, sobre lo mismo que ha impregnado la toxina, neutraliza esta toxina, la inactiva, •* y desde este momento se asiste o la atenuación clínicamente probada de todos los accidentes, y esto proporcionalmente a las dosis inyectadas. La mayor parte de los autores piensan <|U
otra referencia:
http://www.finlay-online.com/FILE/tto.%20tetanos.....pdf
Entre los métodos terapéuticos propuestos para combatir los casos confirmados de tétanos, el de Bacelli es uno de los más eficaces, pues con él se obtienen curaciones hasta en casos clínicamente muy graves. Con este método desciende la mortalidad en el tétanos en evolución en un promedio del 18 por ioo, cifra muy inferior ala de mortalidad que se produce después del empleo de otros tratamientos, incluso de la sueroterapia, después de la cual ocurren un 55 por 100 de defunciones.
Como el método está basado en la administración subcutánea de una solución de ácido fénico, se variará la dosis inyectada según la importancia de las manifestaciones tetánicas. La dosis media oscila, en el hombre, entre o gr. 15 y o gr. 60, sin peligro de accidentes. Los peligros de intoxicación fénica (orinas negras, colapso térmico) son muy raros y no limitan prácticamente el empleo del método.
En los casos muy graves da excelentes resultados un tratamiento mixto por el suero antitetánico a dosis variables y el método de Bacelli. Estos resultados hacen suponer que el suero obra neutralizando la toxina aun no fijada mientras que el ácido fénico lucha principalmente contra la que ya ha impregnado los centros nerviosos.
Los efectos favorables del ácido fénico en el tratamiento del tétanos humano—y es lógico que lo mismo ocurra en el tétanos animal—son todavía difíciles de interpretar. Según Roe-derich, el ácido fénico sería un antitóxico: llevando su acción electiva sobre la célula nerviosa, es decir, sobre lo mismo que ha impregnado la toxina, neutraliza esta toxina, la inactiva, •* y desde este momento se asiste o la atenuación clínicamente probada de todos los accidentes, y esto proporcionalmente a las dosis inyectadas. La mayor parte de los autores piensan <|U
otra referencia:
http://www.finlay-online.com/FILE/tto.%20tetanos.....pdf
REVULSIVOS CUTÁNEOS.
REVULSIVOS CUTÁNEOS.—Para dar a nuestros lectores idea del interés práctico del libro del profesor Otto Regenbogen, recientemente traducido del alemán por el doctor Pedro Farreras, de cuyo libro hablamos en la sección bibliográfica del próximo número a continuación reproducimos las numerosas fórmulas de revulsivos cutáneos que contiene:
Tintura de guindillas 50 gramos.
Alcohol alcanforado, amoniaco líquido, alcohol eterizado y alcohol, a a 115 — Solución de cloruro sódico (con 85 gramos) 500 —
Ni.—Fluido resolutivo.
Amoniaco líquido y cloruro amónico, a a 50 gramos.
Cal viva en polvo y alcohol alcanforado, a a 25 —
Agua 600 —
M.—Licor restaurador de Hertwig. Para fricciones en las torceduras.
Tintura de guindillas 150 gramos.
Alcohol 200 —
Alcohol alcanforado y alcohol etéreo, a a 100 —
Aceite de trementina 10 —
Amoniaco líquido y cloruro amónico, a a 20 —
Agua 850 —
M —Linimento resolutivo.
Cloruro sódico 100 gramos.
Agua destilada 500 —
Alcohol 150 —
Amoniaco líquido 150 —
Éter 50 —
M.—Para fricciones, diluido en 5 partes de agua. Fluido resolutivo.
Amoniaco líquido, alcohol alcanforado y alcohol etéreo, a a 50 gramos.
Aceite de trementina 10 —
M. y agítese bien.—Diluir i¡% de litro en 3¡t de litro de agua Para fricciones. Caballo.
Cloruro sódico y alcohol alcanforado, a a 50 gramos.
Tintura de árnica 100 —
Agua destilada 200 —
M. y agitar bien. Diluir 1/i de litro en s/« de litro de agua. Para fricciones. Caballo.
Aceite de trementina 30 gramos.
Alcohol ancanforado 170 —
M.—Uso externo. Caballo. Derivativo.
Aceite de trementina •. 100 gramos.
Alcohol, hasta 300 —.
M.—Para frotar las paredes abdominales en los cólicos. Caballo,
Aceite de trementina 10 gramos.
Alcoholado de jabón • 150 —
M. y H. linimento.—Para fricciones. Caballo. Tendinitis.
Linimento amoniacal y aceite de trementina, a 100 gramos. a
M.— Uso externo. Friccionar tres veces al día. Caballo. Tendinitis.
Alcohol fórmico y amoniaco líquido, a 25 —a
Alcohol diluido 200 —
M.—Para fricciones. Caballo. Tendovaginitis.
Tintura de cantáridas ' 50 gramos.
Alcohol alcanforado 150 —
M.—Para fricciones. Caballo. Tendinitis.
Aceite de beleño 70 gramos.
Aceite alcanforado 50 —
Amoniaco líquido r 20 —
M. y H. linimento. Para fricciones. Caballo. Tendinitis.
Biíoduro de mercurio 3-5 gramos.
Lanolina 30 —
M. y H. ungüento.-
-Para unciones. Caballo. Tendinitis.
Sulfoictidato amónico 5 gramos.
Vaselina amarilla, hasta 50 —
M. y H. ungüento. Para unciones. Caballo. Tendinitis.
Iodo 3 gramos.
Ioduro potásico 5 —
Landina 40 —
M. y H. ungüento.
-Para unciones. Caballo. Tendinitis.
Iodo 5 gramos.
Ungüento mercurial gris 30 —
M. y H. ungüento. Caballo.
Tendovaginitis.
Emplasto de cantáridas para uso veterinario 50 gramos.
Para aplicar en las inflamaciones de tendones. Caballo. Tendinitis.
Aceite de trementina 20 gramos.
Alcohol alcanforado, hasta 300 —
M. Para fricciones. Caballo. Distensiones articulares.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 gramos.
Para unciones. Caballo. Inflamación articular.
Bicromato potásico '. 3 gramos.
Vaselina amarilla, hasta 50 —
M.—Para unciones. Caballo. Artritis.
Amoniaco líquido y aceite de trementina, a a 50 gramos
Alcohol 250 —
M.—Para unciones. Buey. Distensión articular.
Aceite de crotón-. 2 gramos
Aceite de trementina y jabónjpotásico del comercio, 25 —
a a. M. y H. ungt.—Para unciones. Buey. Rodillera.
Aceite de crotón.: 2 gramos
Aceite de trementina y aceite de colza, a a 25 —
M.—Para unciones. Buey. Inflamación articular.
Büoduro de mercurio 3 gramos
Vaselina amarilla 30 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Caballo. Esparaván.
Büoduro de mercurio 3 gramos
Aceite de crotón V gotas
Ungüento basilicón 20 gramos
M.—Para unciones. Caballo. Esparaván.
Büoduro de mercurio. 3 gramos
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 —
M. y H. ungt.—Caballo. Esparaván.
Emplasto de cantáridas para uso veterinario 30 gramos
Para aplicar. Caballo. Osteoma.
Acido crómico 3 gramos
Vaselina amarilla 30 —
M. y H, ungt.—Para unciones. Caballo. Periostitis.
Bicromato potásico 4 gramos
Vaselina amarilla 30 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Buey. Pariostitis.
Cantáridas el polvo 5 gramos
Pez líquida 45 —
M.—Untar dos veces por semana. Caballo. Osteoma.
Vasolimento de iodo (10 por 100) 50 gramos
Untar una vez al día. Caballo. Osteoma.
Büoduro de mercurio 4 gramos
Ungüento mercurial gris 40 —
M. y H. ungt.—Untar una vez al día. Caballo. Osteoma. Corva.
Ungüento mercurial gris 20 gramos.
Alcanfor triturado 2 —
Jabón potásico del comercio 10 —
M. y H. ungüento.—Uso externo.—Untar una vez al día. Caballo. Osteoma. Periostitis osificante.
Iodo 2 gramos.
Ioduro potásico 5 —
Vaselina amarilla, hasta ; 30 —
M. y H. ungt.—Uso externo. Caballo. Osteoma.
Pomada de ioduro potásico y linimento amoniacal alcanforado, a a... 25 gramos. . M. y H. linimento.—Uso externo. Caballo. Osteoma. Periostitis.
Polvo de cantáridas 5 gramos.
Trementina común y vaselina amarilla, a a 20 —
M. y H. ungt.—Untar una vez al día. Caballo. Periostitis osificante.
Büoduro de mercurio 3 gramos.
Ungüento mercurial gris y jabón potásico del comercio 25 —
M. y H. ungt.—Untar una vez al día. Caballo. Osteoma.
Cantaridina • 1 centigramo.
Ungüento de trementina, hasta 50 gramos 50 gramos.
M. Untar una vez al día. Caballo. Osteoma.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 gramos.
Euforbio 3 —
Aceite de trementina 10 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Buey. Artritis.
Cantaridina 1-2 centigramos.
Aceite de cacahuetes 5 gramos.
Trementina 20 —
Cera amarilla y enforbio, a a 10 —
Lanolina, hasta 100 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Pomada corrosiva.
Fibrolisina Merck : ll1/* gramos.
D. de tales núm. 5.—Caballo (Perro: 2 gramos 30 centigramos; D. de tales dosis núm. 4). Para inyectar con intervalos de 1-7 días en cicatrices, esclerosis, osteo-mas, artritis.
Tártaro estibiado 5 gramos.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 50 —
M. y H. ungt.—Para untar en dos veces. Buey. Pomada escarrótica.
Acido tónico... 15 gramos.
Jabón potásico del comercio 25 —
Pez líqu'di 5o —
M. y H. ungt.—Para untar diariamente. Caballo. Alifafes.
Colodión canfariado 30 gramos.
Para pintar una vez al día. Caballo. Alifafes.
Pez líquida y jabón potásico del comercio, a a 25 gramos.
Acido fénico impuro „... 10 —
M.—Un'ar diariamente. Caballo. Alifafes y agrión.
Biioduro de mercurio - 2 gramos
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 —
M. y H. ungt.—Frotar a diario. Caballo. Alifafes. Esparaván.
Sulfuro potásico • 5 gramos.
Jabón potásico del comercio y vaselina amarilla, a a 30 —
M y H. ungt.—Para untar a diario por medio de agua caliente. Caballo. Alifafes y agrión.
Vasolimento de iodo (6 por 100) 100 gramos.
Para unciones. Caballo. Alifafes.
lodo 2 gramos.
Ioduro potásico 5 —
Vaselina amarilla y lanolina, a a 25 —
M. y H. ungt.—Para untar 1 vez al día. Caballo. Alifafes.
Tintura de iodo , , lOgramos.
Agua destilada 20
M.—Para inyectar en los alifafes. Caballo.
I°dO " 1 gramo.
Ioduro potásico , , .,.,, 2 _
Agua destilada, hasta 50 •—
M.—Para inyectar en una vaina tendinosa. Caballo. Higroma de vainas tendinosas.
Ungüento mercurial gris y jabón potásico del comercio, a a 30 gramos.
Aceite alcanforado, hasta • 100 —
M.—Para unciones. Caballo. Corva.
Ungüento mercurial gris , 30 gramos.
Trementina 10 —
Jabón potásico del comercio 20 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Caballo. Codillera.
Ungüento mercurial gris y jabón potásico del comercio, a a 25 gramos.
• M. y H. ungt.—Para untar una vez al día. Caballo. Agrión. Lupias de las paredes torácicas.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario y jabón potásico del comercio, a a 80 gramos.
M. y H. ungt.—Para unciones, Caballo. Lupias torácicas.
Polvo de corteza de encina. , 10 gramos.
Pez líquida y jabón potásico del comercio, a a 45 —
M.—Para embadurnar una vez al día. Caballo. Corva.
Jabón potásico del mercado 50 gramos.
Carbonato potásico del comercio 10 —
M.—Para untar una vez al día. Caballo. Corva.
lodo , , 2 gramos.
Ioduro potásico , 5 —
Vaselina amarilla 40 —
M. y H. ungt.—Para untar una vez al día. Caballo. Corva.
Tintura de cantáridas y petróleo, a a 5 gramos.
Jabón potásico del comercio 40 —
M. y H. ungt.—Aplicar una vez al día. Caballo. Corva.
Sulfato cúprico en polvo , 5 gramos.
Trementina, hasta 50 —
M. y H. pasta.—Para curaciones. Caballo. Heridas articulares.
Acido tánico y ácido fénico licuefacto, a a 5 gramos.
Alcohol, hasta 100 —
M.—Para curaciones. Caballo. Heridas articulares.
Bicloruro de mercurio '2 gramos.
Alcohol, hasta 50 —
M. y H. solución.—Para curar una herida articular. Caballo.
Percloruro de hierro líquido .., 30 gramos.
Para curar una herida articular. Caballo.
Polvo de semillas de mostaza 500 gramos.
Hacer pasta con agua caliente, poner una capa del grosor del meñique sobre un trozo de arpillera y aplicar a las paredes del pecho. Caballo. Derivativo en la pleuritis.
Aceite de mostaza 10-16 gramos.
Alcohol, hasta , , 200
M.—Para fricciones. Caballo. Buey. Pleuritis. Pneumonía.
Alcohólalo de mostaza ..,.., 50 gramos,
Para frotar las paredes del tórax. Perro. Pneumonía.
•
Por esta copiosa serie de recetas de revulsivos cutáneos se alcanza a comprender fácilmente que los «Elementos del Arte de recelar y Colección de Veterinarios y Estudiantes», que así se titula el libro del profesor Regenbogen traducido por el doctor Farreras, son de gran interés para todos los prácticos, pues, además de acertadas reglas técnicas, contiene 1.312 recetas seleccionadas. La obra, encuadernada en tela, cuesta seis pesetas y cincuenta céntimos. Diríjanse los pedidos a don Francisco Farreras, Apartado número 463, Barcelona.
Tintura de guindillas 50 gramos.
Alcohol alcanforado, amoniaco líquido, alcohol eterizado y alcohol, a a 115 — Solución de cloruro sódico (con 85 gramos) 500 —
Ni.—Fluido resolutivo.
Amoniaco líquido y cloruro amónico, a a 50 gramos.
Cal viva en polvo y alcohol alcanforado, a a 25 —
Agua 600 —
M.—Licor restaurador de Hertwig. Para fricciones en las torceduras.
Tintura de guindillas 150 gramos.
Alcohol 200 —
Alcohol alcanforado y alcohol etéreo, a a 100 —
Aceite de trementina 10 —
Amoniaco líquido y cloruro amónico, a a 20 —
Agua 850 —
M —Linimento resolutivo.
Cloruro sódico 100 gramos.
Agua destilada 500 —
Alcohol 150 —
Amoniaco líquido 150 —
Éter 50 —
M.—Para fricciones, diluido en 5 partes de agua. Fluido resolutivo.
Amoniaco líquido, alcohol alcanforado y alcohol etéreo, a a 50 gramos.
Aceite de trementina 10 —
M. y agítese bien.—Diluir i¡% de litro en 3¡t de litro de agua Para fricciones. Caballo.
Cloruro sódico y alcohol alcanforado, a a 50 gramos.
Tintura de árnica 100 —
Agua destilada 200 —
M. y agitar bien. Diluir 1/i de litro en s/« de litro de agua. Para fricciones. Caballo.
Aceite de trementina 30 gramos.
Alcohol ancanforado 170 —
M.—Uso externo. Caballo. Derivativo.
Aceite de trementina •. 100 gramos.
Alcohol, hasta 300 —.
M.—Para frotar las paredes abdominales en los cólicos. Caballo,
Aceite de trementina 10 gramos.
Alcoholado de jabón • 150 —
M. y H. linimento.—Para fricciones. Caballo. Tendinitis.
Linimento amoniacal y aceite de trementina, a 100 gramos. a
M.— Uso externo. Friccionar tres veces al día. Caballo. Tendinitis.
Alcohol fórmico y amoniaco líquido, a 25 —a
Alcohol diluido 200 —
M.—Para fricciones. Caballo. Tendovaginitis.
Tintura de cantáridas ' 50 gramos.
Alcohol alcanforado 150 —
M.—Para fricciones. Caballo. Tendinitis.
Aceite de beleño 70 gramos.
Aceite alcanforado 50 —
Amoniaco líquido r 20 —
M. y H. linimento. Para fricciones. Caballo. Tendinitis.
Biíoduro de mercurio 3-5 gramos.
Lanolina 30 —
M. y H. ungüento.-
-Para unciones. Caballo. Tendinitis.
Sulfoictidato amónico 5 gramos.
Vaselina amarilla, hasta 50 —
M. y H. ungüento. Para unciones. Caballo. Tendinitis.
Iodo 3 gramos.
Ioduro potásico 5 —
Landina 40 —
M. y H. ungüento.
-Para unciones. Caballo. Tendinitis.
Iodo 5 gramos.
Ungüento mercurial gris 30 —
M. y H. ungüento. Caballo.
Tendovaginitis.
Emplasto de cantáridas para uso veterinario 50 gramos.
Para aplicar en las inflamaciones de tendones. Caballo. Tendinitis.
Aceite de trementina 20 gramos.
Alcohol alcanforado, hasta 300 —
M. Para fricciones. Caballo. Distensiones articulares.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 gramos.
Para unciones. Caballo. Inflamación articular.
Bicromato potásico '. 3 gramos.
Vaselina amarilla, hasta 50 —
M.—Para unciones. Caballo. Artritis.
Amoniaco líquido y aceite de trementina, a a 50 gramos
Alcohol 250 —
M.—Para unciones. Buey. Distensión articular.
Aceite de crotón-. 2 gramos
Aceite de trementina y jabónjpotásico del comercio, 25 —
a a. M. y H. ungt.—Para unciones. Buey. Rodillera.
Aceite de crotón.: 2 gramos
Aceite de trementina y aceite de colza, a a 25 —
M.—Para unciones. Buey. Inflamación articular.
Büoduro de mercurio 3 gramos
Vaselina amarilla 30 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Caballo. Esparaván.
Büoduro de mercurio 3 gramos
Aceite de crotón V gotas
Ungüento basilicón 20 gramos
M.—Para unciones. Caballo. Esparaván.
Büoduro de mercurio. 3 gramos
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 —
M. y H. ungt.—Caballo. Esparaván.
Emplasto de cantáridas para uso veterinario 30 gramos
Para aplicar. Caballo. Osteoma.
Acido crómico 3 gramos
Vaselina amarilla 30 —
M. y H, ungt.—Para unciones. Caballo. Periostitis.
Bicromato potásico 4 gramos
Vaselina amarilla 30 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Buey. Pariostitis.
Cantáridas el polvo 5 gramos
Pez líquida 45 —
M.—Untar dos veces por semana. Caballo. Osteoma.
Vasolimento de iodo (10 por 100) 50 gramos
Untar una vez al día. Caballo. Osteoma.
Büoduro de mercurio 4 gramos
Ungüento mercurial gris 40 —
M. y H. ungt.—Untar una vez al día. Caballo. Osteoma. Corva.
Ungüento mercurial gris 20 gramos.
Alcanfor triturado 2 —
Jabón potásico del comercio 10 —
M. y H. ungüento.—Uso externo.—Untar una vez al día. Caballo. Osteoma. Periostitis osificante.
Iodo 2 gramos.
Ioduro potásico 5 —
Vaselina amarilla, hasta ; 30 —
M. y H. ungt.—Uso externo. Caballo. Osteoma.
Pomada de ioduro potásico y linimento amoniacal alcanforado, a a... 25 gramos. . M. y H. linimento.—Uso externo. Caballo. Osteoma. Periostitis.
Polvo de cantáridas 5 gramos.
Trementina común y vaselina amarilla, a a 20 —
M. y H. ungt.—Untar una vez al día. Caballo. Periostitis osificante.
Büoduro de mercurio 3 gramos.
Ungüento mercurial gris y jabón potásico del comercio 25 —
M. y H. ungt.—Untar una vez al día. Caballo. Osteoma.
Cantaridina • 1 centigramo.
Ungüento de trementina, hasta 50 gramos 50 gramos.
M. Untar una vez al día. Caballo. Osteoma.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 gramos.
Euforbio 3 —
Aceite de trementina 10 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Buey. Artritis.
Cantaridina 1-2 centigramos.
Aceite de cacahuetes 5 gramos.
Trementina 20 —
Cera amarilla y enforbio, a a 10 —
Lanolina, hasta 100 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Pomada corrosiva.
Fibrolisina Merck : ll1/* gramos.
D. de tales núm. 5.—Caballo (Perro: 2 gramos 30 centigramos; D. de tales dosis núm. 4). Para inyectar con intervalos de 1-7 días en cicatrices, esclerosis, osteo-mas, artritis.
Tártaro estibiado 5 gramos.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 50 —
M. y H. ungt.—Para untar en dos veces. Buey. Pomada escarrótica.
Acido tónico... 15 gramos.
Jabón potásico del comercio 25 —
Pez líqu'di 5o —
M. y H. ungt.—Para untar diariamente. Caballo. Alifafes.
Colodión canfariado 30 gramos.
Para pintar una vez al día. Caballo. Alifafes.
Pez líquida y jabón potásico del comercio, a a 25 gramos.
Acido fénico impuro „... 10 —
M.—Un'ar diariamente. Caballo. Alifafes y agrión.
Biioduro de mercurio - 2 gramos
Ungüento de cantáridas para uso veterinario 30 —
M. y H. ungt.—Frotar a diario. Caballo. Alifafes. Esparaván.
Sulfuro potásico • 5 gramos.
Jabón potásico del comercio y vaselina amarilla, a a 30 —
M y H. ungt.—Para untar a diario por medio de agua caliente. Caballo. Alifafes y agrión.
Vasolimento de iodo (6 por 100) 100 gramos.
Para unciones. Caballo. Alifafes.
lodo 2 gramos.
Ioduro potásico 5 —
Vaselina amarilla y lanolina, a a 25 —
M. y H. ungt.—Para untar 1 vez al día. Caballo. Alifafes.
Tintura de iodo , , lOgramos.
Agua destilada 20
M.—Para inyectar en los alifafes. Caballo.
I°dO " 1 gramo.
Ioduro potásico , , .,.,, 2 _
Agua destilada, hasta 50 •—
M.—Para inyectar en una vaina tendinosa. Caballo. Higroma de vainas tendinosas.
Ungüento mercurial gris y jabón potásico del comercio, a a 30 gramos.
Aceite alcanforado, hasta • 100 —
M.—Para unciones. Caballo. Corva.
Ungüento mercurial gris , 30 gramos.
Trementina 10 —
Jabón potásico del comercio 20 —
M. y H. ungt.—Para unciones. Caballo. Codillera.
Ungüento mercurial gris y jabón potásico del comercio, a a 25 gramos.
• M. y H. ungt.—Para untar una vez al día. Caballo. Agrión. Lupias de las paredes torácicas.
Ungüento de cantáridas para uso veterinario y jabón potásico del comercio, a a 80 gramos.
M. y H. ungt.—Para unciones, Caballo. Lupias torácicas.
Polvo de corteza de encina. , 10 gramos.
Pez líquida y jabón potásico del comercio, a a 45 —
M.—Para embadurnar una vez al día. Caballo. Corva.
Jabón potásico del mercado 50 gramos.
Carbonato potásico del comercio 10 —
M.—Para untar una vez al día. Caballo. Corva.
lodo , , 2 gramos.
Ioduro potásico , 5 —
Vaselina amarilla 40 —
M. y H. ungt.—Para untar una vez al día. Caballo. Corva.
Tintura de cantáridas y petróleo, a a 5 gramos.
Jabón potásico del comercio 40 —
M. y H. ungt.—Aplicar una vez al día. Caballo. Corva.
Sulfato cúprico en polvo , 5 gramos.
Trementina, hasta 50 —
M. y H. pasta.—Para curaciones. Caballo. Heridas articulares.
Acido tánico y ácido fénico licuefacto, a a 5 gramos.
Alcohol, hasta 100 —
M.—Para curaciones. Caballo. Heridas articulares.
Bicloruro de mercurio '2 gramos.
Alcohol, hasta 50 —
M. y H. solución.—Para curar una herida articular. Caballo.
Percloruro de hierro líquido .., 30 gramos.
Para curar una herida articular. Caballo.
Polvo de semillas de mostaza 500 gramos.
Hacer pasta con agua caliente, poner una capa del grosor del meñique sobre un trozo de arpillera y aplicar a las paredes del pecho. Caballo. Derivativo en la pleuritis.
Aceite de mostaza 10-16 gramos.
Alcohol, hasta , , 200
M.—Para fricciones. Caballo. Buey. Pleuritis. Pneumonía.
Alcohólalo de mostaza ..,.., 50 gramos,
Para frotar las paredes del tórax. Perro. Pneumonía.
•
Por esta copiosa serie de recetas de revulsivos cutáneos se alcanza a comprender fácilmente que los «Elementos del Arte de recelar y Colección de Veterinarios y Estudiantes», que así se titula el libro del profesor Regenbogen traducido por el doctor Farreras, son de gran interés para todos los prácticos, pues, además de acertadas reglas técnicas, contiene 1.312 recetas seleccionadas. La obra, encuadernada en tela, cuesta seis pesetas y cincuenta céntimos. Diríjanse los pedidos a don Francisco Farreras, Apartado número 463, Barcelona.
UN TRATAMIENTO EFICAZ DE LA DIARREA DE LOS TERNEROS
UN TRATAMIENTO EFICAZ DE LA DIARREA DE LOS TERNEROS.—En unas cuantas cucharadas de agua se vierten tres gotas de tintura de iodo al 1 por 10, y ¿e añade un poco de bizcocho partido en pedazos, o bien algo de harina, si no se tienen bizcochos a mano. Inmediatamente se fija el iodo en el almidón y se torna la mezcla de color azul, perdiendo parte de su gusto y de su olor a iodo. El objeto del almidón es
ijar momentáneamente el iodo y transportarlo al intestino, permitiéndole así que no obre solamente en el estómago.
En los terneros, mientras se practica esta cura, se debe disminuir algo la ración alimenticia, y en el intervalo de los pastos, a la media hora después de ellos, se administrará al enfermo, hasta cinco veces cada día la mezcla de íoduro de almidón hecha en el mismo momento de su empleo de la sencilla manera indicada al principio de esta nota.
ijar momentáneamente el iodo y transportarlo al intestino, permitiéndole así que no obre solamente en el estómago.
En los terneros, mientras se practica esta cura, se debe disminuir algo la ración alimenticia, y en el intervalo de los pastos, a la media hora después de ellos, se administrará al enfermo, hasta cinco veces cada día la mezcla de íoduro de almidón hecha en el mismo momento de su empleo de la sencilla manera indicada al principio de esta nota.
LA FRESCURA DE LOS HUEVOS
COMPROBACIÓN DE LA FRESCURA DE LOS HUEVOS.— Está comprobado que el huevo fresco tiene una densidad aproximada de 1,073; a medida que envejece, el desarrollo de la cámara de aire disminuye esta densidad, y de este hecno surge un medio tan práctico de asegurarse de la frescura de un huevo, que debe aconsejarse siempre, porque su empleo saca por completo de dudas.
Se disuelven 125 gramos de sal común en un litro de agua fría y después se introduce el huevo en la solución. Si el huevo es del día, cae en seguida al fondo; si tiene más de cinco días, sobrenada, y la cascara sale
Se disuelven 125 gramos de sal común en un litro de agua fría y después se introduce el huevo en la solución. Si el huevo es del día, cae en seguida al fondo; si tiene más de cinco días, sobrenada, y la cascara sale
Gangrena y seroterapia
Un caso de gangrena invasora, seguida de curación con el empleo de suero normal de caballo
Teniendo noticias de las excelencias e importancia piáctica que asignan algunos ígnísimos comprofesores, así españoles como extranjeros, al suero polivalente en el atamiento de las heridas, trabajos posteriores, experimentos completados por la ceí-ica, parece que pretenden llegar a establecer unas conclusiones que admiiimos des-e luego con idéntico fin y con no menos eficaces resuüados en la aplicación del sue-o normal de caballo, cuyos maravillosos resultados quedan de manifiesto en este aso que menciono.
El veinte de Julio último, al hacer una visita diaria en el pueblo de Sabinán (Zara-oza) encuentro a un cliente, don Babil Lafuente, que me dice tener un asno con una erida; pasamos a su casa y me presenta un burro del país, entero, de 10 años, careno, buena alzada, temperamento linfático, buen estado de carnes, y destinado a las abores agrícolas, el cual, al reconocerlo, vi que efectivamente presentaba una herida únzante y profunda de seis centímetros de abertura por diez de profundidad, produ-ida a la altura de la articulación sacro-coxal derecha, con tendencia hacia la arti-ulación coxo-femoral; pero que descuidada por el espacio de tres días se habia pre-entado la gangrena invasora; el olor que despide, característico de este proceso, se ercibe a distancia. Desbridada la herida ampliamente admite el puño y la muñeca con oda facilidad.
En los dos primeros días, a partir de esta visita, la temperatura, con pocas oscilaciones, es de 37J y medio. Pasadas estas cuarenta y echo horas hasta el sexto día, la temperatura asciende y se mantiene por la tarde entre 40° y 41°.
Todos los síntomas de la intoxicación se hacen visibles al noveno día, porque el rápido enflaquecimiento del animal es fácilmente apreciable, a pesar de que el enfermo mantiene su apetito; la temperatura desciende a 38°, manteniéndose por espacio de seis días para llegar luego a la normal, lo que nos dice que la eliminación de las toxinas se ha verificado y, por ende, la putrefacción de los tejidos ha cesado.
La alimentación del enfermo ha sido a no poder más, nutritiva y abundante, habiéndole administrado inyecciones de cafeína y tónicos.
El tratamiento seguido después de la gran desbridación, ha sido extirpación de toda la región mortificada, abundante lavado con agua salada, tibia, al diez por mil y dos veces al día e imbibición de la superficie de la capacidad, introduciendo una delgada plancha de algodón envuelta en gasas embebidas en suero normal de caballo. Diez dias después de este tratamiento, la herida se ha llenado de un tejido fino y rosado con un rodete periférico de líquido ligeramente coagulado; a los quince, la cicatrización es casi completa y a los veinte es dedicado el animal al trabajo.
•Otros casos más podría referir en estas notas tratadas por el mismo procedimiento y análogos resultados, todo lo cual nos hace concebir la idea de que el suero normal de caballo obra prácticamente como el suero polivalente de Leclainche y Vallée, favoreciendo la fagocitosis y destruyendo los gérmenes patógenos dejando el organismo en condiciones de vitalidad; pero como estos interesantes estudios seroterápi-cos aún no están bien terminados, bástenos por hoy con no olvidar que la seroterapia nació ayer y que ha dado ya, no solamente promesas, sino resultados.
JULIÁN PARDOS DE ZORRAQCINO Veterinario en Cadreita (Navarra)
Teniendo noticias de las excelencias e importancia piáctica que asignan algunos ígnísimos comprofesores, así españoles como extranjeros, al suero polivalente en el atamiento de las heridas, trabajos posteriores, experimentos completados por la ceí-ica, parece que pretenden llegar a establecer unas conclusiones que admiiimos des-e luego con idéntico fin y con no menos eficaces resuüados en la aplicación del sue-o normal de caballo, cuyos maravillosos resultados quedan de manifiesto en este aso que menciono.
El veinte de Julio último, al hacer una visita diaria en el pueblo de Sabinán (Zara-oza) encuentro a un cliente, don Babil Lafuente, que me dice tener un asno con una erida; pasamos a su casa y me presenta un burro del país, entero, de 10 años, careno, buena alzada, temperamento linfático, buen estado de carnes, y destinado a las abores agrícolas, el cual, al reconocerlo, vi que efectivamente presentaba una herida únzante y profunda de seis centímetros de abertura por diez de profundidad, produ-ida a la altura de la articulación sacro-coxal derecha, con tendencia hacia la arti-ulación coxo-femoral; pero que descuidada por el espacio de tres días se habia pre-entado la gangrena invasora; el olor que despide, característico de este proceso, se ercibe a distancia. Desbridada la herida ampliamente admite el puño y la muñeca con oda facilidad.
En los dos primeros días, a partir de esta visita, la temperatura, con pocas oscilaciones, es de 37J y medio. Pasadas estas cuarenta y echo horas hasta el sexto día, la temperatura asciende y se mantiene por la tarde entre 40° y 41°.
Todos los síntomas de la intoxicación se hacen visibles al noveno día, porque el rápido enflaquecimiento del animal es fácilmente apreciable, a pesar de que el enfermo mantiene su apetito; la temperatura desciende a 38°, manteniéndose por espacio de seis días para llegar luego a la normal, lo que nos dice que la eliminación de las toxinas se ha verificado y, por ende, la putrefacción de los tejidos ha cesado.
La alimentación del enfermo ha sido a no poder más, nutritiva y abundante, habiéndole administrado inyecciones de cafeína y tónicos.
El tratamiento seguido después de la gran desbridación, ha sido extirpación de toda la región mortificada, abundante lavado con agua salada, tibia, al diez por mil y dos veces al día e imbibición de la superficie de la capacidad, introduciendo una delgada plancha de algodón envuelta en gasas embebidas en suero normal de caballo. Diez dias después de este tratamiento, la herida se ha llenado de un tejido fino y rosado con un rodete periférico de líquido ligeramente coagulado; a los quince, la cicatrización es casi completa y a los veinte es dedicado el animal al trabajo.
•Otros casos más podría referir en estas notas tratadas por el mismo procedimiento y análogos resultados, todo lo cual nos hace concebir la idea de que el suero normal de caballo obra prácticamente como el suero polivalente de Leclainche y Vallée, favoreciendo la fagocitosis y destruyendo los gérmenes patógenos dejando el organismo en condiciones de vitalidad; pero como estos interesantes estudios seroterápi-cos aún no están bien terminados, bástenos por hoy con no olvidar que la seroterapia nació ayer y que ha dado ya, no solamente promesas, sino resultados.
JULIÁN PARDOS DE ZORRAQCINO Veterinario en Cadreita (Navarra)
domingo, 31 de octubre de 2010
PASTA DE BISMUTO IODOFORMADA EL EL TRATAMIENO DE LAS HERIDAS
LA PASTA DE BISMUTO IODOFORMADA EL EL TRATAMIENO DE LAS HERIDAS.—Con el nombre de «Bipp» se conoce en Inglaterra una pasta de bismuto iodoformada que se prepara con arreglo a esta fórmula:
Iodoformo 16 partes.
Subnitrato de bismuto . 8 —•
Aceite de vaselina \ 8 —
mezclando el iodoformo y el bismuto en un mortero y añadiendo el aceite para formar una pasta espesa, la cual se malaxa después sobre un mármol para hacerla perfectamente homogénea.
Como esta pasta venía empleándose con gran éxito por los cirujanos ingleses, el Ministerio de la Guerra de dicho país ordenó que lo ensayaran los veterinarios militares, de los cuales el capitán Peatt fué el que más lo empleó durante su permanencia en el ejército de Oriente, publicando después un interesante artículo en The Vete-rinary Journal (Mayo de 1919), dando cuenta de los resultados obtenidos e instrucciones para su empleo.
La herida que se va a tratar debe limpiarse antes cuidadosamente para quitar todos los cuerpos extraños, fragmentos de huesos o de tejidos enfermos, y después se raspará bien. El traumatismo y la piel circundante se taponan con petróleo y después se secan. Conviene renovar el taponamiento con gasa seca en el momento de aplicar la pasta, la cual no debe aplicarse de una manera durable hasta 24 horas después de la limpieza, cuando la hemorragia ha cesado.
Con un poco de gasa o simplemente con el dedo muy limpio, se frota el «Bipp» por todas las partes de la herida, teniendo cuidado de hacer penetrar el producto hasta las zonas más profundas. Si se trata de un traumatismo que supura poco, se puede cerrar la herida por taponamiento y hasta por sutura. Si la supuración es abundante debe hacerse un drenaje hasta que disminuya. Cuando se hace sutura, se deben recubrir los puntos con pasta, teniendo cuidado de que rebase un poco la línea. Debe emplearse siempre poca cantidad de «Bipp». Se tendrá puesta la cura de 5 a 14 días, según la naturaleza de la herida.
Peatt dice que la pasta de bismuto iodoformada es de resultados excelentes, sobre todo en la práctica militar, porque permite espaciar las curas. Nunca es irritante para las heridas y permite la curación por primera intención. Además parece dotada de un verdadero poder sedativo. Es, al mismo tiempo, el tratamiento más económico por la poca cantidad de producto que se emplea, y, según Peatt, es mejor que el líquido de Carrel, sobre todo porque no tiene las dificultades de aplicación de éste.
Iodoformo 16 partes.
Subnitrato de bismuto . 8 —•
Aceite de vaselina \ 8 —
mezclando el iodoformo y el bismuto en un mortero y añadiendo el aceite para formar una pasta espesa, la cual se malaxa después sobre un mármol para hacerla perfectamente homogénea.
Como esta pasta venía empleándose con gran éxito por los cirujanos ingleses, el Ministerio de la Guerra de dicho país ordenó que lo ensayaran los veterinarios militares, de los cuales el capitán Peatt fué el que más lo empleó durante su permanencia en el ejército de Oriente, publicando después un interesante artículo en The Vete-rinary Journal (Mayo de 1919), dando cuenta de los resultados obtenidos e instrucciones para su empleo.
La herida que se va a tratar debe limpiarse antes cuidadosamente para quitar todos los cuerpos extraños, fragmentos de huesos o de tejidos enfermos, y después se raspará bien. El traumatismo y la piel circundante se taponan con petróleo y después se secan. Conviene renovar el taponamiento con gasa seca en el momento de aplicar la pasta, la cual no debe aplicarse de una manera durable hasta 24 horas después de la limpieza, cuando la hemorragia ha cesado.
Con un poco de gasa o simplemente con el dedo muy limpio, se frota el «Bipp» por todas las partes de la herida, teniendo cuidado de hacer penetrar el producto hasta las zonas más profundas. Si se trata de un traumatismo que supura poco, se puede cerrar la herida por taponamiento y hasta por sutura. Si la supuración es abundante debe hacerse un drenaje hasta que disminuya. Cuando se hace sutura, se deben recubrir los puntos con pasta, teniendo cuidado de que rebase un poco la línea. Debe emplearse siempre poca cantidad de «Bipp». Se tendrá puesta la cura de 5 a 14 días, según la naturaleza de la herida.
Peatt dice que la pasta de bismuto iodoformada es de resultados excelentes, sobre todo en la práctica militar, porque permite espaciar las curas. Nunca es irritante para las heridas y permite la curación por primera intención. Además parece dotada de un verdadero poder sedativo. Es, al mismo tiempo, el tratamiento más económico por la poca cantidad de producto que se emplea, y, según Peatt, es mejor que el líquido de Carrel, sobre todo porque no tiene las dificultades de aplicación de éste.
LA CONSANGUINIDAD
LA CONSANGUINIDAD
'CONFERENCIA PRONUNCIADA EN CALATAYUD POR DON PlJBLIO F. CoDERQUEj
INSPECTOR DE HIGIENE Y SANIDAD PECUARIAS DE LA PROVINCIA DE ZARAGOZA,
v RECOGIDA POR DON FRANCISCO PASTOR INSPECTOR DE HIGIENE Y SANIDAD
PECUARIAS DE LA PROVINCIA DE TERUEL).
«Señores: La finalidad de la zootecnia es producir muchos animales, con el mayor provecho posible. Uno de los medios por los cuales llegamos a esa finalidad es la reproducción intervenida por el hombre. La reproducción intervenida y sistematizada puede verificarse por los métodos siguientes: Consanguinidad, Selección, Cruzamiento, Mestizaje e Hibridación. La consanguinidad es la reproducción entre individuos de una misma raza, el cruzamiento entre individuos de dos razas distintas, el mestizaje entre los productos del cruzamiento de dos razas diferentes y la hibridación entre individuos de dos especies distintas.
'CONFERENCIA PRONUNCIADA EN CALATAYUD POR DON PlJBLIO F. CoDERQUEj
INSPECTOR DE HIGIENE Y SANIDAD PECUARIAS DE LA PROVINCIA DE ZARAGOZA,
v RECOGIDA POR DON FRANCISCO PASTOR INSPECTOR DE HIGIENE Y SANIDAD
PECUARIAS DE LA PROVINCIA DE TERUEL).
«Señores: La finalidad de la zootecnia es producir muchos animales, con el mayor provecho posible. Uno de los medios por los cuales llegamos a esa finalidad es la reproducción intervenida por el hombre. La reproducción intervenida y sistematizada puede verificarse por los métodos siguientes: Consanguinidad, Selección, Cruzamiento, Mestizaje e Hibridación. La consanguinidad es la reproducción entre individuos de una misma raza, el cruzamiento entre individuos de dos razas distintas, el mestizaje entre los productos del cruzamiento de dos razas diferentes y la hibridación entre individuos de dos especies distintas.
PIOJOS
No MÁS PIOJOS.—Según Labbé y Wahl, para la destrucción rápida de los piojos, mejor que la bencina, que el sublimado acético, que el formol, que la pomada de Blmerich y que todos los remedios conocidos, son las pulverizaciones con la solución siguiente:
4 Anisol 4 gramos
Alcohol de 96° ' 46 —
Agua 50 —
4 Anisol 4 gramos
Alcohol de 96° ' 46 —
Agua 50 —
EXTRACCIÓN DE LA PLACENTA
* *
LA EXTRACCIÓN DE LA PLACENTA.—Para evitar los numerosos inconvenientes que ofrecen los métodos actuales de extracción de la placenta, entre cuyos inconvenientes no es el menor la exposición del operador a accidentes infecciosos consecutivos, Shaw aconseja el empleo del siguiente método, muy simple y de eficaces resultados:
Se inyecta en la vena umbilical o en una arteria umbilical del cordón una solución salina o antiséptica (agua fisiológica, solución débil de permanganato, etc.), cuya solución llega a la placenta, la pone edematosa, distiende las vellosidades plaoentarias, que así se separan mecánicamente de la mucosa uterina, y despierta y excita las contracciones uterinas, favoreciendo el acto eliminatorio.
Para que la inyección pueda hacerse bien, se fija una cánula en el vaso sanguíneo y se relaciona esta cánula, por medio de un tubo de caucho, con el recipiente que contiene la solución que se va a inyectar, cuyo recipiente se coloca a cierta altura para que la solución salga con una presión ligera.
Ahora bien, la condición indispensable para que este método tenga éxito, es la de que estén intactos los vasos del cordón umbilical por los cuales se realiza la inyección. Por eso aconseja Shaw que se intervenga lo antes posible, es decir, al día siguiente del parto, así que se comprende que no se realiza la secundinación espontánea. Intervenir cuando las envolturas fetales están putrefactas es ir al fracaso, porque en estos casos no tiene el método de Shaw eficacia alguna.
LA EXTRACCIÓN DE LA PLACENTA.—Para evitar los numerosos inconvenientes que ofrecen los métodos actuales de extracción de la placenta, entre cuyos inconvenientes no es el menor la exposición del operador a accidentes infecciosos consecutivos, Shaw aconseja el empleo del siguiente método, muy simple y de eficaces resultados:
Se inyecta en la vena umbilical o en una arteria umbilical del cordón una solución salina o antiséptica (agua fisiológica, solución débil de permanganato, etc.), cuya solución llega a la placenta, la pone edematosa, distiende las vellosidades plaoentarias, que así se separan mecánicamente de la mucosa uterina, y despierta y excita las contracciones uterinas, favoreciendo el acto eliminatorio.
Para que la inyección pueda hacerse bien, se fija una cánula en el vaso sanguíneo y se relaciona esta cánula, por medio de un tubo de caucho, con el recipiente que contiene la solución que se va a inyectar, cuyo recipiente se coloca a cierta altura para que la solución salga con una presión ligera.
Ahora bien, la condición indispensable para que este método tenga éxito, es la de que estén intactos los vasos del cordón umbilical por los cuales se realiza la inyección. Por eso aconseja Shaw que se intervenga lo antes posible, es decir, al día siguiente del parto, así que se comprende que no se realiza la secundinación espontánea. Intervenir cuando las envolturas fetales están putrefactas es ir al fracaso, porque en estos casos no tiene el método de Shaw eficacia alguna.
AUTOSEROTERAPIA Y LA SEROTERAPIA CON EXUDADO PLEURÍTICO
D. GERMÁN!.—LA AUTOSEROTERAPIA Y LA SEROTERAPIA CON EXUDADO PLEU-
RÍTICO EN LA PLEURESÍA T EN LA PLEUROPULMONÍA DEL CABALLO.—La Clínica veterinaria, XXXIX, 136-148,15 de Marzo de 1916.
El autor ha obtenido algunos éxitos en el tratamiento de la pleuresía y de la pleuro-pulmonía del caballo con el sistema ideado por Gilbert para tratar dichas enfermedades en la especie humana. Este sistema consiste en tratar la pleuresía exudativa inyectando subcutáneamente al paciente una pequeña parte de su mismo liquido pleurítico. Esta aeroterapia con exudado pleurítico, que se ha empleado mucho en medicina humana, también ha sido empleada en veterinaria por Magnin, por Darrou y por Haan. Audibert y Vi Manges y Q. Roque y V. Cordier emplearon un sistema análogo en casos de ascitis.
Estima el autor que la inyección subcutánea del líquido pleurítico favorece en el organismo la formación rápida de anticuerpos, que no pxieden nacer fácilmente en enfermos tratados por los medios ordinarios, y a esto atribuye los buenos resultados obtenidos en los siguientes casos con dicho tratamiento.
CASÓ I.—Yegua con el número 17 de matrícula, de cuatro años y seis meses, raza sarda. Entró en la enfermería el día 1 de Febrero con sintonías que hacían prever el padecimiento de una pleuresía. El día 5 se inició el derrame pleural y se apreciaron 39° de temperatura.
8 de Febrero.—Temperatura, 39". Se practicó la toracentesis y se extrajeron 500 gramos de líquido de aspecto sero-fibrinoso hemático. De este líquido se le inocularon subcutáneamente 150 c. c.
9 de labrero.—Temperatura, 89%5. Toracentesis e inoculación subcutánea de 100 centímetros cúbicos del exudado.
10 de Febrero.—Temperatura 39",5. Alivio de las condiciones del enfermo. El derrame tiende a reabsorberse.
11 de Febrero.—Temperatura, 38°,5. Aumento de la diuresis y color normal de la orinct 1H de Febrero.—La yegua, curada, entra en convalecencia.
CASO II.—Caballo número 77 de matrícula, de cinco años y de raza siciliana. Entró en la enfermería el 28 de Febrero con fenómenos febriles, manifestándose el día 29 todo el imponente cuadro clínico de una pulmonía bilateral.
7 de Marzo.—Derrame endopleurítico bilateral. Temperatura, 39°. Se practica la punción exploradora con éxito positivo. El caballo está en pésimo estado de nutrición por la inanición prolongada, l'or causa de este estado de depresión, se extrae una cantidad mínima de exudado, teniendo un síncope mortal.
9 de Marzo.—Temperatura, 38°,5. El caballo está abatidísimo y se teme la muerte. Inyección subcutánea de 100 c. c. del exudado pleurítico extraído de un potro atacado de una enfermedad idéntica.
10 de Marzo.—Temperatura, 39",4. Segunda inyección del mismo exudado en la misma proporción.11 de Marzo.—Tercera inoculación de una dosis igual. La mejora es sorprendente. Se inicia la resolución del proceso y el 18 de Marzo entra el caballo en convalecencia.
CASO III.—Potro de tres años, de raza sarda. El 17 de Febrero fué examinado por tercera vez, encontrándose localizaciones torácicas mal precisadas. Temperatura 38°,5 por la mañana y 39°,5 por la tarde. Se pensó en una forma de adenitis interna bajo el aspecto de abscesos localizados en el pulmón.
6 de Mar so.—Temperatura, 38°,3. Se inicia un derrame pleuritico. 6' de Marzo.—Extracción de tres litros de exudado.
T-8 de Marzo.—Temperatura, 38°,2. Gran abatimiento del enfermo.
9 de Marzo.—Extracción de dos litros de exudado.
13 de Marzo.—Muerte del animal. La autopsia reveló una pleuresía purulenta con presencia de un absceso encapsulado y parcialmente degenerado en el pulmón izquierdo.
CASO IV.—Potranca con el número 2884 de matrícula, de raza sarda y de dos años y medio. Puesta en cura el 28 de Febrero por pulmonía unilateral.
tí de Marzo.—Temperatura, 41". Derrame endopleurético bilateral en la zona inferior.
7 de Marzo.—Temperatura, 39°,5. Extracción de un litro de exudado sero-sanguinolen-to. Inoculación subcutáaea de 100 c. c.
9 de .!fcr¿o.—Segunda inoculación. Temperatura, de 38 a 38°,3.
11 de Marzo.—El exudado ha tomado un tinte verdoso, tiene carácter fluido y se ha reabsorbido casi por completo.
13 de Marzo.—Curación.
CASO V.—raballo con el número 69 de matrícula, de 5 anos y de raza siciliana. Entró en tratamiento el 28 de Febrero con fenómenos de reumatismo muscular agudo. El 3 de Marzo presentó pulmonía unilateral.
8 de Marzo.—Derrame pleuritico bilateral.
9 de Marzo.—Primera y única extracción de un litro de exudado. Inoculación de 100 centímetros cúbicos de este exudado durante siete días consecutivos. Temperatura constante de 39 a 39",5. El 23 de Marzo estaba muy mejorado y curó el 3 de Abril.
CASO VI.—Caballo con el número 2480 de matrícula, de cinco años y de raza sarda. Fué puesto en tratamiento el dia 12 de Marzo de una pulmonía bilateral. Se intervino con el tratamiento ordinario.
/6 de Marzo. —El caballo está en tales condiciones de gravedad, con sacudida de todo el cuerpo y quejido a cada movimiento respiratorio, que parece inútil toda intervención. A título de experiencia, y sin grandes esperanzas en el resultado, se practicó una inyección de exudado pleuritico del caballo número 09. Se inocularon 90 e. c. A las seis de ln mañana estaba radicalmente modificado.
3 de Abril.—En esta fecha estaba el caballo completamente curado.
("Aso VU.—Caballo con el número 8494 de matrícula, de ocho años y de raza sarda. Puesto en cura el 18 de Marzo con una profunda alteración del ritmo respiratorio y diagnosticado de pulmonía del lado derecho.
'}() de Marzo.—Se practicó una punción exploradora en el costado con resultado positivo. Inoculación de 100 c. c de exudado pleuritico del caballo núm. 69. La temperatura. constantemente elevada.
il de üfoí-zo.—Segunda inoculación. Temperatura reducida por la tarde a 38",7.
'.'•? de Marzo.—Temperatura casi normal. Se inicia la convalecencia, que el 2 de Abril queda definitivamente establecida.
CASO VIH.—Potro núm. 2.856, de tres años y de raza sarda. Se puso en cura el 13 deMarzo diagnosticado de pulmonía y de pleuresía exudativa. Cura de Gilbert con inoculación subcutánea de 150 c. c. de exudado durante dos días consecutivos. La temperatura no sufrió oscilaciones grandes por la influencia del procedimiento.
22 de Marzo.—La punción exploradora reveló una disminución del liquido exudado, que tenia un aspecto fluido y verdoso.
28 de Marzo.—Se inició la curación.
CASO IX.—Caballo núm. 2.687, de cuatro años y medio y raza sarda. Entró en tratamiento el 1 de Abril con pleuropulinonía. Fué tratado con los medios ordinarios y murió a los veinte dias, revelando la autopsia la existencia de grandes lesiones en la cavidad pleural y pulmonía del lado izquierdo.
CABO X.—Caballo de raza siciliana, de diez años, perteneciente al 19 escuadrón de nueva íormación. Entró en cura el 1 de Abril de 1915 por pulmonía complicada con pleuresía exudativa. He trató con los medios ordinarios y se practicó la toracentesis con extracción de un litro de exudado toes veces con un día de intervalo. Murió por parálisis cardiaca a los quince días de tratamiento.
CONCLUSIONES.—De las observaciones registradas, y basándose exclusivamente en los casos de su experiencia, concluye el autor:
1." Que tanto la autoseroterapia como la seroterapia practicada en caballos enfermos de pleuropulmonía infecciosa con el exudado pleuritico de otros con análoga entidad morbosa es inofensiva.
2.* Que la autoseroterapia, con o sin evacuación parcial del saco pleuritico, al contrario de la simple toracentesis y de las curas comunes, conduce al mismo resultado, que es la curación del sujeto afectado de pleuresía.
3." Que el exudado pleuritico, además de estimular la producción de anticuerpos en el organismo del sujeto de que proviene, realiza idéntica función en otros sujetos de la misma especie y atacados por análoga enfermedad.
i." Que en un caballo atacado por una forma de pulmonía altamente infecciosa, se obtuvo con la inoculación de exudado pleuritico de otro caballo enfermo de análoga forma la pronta curación por crisis rápida y decisiva.
Enfermedades
RÍTICO EN LA PLEURESÍA T EN LA PLEUROPULMONÍA DEL CABALLO.—La Clínica veterinaria, XXXIX, 136-148,15 de Marzo de 1916.
El autor ha obtenido algunos éxitos en el tratamiento de la pleuresía y de la pleuro-pulmonía del caballo con el sistema ideado por Gilbert para tratar dichas enfermedades en la especie humana. Este sistema consiste en tratar la pleuresía exudativa inyectando subcutáneamente al paciente una pequeña parte de su mismo liquido pleurítico. Esta aeroterapia con exudado pleurítico, que se ha empleado mucho en medicina humana, también ha sido empleada en veterinaria por Magnin, por Darrou y por Haan. Audibert y Vi Manges y Q. Roque y V. Cordier emplearon un sistema análogo en casos de ascitis.
Estima el autor que la inyección subcutánea del líquido pleurítico favorece en el organismo la formación rápida de anticuerpos, que no pxieden nacer fácilmente en enfermos tratados por los medios ordinarios, y a esto atribuye los buenos resultados obtenidos en los siguientes casos con dicho tratamiento.
CASÓ I.—Yegua con el número 17 de matrícula, de cuatro años y seis meses, raza sarda. Entró en la enfermería el día 1 de Febrero con sintonías que hacían prever el padecimiento de una pleuresía. El día 5 se inició el derrame pleural y se apreciaron 39° de temperatura.
8 de Febrero.—Temperatura, 39". Se practicó la toracentesis y se extrajeron 500 gramos de líquido de aspecto sero-fibrinoso hemático. De este líquido se le inocularon subcutáneamente 150 c. c.
9 de labrero.—Temperatura, 89%5. Toracentesis e inoculación subcutánea de 100 centímetros cúbicos del exudado.
10 de Febrero.—Temperatura 39",5. Alivio de las condiciones del enfermo. El derrame tiende a reabsorberse.
11 de Febrero.—Temperatura, 38°,5. Aumento de la diuresis y color normal de la orinct 1H de Febrero.—La yegua, curada, entra en convalecencia.
CASO II.—Caballo número 77 de matrícula, de cinco años y de raza siciliana. Entró en la enfermería el 28 de Febrero con fenómenos febriles, manifestándose el día 29 todo el imponente cuadro clínico de una pulmonía bilateral.
7 de Marzo.—Derrame endopleurítico bilateral. Temperatura, 39°. Se practica la punción exploradora con éxito positivo. El caballo está en pésimo estado de nutrición por la inanición prolongada, l'or causa de este estado de depresión, se extrae una cantidad mínima de exudado, teniendo un síncope mortal.
9 de Marzo.—Temperatura, 38°,5. El caballo está abatidísimo y se teme la muerte. Inyección subcutánea de 100 c. c. del exudado pleurítico extraído de un potro atacado de una enfermedad idéntica.
10 de Marzo.—Temperatura, 39",4. Segunda inyección del mismo exudado en la misma proporción.11 de Marzo.—Tercera inoculación de una dosis igual. La mejora es sorprendente. Se inicia la resolución del proceso y el 18 de Marzo entra el caballo en convalecencia.
CASO III.—Potro de tres años, de raza sarda. El 17 de Febrero fué examinado por tercera vez, encontrándose localizaciones torácicas mal precisadas. Temperatura 38°,5 por la mañana y 39°,5 por la tarde. Se pensó en una forma de adenitis interna bajo el aspecto de abscesos localizados en el pulmón.
6 de Mar so.—Temperatura, 38°,3. Se inicia un derrame pleuritico. 6' de Marzo.—Extracción de tres litros de exudado.
T-8 de Marzo.—Temperatura, 38°,2. Gran abatimiento del enfermo.
9 de Marzo.—Extracción de dos litros de exudado.
13 de Marzo.—Muerte del animal. La autopsia reveló una pleuresía purulenta con presencia de un absceso encapsulado y parcialmente degenerado en el pulmón izquierdo.
CASO IV.—Potranca con el número 2884 de matrícula, de raza sarda y de dos años y medio. Puesta en cura el 28 de Febrero por pulmonía unilateral.
tí de Marzo.—Temperatura, 41". Derrame endopleurético bilateral en la zona inferior.
7 de Marzo.—Temperatura, 39°,5. Extracción de un litro de exudado sero-sanguinolen-to. Inoculación subcutáaea de 100 c. c.
9 de .!fcr¿o.—Segunda inoculación. Temperatura, de 38 a 38°,3.
11 de Marzo.—El exudado ha tomado un tinte verdoso, tiene carácter fluido y se ha reabsorbido casi por completo.
13 de Marzo.—Curación.
CASO V.—raballo con el número 69 de matrícula, de 5 anos y de raza siciliana. Entró en tratamiento el 28 de Febrero con fenómenos de reumatismo muscular agudo. El 3 de Marzo presentó pulmonía unilateral.
8 de Marzo.—Derrame pleuritico bilateral.
9 de Marzo.—Primera y única extracción de un litro de exudado. Inoculación de 100 centímetros cúbicos de este exudado durante siete días consecutivos. Temperatura constante de 39 a 39",5. El 23 de Marzo estaba muy mejorado y curó el 3 de Abril.
CASO VI.—Caballo con el número 2480 de matrícula, de cinco años y de raza sarda. Fué puesto en tratamiento el dia 12 de Marzo de una pulmonía bilateral. Se intervino con el tratamiento ordinario.
/6 de Marzo. —El caballo está en tales condiciones de gravedad, con sacudida de todo el cuerpo y quejido a cada movimiento respiratorio, que parece inútil toda intervención. A título de experiencia, y sin grandes esperanzas en el resultado, se practicó una inyección de exudado pleuritico del caballo número 09. Se inocularon 90 e. c. A las seis de ln mañana estaba radicalmente modificado.
3 de Abril.—En esta fecha estaba el caballo completamente curado.
("Aso VU.—Caballo con el número 8494 de matrícula, de ocho años y de raza sarda. Puesto en cura el 18 de Marzo con una profunda alteración del ritmo respiratorio y diagnosticado de pulmonía del lado derecho.
'}() de Marzo.—Se practicó una punción exploradora en el costado con resultado positivo. Inoculación de 100 c. c de exudado pleuritico del caballo núm. 69. La temperatura. constantemente elevada.
il de üfoí-zo.—Segunda inoculación. Temperatura reducida por la tarde a 38",7.
'.'•? de Marzo.—Temperatura casi normal. Se inicia la convalecencia, que el 2 de Abril queda definitivamente establecida.
CASO VIH.—Potro núm. 2.856, de tres años y de raza sarda. Se puso en cura el 13 deMarzo diagnosticado de pulmonía y de pleuresía exudativa. Cura de Gilbert con inoculación subcutánea de 150 c. c. de exudado durante dos días consecutivos. La temperatura no sufrió oscilaciones grandes por la influencia del procedimiento.
22 de Marzo.—La punción exploradora reveló una disminución del liquido exudado, que tenia un aspecto fluido y verdoso.
28 de Marzo.—Se inició la curación.
CASO IX.—Caballo núm. 2.687, de cuatro años y medio y raza sarda. Entró en tratamiento el 1 de Abril con pleuropulinonía. Fué tratado con los medios ordinarios y murió a los veinte dias, revelando la autopsia la existencia de grandes lesiones en la cavidad pleural y pulmonía del lado izquierdo.
CABO X.—Caballo de raza siciliana, de diez años, perteneciente al 19 escuadrón de nueva íormación. Entró en cura el 1 de Abril de 1915 por pulmonía complicada con pleuresía exudativa. He trató con los medios ordinarios y se practicó la toracentesis con extracción de un litro de exudado toes veces con un día de intervalo. Murió por parálisis cardiaca a los quince días de tratamiento.
CONCLUSIONES.—De las observaciones registradas, y basándose exclusivamente en los casos de su experiencia, concluye el autor:
1." Que tanto la autoseroterapia como la seroterapia practicada en caballos enfermos de pleuropulmonía infecciosa con el exudado pleuritico de otros con análoga entidad morbosa es inofensiva.
2.* Que la autoseroterapia, con o sin evacuación parcial del saco pleuritico, al contrario de la simple toracentesis y de las curas comunes, conduce al mismo resultado, que es la curación del sujeto afectado de pleuresía.
3." Que el exudado pleuritico, además de estimular la producción de anticuerpos en el organismo del sujeto de que proviene, realiza idéntica función en otros sujetos de la misma especie y atacados por análoga enfermedad.
i." Que en un caballo atacado por una forma de pulmonía altamente infecciosa, se obtuvo con la inoculación de exudado pleuritico de otro caballo enfermo de análoga forma la pronta curación por crisis rápida y decisiva.
Enfermedades
REVULSIVO CUTÁNEO
UN REVULSIVO CUTÁNEO.—Hace ya algunos años que (lacón aconsejó el empleo del siguiente revulsivo cutáneo, diciendo que es muy enérgico y no tiene ningún inconveniente:
Aceite de crotontiglio 4 gramos.
Esencia de trementina 20 —
Alcohol de 90°. 120 —
Éter sulfúrico 60 —
Debe mezclarse bien y conservarse en un frasco herméticamente cerrado. Cuando se va a usar debe estar límpido el liquido; de lo contrario, se añadirá éter para clarificarlo.
Esta fórmula se emplea con éxito en Francia en toda clase de contusiones y también como derivativa en las anginas, bronquitis, pulmonías, etc. La aplicación se hace con un paño empapado en el medicamento, cuyo paño se pasa por toda la región indicada, en el sentido del pelo, teniendo cuidado de no salirse de dicha región. A los pocos días se produce una escara cutánea que se desprende fácilmente.
Aceite de crotontiglio 4 gramos.
Esencia de trementina 20 —
Alcohol de 90°. 120 —
Éter sulfúrico 60 —
Debe mezclarse bien y conservarse en un frasco herméticamente cerrado. Cuando se va a usar debe estar límpido el liquido; de lo contrario, se añadirá éter para clarificarlo.
Esta fórmula se emplea con éxito en Francia en toda clase de contusiones y también como derivativa en las anginas, bronquitis, pulmonías, etc. La aplicación se hace con un paño empapado en el medicamento, cuyo paño se pasa por toda la región indicada, en el sentido del pelo, teniendo cuidado de no salirse de dicha región. A los pocos días se produce una escara cutánea que se desprende fácilmente.
AZUFRE EN LA ORINA
E. SALKOWSKY.—SOBRE LA COMBINACIÓN DEL AZUFRE EN LA ORINA.—Bio-ehemische Zeitschrift, LXXIX, 68-80, 1917.
Sabido es que la orina humana, como la de los herbívoros y la de los carnívoros contiene azufre en varios estados: S completamente oxidado de los sulfatos, S de los éteres sulfónicos y S llamado «azufre neutro.»
El autor se ocupa en esta Memoria del «8 neutro», demostrando que bajo este nombre se agrupan substancias diversas, diferentes según los grupos de animales considerados.
Se encuentra generalmente, pero no constantemente, S en estado de hiposulfito en la orina del perro. Se cita un caso de orina con hiposulfito en un tífico. En la orina del conejo no se encuentra hiposulfito si el animal es alimentado con zanahorias, avena, al-faifa, patatas o leche; pero se encuentra en cantidad relativamente abundante si se introduce la col blanca en su alimentación. Y, sin embargo, no hay hiposulfito en la col; es una substancia aún indeterminada, que no es taurina, la generadora de este ácido hipo-sulfuroso; la substancia en cuestión es soluble en el agua y pasa, por consecuencia, en el extracto acuoso de col. El hombre, aun después de la ingestión abundante de col blanca, no elimina hiposulfito.
Se ha encontrado metilmercaptan en la orina humana después de una comida que contenga espárragos, coliflores, nabos o coles rojas. La orina del conejo contiene el mismo cuerpo después de ingestión de col blanca. Pero el mercaptan no se encuentra en substancia en los vegetales citados.
Hay sulfuro de etilo en la orina del perro bajo forma de una combinación que sería:
C2H<¡ CH3 T > S < . Parece poco probable que esta misma base exista en la orina del hombre y del conejo. La cistina parece encontrarse en pequeña cantidad en todas las orinas. He aquí las cifras encontradas: en orinas humanas 0 gr. 285 y 0 gr. 200 de cistina por litro; es este úl- , ... S de la cistina ., S de la cistina , „_ timo caso la relación • era de 11,6 por ÍOU y la relación era de 8,2 S de los sulfatos >V J s tota]
por 100. Para esta última relación, Petri ha encontrado en un caso de leucemia 3,33 por 100 y en casos de cirrosis 4,3 y 3,8. En el conejo, Salkowsky ha encontrado 13,6 por 100. En la orina humana, Baumann y Goldmann no han encontrado más que vestigios de cistina.
Se encuentra algo de sulfocianato alcalino en todas las orinas. Una fracción de glico-cola que se forma abundantemente en el organismo sería susceptible de dar ácido cianhídrico, que se transformaría a su vez en ácido sulfociánico. En el cáncer se encontraría aumentada la cantidad de este último ácido.
Bajo el nombre de «azufre neutro» se agrupa también el azufre procedente del urocro-mo y de los deidos oxiproteicos. No hay métodos de dosificación seria de estos cuerpos.
La expresión «azufre neutro» es incorrecta. Sería mejor decir «azufre no sulfúrico».
No hay duda sobre la significación fisiológica del azufre neutro. Presenta un producto de oxidación incompleta que aumenta en el ayuno y cada
Sabido es que la orina humana, como la de los herbívoros y la de los carnívoros contiene azufre en varios estados: S completamente oxidado de los sulfatos, S de los éteres sulfónicos y S llamado «azufre neutro.»
El autor se ocupa en esta Memoria del «8 neutro», demostrando que bajo este nombre se agrupan substancias diversas, diferentes según los grupos de animales considerados.
Se encuentra generalmente, pero no constantemente, S en estado de hiposulfito en la orina del perro. Se cita un caso de orina con hiposulfito en un tífico. En la orina del conejo no se encuentra hiposulfito si el animal es alimentado con zanahorias, avena, al-faifa, patatas o leche; pero se encuentra en cantidad relativamente abundante si se introduce la col blanca en su alimentación. Y, sin embargo, no hay hiposulfito en la col; es una substancia aún indeterminada, que no es taurina, la generadora de este ácido hipo-sulfuroso; la substancia en cuestión es soluble en el agua y pasa, por consecuencia, en el extracto acuoso de col. El hombre, aun después de la ingestión abundante de col blanca, no elimina hiposulfito.
Se ha encontrado metilmercaptan en la orina humana después de una comida que contenga espárragos, coliflores, nabos o coles rojas. La orina del conejo contiene el mismo cuerpo después de ingestión de col blanca. Pero el mercaptan no se encuentra en substancia en los vegetales citados.
Hay sulfuro de etilo en la orina del perro bajo forma de una combinación que sería:
C2H<¡ CH3 T > S < . Parece poco probable que esta misma base exista en la orina del hombre y del conejo. La cistina parece encontrarse en pequeña cantidad en todas las orinas. He aquí las cifras encontradas: en orinas humanas 0 gr. 285 y 0 gr. 200 de cistina por litro; es este úl- , ... S de la cistina ., S de la cistina , „_ timo caso la relación • era de 11,6 por ÍOU y la relación era de 8,2 S de los sulfatos >V J s tota]
por 100. Para esta última relación, Petri ha encontrado en un caso de leucemia 3,33 por 100 y en casos de cirrosis 4,3 y 3,8. En el conejo, Salkowsky ha encontrado 13,6 por 100. En la orina humana, Baumann y Goldmann no han encontrado más que vestigios de cistina.
Se encuentra algo de sulfocianato alcalino en todas las orinas. Una fracción de glico-cola que se forma abundantemente en el organismo sería susceptible de dar ácido cianhídrico, que se transformaría a su vez en ácido sulfociánico. En el cáncer se encontraría aumentada la cantidad de este último ácido.
Bajo el nombre de «azufre neutro» se agrupa también el azufre procedente del urocro-mo y de los deidos oxiproteicos. No hay métodos de dosificación seria de estos cuerpos.
La expresión «azufre neutro» es incorrecta. Sería mejor decir «azufre no sulfúrico».
No hay duda sobre la significación fisiológica del azufre neutro. Presenta un producto de oxidación incompleta que aumenta en el ayuno y cada
GALVANOTAXIA DE LOS LEUCOCITOS
M. MENDELSSOHN.—SOBRE LA GALVANOTOXIA DE LOS LEUCOCITOS.—Comp-tes rendus de l'Aeadémie des Sciences, CLXII. 52, 3 de Enero de 1916.
La energía eléctrica ejerce su acción sobre la forma y sobre la motilidad del glóbulo blanco. Al cerrar la corriente, hay excitación en el ánodo y en el cátodo; a la ruptura, en el cátodo solamente. No es preciso emplear más que corrientes débiles o medianas; las corrientes fuertes provocan una destrucción granulosa del lado del ánodo.Al lado de los movimientos protoplasmáticos provocados por la corriente, se producen, además, movimientos de traslación. El leucocito presenta, en efecto, una galvanotoxia catódica.
La energía eléctrica ejerce su acción sobre la forma y sobre la motilidad del glóbulo blanco. Al cerrar la corriente, hay excitación en el ánodo y en el cátodo; a la ruptura, en el cátodo solamente. No es preciso emplear más que corrientes débiles o medianas; las corrientes fuertes provocan una destrucción granulosa del lado del ánodo.Al lado de los movimientos protoplasmáticos provocados por la corriente, se producen, además, movimientos de traslación. El leucocito presenta, en efecto, una galvanotoxia catódica.
LA PICA DE LOS TERNERO
CONTRA LA PICA DE LOS TERNEROS.—Da buenos resultados la siguiente fórmula, propuesta por Kreutzer, ya hace más de diez años:
Fosfato de cal crudo pulverizado -----------250 g
Cloruro de sodio---------------------------aa 25
Polvo de raíz de genciana------------------aa
Polvo de cálamo----------------------------aa
Acido arsenioso----------------------------2
mézclese Se dará tres veces por día una cucharada de café de esta receta.
Fosfato de cal crudo pulverizado -----------250 g
Cloruro de sodio---------------------------aa 25
Polvo de raíz de genciana------------------aa
Polvo de cálamo----------------------------aa
Acido arsenioso----------------------------2
mézclese Se dará tres veces por día una cucharada de café de esta receta.
sábado, 30 de octubre de 2010
Azufre y dermatosis
EL AZUFRE EN INYECCIONES EN EL TRATAMIENTO DE LAS DERMATOSIS.—Bory y Jac-quot, proponen el empleo, en el tratamiento de las dermatosis, de inyecciones intramusculares de la siguiente fórmula:
Azufre precipitado puro 0 gr. 20
Eucaliptol 20 c. c
Aceite de sésamo 80 c. c
Esta preparación se inyectará a la dosis de 2 a 5 c. c, no se provocará con ella dolor alguno, se producirá una reacción pequeña y se obtendrán muchas curaciones.
Azufre precipitado puro 0 gr. 20
Eucaliptol 20 c. c
Aceite de sésamo 80 c. c
Esta preparación se inyectará a la dosis de 2 a 5 c. c, no se provocará con ella dolor alguno, se producirá una reacción pequeña y se obtendrán muchas curaciones.
Cólico por arena
CURACIÓN DE TRES CASOS DE CÓLICO POR ABENA
Encontrándome el día 10 de Diciembre del pasado año en mi clínica, fui llamado con bastante urgencia para ver un mulo de D. Pedro Pino, de ocho años de edad y buena conformación, al que encontré echado en la caballeriza sin poderse levantar. Pronto pude notar la gravedad del caso, perdiendo casi la esperanza de poder salvar al animal. Mas como el valor del mulo era crecido, me dispuse a hacer todo cuanto estuviera a mi alcance para lograr su curación.
En este caso presentaba el enfermo cólicos sordos, intermitentes; el animal tomaba la actitud de plantado, pareciendo que hacía esfuerzos para orinar, dilatándose mucho lasfosas nasales y la mirada se hacía rija, dejando oír quejidos bastante profundos y existiendo también movimientos bastante pronunciados en los ijares. Estos eran, en síntesis, los síntomas que presentaba el animal. La exploración rectal me reveló a la entrada de la pelvis, por delante del pubis, una masa pastosa, en la cual se percibían pequeños granos, que en seguida me hicieron pensar en la arena, persuadiéndome en el momento sobre la causa del cólico.
Empecé por ordenar la traslación del enfermo a una caballeriza bastante amplia y con buena cama. Hecho ésto, lo administré cuatrocientos gramos de sulfato de sosa y doce gramos de nitrato de potasa, disueltos en dos litros de agua de malvas y mezclados con quinientos gramos de aceite común; acto seguido se le pusieron unos enemas de siete litros de agua salada, repitiendo esta operación cada veinte minutos. Ordené se le friccionaran las extremidades e ijares con esencia de trementina, vinagre y alcohol alcanforado y que después se le paseara. Pasados sesenta minutos, le inyecté diez centigramos de nitrato de pilocarpina. Al cabo de los quince minutos de hacer la inyección, empezó la evacuación de la arena; esto era próximamente a las cuatro de la tarde. A las once de la noche, última visita del día, se le se administró un litro de infusión de manzanilla con medio cuartillo de aguardiente fuerte, hallándolo algo mejor, pero sin dejar de expulsar arena.
A la mañana siguiente, no bien dadas las cinco de la mañana, me volvieron a avisar di-ciéndome que el mulo se había puesto peor. En seguida me levantó, y con mi oficial, Benigno Blanco, me dirigí hacia la casa del dueño del animal, no tardando nada en encontrarme en presencia del enfermo. Después de reconocerlo detalladamente, observé que se había agravado un poco, notándole dolores agudísimos acompañados de grandes esfuerzos, mediante los cuales arrojaba bastante arena. Le puse unos enemas de agua de malvas y aceite común, le apliqué una inyección de sulfato de eserina, cinco centigramos: bromuro de arecolina, tres centigramos, y nitrato de pilocarpina, diez centigramos, obteniendo al poco tiempo la evacuación casi completa de arena.
Las dos de la tarde eran cuando le hice la última visita, por tenerme que marehar a un cortijo lejos del pueblo. Ya tenia mi esperanza visos de realidad encontrando al animal bastante mejor, y propinándole el siguiente régimen: gachuelas claras con (50 gramos de sulfato de sosa, notándole por espacio de seis días granos de arena en las heces fecales; para bebida infusión de manzanilla y café con aguardiente, que ejercen una acción estimulante. En los días siguientes, como la mejoría avanzaba rápidamente, se le fué suprimiendo el tratamiento seguido, que duró unos cinco días, y al mismo tiempo se le fué sometiendo a su pienso ordinario, pero de una manera lenta y pausada, hasta que el día diez y siete, encontrándole en perfecto estado fisiológico; le di de alta.
El tratamiento descrito me ha dado muy buenos resultados en otros dos casos de cólicos de arena que se me han presentado en la clínica, y aun cuando se puede poner en práctica este mismo tratamiento en los cólicos por sobrecarga, yo he tenido la ocasión de seguir dicho tratamiento en estos cólicos y no me ha dado tan buenos resultados como en los cólicos de arena.
ANTONIO COMINO Y BERTBLI Veterinario de Monterrubio de la Serena (Badajoz).
Encontrándome el día 10 de Diciembre del pasado año en mi clínica, fui llamado con bastante urgencia para ver un mulo de D. Pedro Pino, de ocho años de edad y buena conformación, al que encontré echado en la caballeriza sin poderse levantar. Pronto pude notar la gravedad del caso, perdiendo casi la esperanza de poder salvar al animal. Mas como el valor del mulo era crecido, me dispuse a hacer todo cuanto estuviera a mi alcance para lograr su curación.
En este caso presentaba el enfermo cólicos sordos, intermitentes; el animal tomaba la actitud de plantado, pareciendo que hacía esfuerzos para orinar, dilatándose mucho lasfosas nasales y la mirada se hacía rija, dejando oír quejidos bastante profundos y existiendo también movimientos bastante pronunciados en los ijares. Estos eran, en síntesis, los síntomas que presentaba el animal. La exploración rectal me reveló a la entrada de la pelvis, por delante del pubis, una masa pastosa, en la cual se percibían pequeños granos, que en seguida me hicieron pensar en la arena, persuadiéndome en el momento sobre la causa del cólico.
Empecé por ordenar la traslación del enfermo a una caballeriza bastante amplia y con buena cama. Hecho ésto, lo administré cuatrocientos gramos de sulfato de sosa y doce gramos de nitrato de potasa, disueltos en dos litros de agua de malvas y mezclados con quinientos gramos de aceite común; acto seguido se le pusieron unos enemas de siete litros de agua salada, repitiendo esta operación cada veinte minutos. Ordené se le friccionaran las extremidades e ijares con esencia de trementina, vinagre y alcohol alcanforado y que después se le paseara. Pasados sesenta minutos, le inyecté diez centigramos de nitrato de pilocarpina. Al cabo de los quince minutos de hacer la inyección, empezó la evacuación de la arena; esto era próximamente a las cuatro de la tarde. A las once de la noche, última visita del día, se le se administró un litro de infusión de manzanilla con medio cuartillo de aguardiente fuerte, hallándolo algo mejor, pero sin dejar de expulsar arena.
A la mañana siguiente, no bien dadas las cinco de la mañana, me volvieron a avisar di-ciéndome que el mulo se había puesto peor. En seguida me levantó, y con mi oficial, Benigno Blanco, me dirigí hacia la casa del dueño del animal, no tardando nada en encontrarme en presencia del enfermo. Después de reconocerlo detalladamente, observé que se había agravado un poco, notándole dolores agudísimos acompañados de grandes esfuerzos, mediante los cuales arrojaba bastante arena. Le puse unos enemas de agua de malvas y aceite común, le apliqué una inyección de sulfato de eserina, cinco centigramos: bromuro de arecolina, tres centigramos, y nitrato de pilocarpina, diez centigramos, obteniendo al poco tiempo la evacuación casi completa de arena.
Las dos de la tarde eran cuando le hice la última visita, por tenerme que marehar a un cortijo lejos del pueblo. Ya tenia mi esperanza visos de realidad encontrando al animal bastante mejor, y propinándole el siguiente régimen: gachuelas claras con (50 gramos de sulfato de sosa, notándole por espacio de seis días granos de arena en las heces fecales; para bebida infusión de manzanilla y café con aguardiente, que ejercen una acción estimulante. En los días siguientes, como la mejoría avanzaba rápidamente, se le fué suprimiendo el tratamiento seguido, que duró unos cinco días, y al mismo tiempo se le fué sometiendo a su pienso ordinario, pero de una manera lenta y pausada, hasta que el día diez y siete, encontrándole en perfecto estado fisiológico; le di de alta.
El tratamiento descrito me ha dado muy buenos resultados en otros dos casos de cólicos de arena que se me han presentado en la clínica, y aun cuando se puede poner en práctica este mismo tratamiento en los cólicos por sobrecarga, yo he tenido la ocasión de seguir dicho tratamiento en estos cólicos y no me ha dado tan buenos resultados como en los cólicos de arena.
ANTONIO COMINO Y BERTBLI Veterinario de Monterrubio de la Serena (Badajoz).
Proteinoterapia y afecciones de ojos
TRATAMIENTO DE LA FLUXIÓN PERIÓDICA.—Según una nota de Eloire en el Recueil de Médecine Vétéritiaire, inspirándose en los resultados obtenidos por Müller y Thamer en patología ocular humana, Houdemer ha empleado la pro-teinoterapia láctea en dos caballos atacados de afecciones de los ojos y especialmente
en un caballo que presentaba irio-ciclitis, en los cuales una serie de cuatro
inyecciones intramusculares de IO a 20 centímetros cúbicos de leche de vaca homogenizada y esterilizada produjo rápidamente la curación.
En un caballo que presentaba su segundo acceso de fluxión periódica, Eloire obtuvo la curación con dos series de cuatro inyecciones subcutáneas de loe. c. de leche hervida y filtrada, estando estas series separadas por un intervalo de cuatro días.
Los mismos éxitos fueron comprobados por Carray, de Montbéliard, en potros
de su clientela atacados de fluxión periódica.
Parece ser que la leche hervida resulta un excelente medicamento contra las irido-coroiditis, y está medicación se podría aplicar sistemáticamente en los países
en que la frecuencia de la fluxión periódica le da una marcha contagiosa.
en un caballo que presentaba irio-ciclitis, en los cuales una serie de cuatro
inyecciones intramusculares de IO a 20 centímetros cúbicos de leche de vaca homogenizada y esterilizada produjo rápidamente la curación.
En un caballo que presentaba su segundo acceso de fluxión periódica, Eloire obtuvo la curación con dos series de cuatro inyecciones subcutáneas de loe. c. de leche hervida y filtrada, estando estas series separadas por un intervalo de cuatro días.
Los mismos éxitos fueron comprobados por Carray, de Montbéliard, en potros
de su clientela atacados de fluxión periódica.
Parece ser que la leche hervida resulta un excelente medicamento contra las irido-coroiditis, y está medicación se podría aplicar sistemáticamente en los países
en que la frecuencia de la fluxión periódica le da una marcha contagiosa.
El teclado equino.
J. ROQ-BR.—EL TECLADO EQUINO.—Bultetin de la Société Céntrale de Méde-cine Vétérinaire, XC1I, 468-479, sesión del 22 do Noviembre de 1917.
En un trabajo anterior (véase: t. VI, p. 717-720) mostró el autor la utilización del reflejo miotónico deade el punto de vista del diagnóstico del asiento de las afecciones abdominales. Prosiguiendo, sus estudios de patología digestiva, ha podido adquirir la convicción de que la superficie somática del caballo es a la manera de un teclado cuyas teclas son susceptibles de dar, bajo los dedos del clínico, los harmónicos de timbre de la viscera que trastorna la sinfonía orgánica abdominal.
En materia de cólicos, decía Trasbot, formulad desde luego un diagnóstico. La primera operación diagnóstica es la determinación del asiento de la lesión o del trastorno funcional, que ofrece serias dificultades, a cuyo esclarecimiento se propone el autor contribuir con la exposición sumaria de la ayuda que proporciona al clínico la reflectividad.
El reflejo miotónico o mastoideo-humeral es debido a la irritación de las fibras del pneumogástrico y del espinal. El núcleo del espinal es excitado, y como el espinal inerva el mastoideo-humeral, se exaltan el tono muscular y la excitabilidad, y el músculo se contrae enérgicamente si se le excita. Lo mismo ocurre en los casos en que las contracciones clónicas o tónicas son espontáneas. Se puede observar, al mismo tiempo, que la miotonía del mastoideo-humeral, la de los músculos olecranianos y la del gran dorsal. La figura 1," presenta, señaladas con circulitos, las zonas de reflectividad miotónica. La reacción de los olecranianos y del gran dorsal está ligada a irradiaciones en el plexo braquial. Maitoideo-humeral. olecranianos y gran dorsal constituyen lo que se podría llamar elcampo de reflexión cerebro-espinal de los trastornos gástricos o también los harmónicos cerebro-espinales de los trastornos gástricos.
Por vía inductiva, el autor ha llegado a determinar los harmónicos simpáticos del estómago y de las principales visceras de la cavidad abdominal.
Si se considera el simpático abdominal, se ve que está constituido por una serie de plexos formados por fibras emanadas de los ganglios simpáticos raquidianos. El más importante de ellos es el plexo solar, en el cual se encuentran los ganglios semi-lunares, que reciben las Abras de 10 ganglios raquídeos dorsales del 6." al 15.°, por intermedio del nervio gran esplácnico. De este ganglio semi-lunar salen fibras destinadas a las visceras y a los vasos. El ganglio semi-lunar es comparable a una central telefónica. Es el intermediario entre las visceras, los ganglios simpáticos y el sistema cerebro-espinal.
Fig. 1.a—Reflejo miotónico (mastoideo-humeral, olecranianos y gran dorsal).
Según indica la figura 2.a, la rama inferior de cada nervio intercostal está ligada con el ganglio raquídeo por ramos comunicantes aferentes y eferentes. Una irritación visceral se propaga a los ganglios raquídeos y a los nervios intercostales, que la transmiten a la médula y a la periferia conforme a la ley de la conducción en los dos sentidos. Se puede inducir que, segúu que tal o cual viscera esté interesada, se debe encontrar tal o cual zona en hiperalgesia. De hecho, la reflectividad de origen simpático varía según el sitio de la viseeralgia. Cada visceralgia tiene sus harmónicos de timbre. Por el estudio clínico, la auscultación, los caracteres del espanto, los resultados terapéuticos y las necropsias, el autor se ha esforzado por reconocer la zona de reflectividad de cada plexo abdominal, llegando a la ideación del teclado que representa la figura ;i." Comparandoesta finura con la figura 4.*, es posible darse cuenta fácilmente de la delimitación de las zonas y del mecanismo de las reacciones.
De los ganglios solares dependen los plexos solar anterior, solar posterior y mesenté-tioo anterior.—El plexo solar anterior tiene como satélites a los plexos gástrico, hepático, esplémoo, pancreático y duodenal-lumbo-aórtico. El plexo solar posterior rige el intestino delgado, el ciego y la primera mitad del asa cólica. El plexo mesentérico anterior tiene bajo su dependencia la segunda mitad del asa cólica.—El plexo solar anterior tiene su zona de reflectividad en las regiones comprendidas entre la quinta y la décima costilla; el plexo solai posterior, de la décima a la décima tercera, y el plexo mesentérico anterior,
de la décima tercera a la décima sexta costilla.
Los dos o tres últimos ganglios raquidianos dan el ner-viecito esplácnico, que se introduce en los plexos renal, suprarrenal y aórtico. Los dos últimos espacios intercostales constituyen la zona de reflectividad de los rifiones, de las cápsulas suprarrenales y de la aorta (plexo reno-aórtico).
Los ganglios raquídeos lumbares dan el plexo mesentérico posterior, que iner-va el colon flotante y el recto y tiene su zona de reflectividad en la parte superior del ijar, al nivel de la linea formada por las apófisis transversas de las vértebras lumbares.
Los ganglios raquídeos sacros dan fibras que se entrecruzan con las del plexo mesentérico posterior y fibras cerebro-espinales del plexo sacro, constituyendo el plexo pelviano, destinado a la vejiga, al útero, al ovario y a la próstata. Estos últimos órganos reciben, además, fibras simpáticas del plexo espermático que, al igual de lo que ocurre en anatomía humana, estaría mejor designado con el nombre de plexo reno-genital interno. La zona de reflectividad se encuentra al nivel del sacro, al nivel del ijar y, a veces, también al nivel del raquis (plexo reno-genital interno y lumbo-aórtico).
Este es el teclado, y después de darlo a conocer, el autor señala la instrumentación y la interpretación de loa resultados que proporciona la exploración de la reflectividad.
Cuando se dan golpecitos secos con las puntas de los dedos (teniendo la mano en la linea de prolongación del antebrazo), en las zonas de reflectividad anteriormente indi-
B<
Fig. 2.".
A, nervio intercostal, rama posterior; B, nervio intercostal, rama anterior; C, médula; D, visceras; a, b, costillas; c, ramos comunicantes; d, ganglio raquidiano; e, tibras eferentes que se dirigen hacia las visceras.cadas, se comprueba, o la pasividad, o una reacción que se traduce por un sacudimiento de estas regiones, acompañado, a veces, de un dolor manifestado por defensas o quejidos. En cada caso de cólicos, el autor explora todo el campo de los harmónicos , y clasifica sintéticamente los resultados obtenidos de la siguiente manera:
1.°
La
reflectividad es bilateral, difusa y uniforme.—Se trata de un síndrome que interesa todo el aparato digestivo; ileus espasmódico o paralítico, gastro-enteritis, meteoriza-ción, peritonitis, coelialgia, etc.
2."
La
reflectividad es total y bilateral, pero desigual en ambos lados.—En este caso con-
Fig. 3.". 1. plexo solar anterior (estómago, hígado, bazo, duodeno, páncreas e intestino delgado); 2, plexo solar posterior (ciego y 1." y 2.* porciones cólicas); 3, plexo mcsentérico anterior (3.* y 4.* porciones cólicas); 4, plexo reno-aórtico (ríñones y aorta); 5, plexo mcsentérico posterior (colon flotante y recto); 6, punto gástrico dorsal; 7, plexo lumbo-aórtico; 8, reflejo lumbar; 9,*plexo sacro (órganos pelvianos, útero, ovario y vejiga); 10, reflejo miotónico; 11, reflejo de los músculos olecranianos.
viene determinar la zona en que predomina la reflectividad del lado en que es más acusada la reacción. Determinar si la reflectividad va creciendo de atrás a adelante o de adelante a atrás, porque existen, a veces, irradiaciones de adelante a atrás o viceversa en el sentido de las variaciones de la reflectividad.
3."
La
reflectividad está localizada.—a.) Bilateral.—Por ejemplo, no pasa de la décima costilla, o comienza en ella, o bien sólo existe al nivel del ijar.b) Unilateral.—Extendiéndose a una o varias zonas de reflectividad. Determinar el máximum y el sentido del aumento de la reacción.
Las operaciones precedentes permiten determinar el plexo en causa. Otra serie conduce a la determinación del órgano.
En los casos en que está en causa el plexo solar anterior, si el síndrome es gástrico, he aquí lo que se estaría llamado a notar: 1.°, el reflejo miotónico es positivo y más acusado a la izquierda que a la derecha; 2.°, el reflejo solar anterior es más acusado a la izquierda que a la derecha; 3.°, puede existir un punto gástrico dorsal, que se pone en evidencia de la manera siguiente: Cogiendo con toda la mano y apretando la parte anterior de la cruz, no se despierta ninguna reacción; si se procede de igual manera en la parte posterior, el animal se queja, se substrae más o menos y se ve que aparece en su dorso una ola de contracciones musculares que forman pliegues en la región. Es preciso saber que el punto gástrico dorsal no es constante en los síntomas gástricos y que está también ligado a irradiaciones por la vía simpática; de lo que resulta que se puede denunciar el asiento gástrico por harmónicos cerebro-espinales y simpáticos.
Si el hígado está en causa, el reflejo miotónico será más acusado a la izquierda que a la derecha y el reflejo solar anterior derecho más acusado que el izquierdo. Esta reflectividad cruzada incita a otras investigaciones. Se buscará, por ejemplo, la sensibilidad propia del hígado en el hipocondrio derecho, a partir de la décima cuarta costilla, y también el estado de la circulación colateral de la pared abdominal comparativamente del lado derecho con el izquierdo.
El jeflejo miotónico puede estar relacionado con trastornos cardíacos que repercuten en el aparato digestivo (dispepsia de las nútrales y de las aórticas) o que constituyen una repercusión de los trastornos digestivos sobre el aparato circulatorio (dilatación del corazón derecho—frecuentemente observada—, arritmias intermitentes, etc.). Conviene pensar en un desorden del corazón cuando el reflejo miotónico es más acusado del lado derecho que del izquierdo. La razón está en el hecho de que el neumogástrico derecho encierra más fibras cardíacas que el neumogástrico izquierdo.
Si la reflectividad puesta en causa es la del plexo solar posterior, hay que determinar si el intestino delgado, el ciego o la primera mitad del colon son responsables de la desharmonía. El intestino delgado tiene su máximun de reflectividad a la izquierda y el ciego a la derecha. Pero en lo que concierne al plexo, la auscultación es mucho más elocuente que la reflectividad. Lo mismo ocurre con las localizaciones en la tercera y cuarta parte del colon, cuando está incriminado el plexo mesentérico anterior.
Reflectividad reno-aórtica.—Cuando la reflectividad interesa los dos últimos espacios intercostales, se está en presencia de trastornos de los ríñones o de la aorta.
Si son los ríñones los que están en causa, se encuentra al nivel de estos órganos la sensibilidad anormal que caracteriza su dolor. Independientemente de este dolor provocado, hay otros puntos reveladores: el punto costo-lumbar, el punto uretro-vesical, etcé-tera.
La aorta es responsable de ciertos trastornos abdominales, su papel no se ha sospechado hasta ahora, y en su reflectividad hay que señalar una raquialgia más acusada a la izquierda que a la derecha, la cual se traduce por la flexión del dorso a la presión o al pellizcamiento y por la facilidad con que se provoca el espasmo del recto grande y del pequeño oblicuo, reacciones menos acusadas a la derecha que a la izquierda.
Si la reflectividad es mesentérica posterior, es decir, en la región del ijar, conviene discernir si se trata de los órganos pelvianos, del colon o del recto. Cuando se trata delcolon flotante, la reflectividad predomina en la izquierda; es bilateral y al mismo nivel cuando el recto está en causa; la exploración rectal permite darse cuenta, si se trata de la vejiga, del útero o del ovario.
Casos en que la reflectividad es negativa.—El autor ha observado crisis abdominales en el curso de las cuales la reflectividad faltaba por completo. En estos casos la ausencia de reflectividad proporciona indicaciones pronosticas, porque se trata de crisis severas.
Reflectividad independiente de las crisis abdominales.—Los trastornos orgánicos latentes se acompañan más o menos de hiperalgesias intensas, que parecen susceptibles de explicar ciertas particularidades del carácter de los caballos. El punto gástrico dorsal, la zona solar anterior y la zona lumbo-aórtica son acaso responsables de la aprehensión y de las defensas que presentan ciertos caballos, sea cuando se les pone la silla sobre el dorso: sea cuando se les sangra o sea cuando se le» monta. Sería interesante averiguar si el tratamiento de los órganos puestos en causa por la reflectividad no haría desaparecer los fenómenos que se acaban de indicar.
http://ddd.uab.cat/pub/revhigsanpec/revhigsanpec_a1918m1-2t8n1-2.pdf
En un trabajo anterior (véase: t. VI, p. 717-720) mostró el autor la utilización del reflejo miotónico deade el punto de vista del diagnóstico del asiento de las afecciones abdominales. Prosiguiendo, sus estudios de patología digestiva, ha podido adquirir la convicción de que la superficie somática del caballo es a la manera de un teclado cuyas teclas son susceptibles de dar, bajo los dedos del clínico, los harmónicos de timbre de la viscera que trastorna la sinfonía orgánica abdominal.
En materia de cólicos, decía Trasbot, formulad desde luego un diagnóstico. La primera operación diagnóstica es la determinación del asiento de la lesión o del trastorno funcional, que ofrece serias dificultades, a cuyo esclarecimiento se propone el autor contribuir con la exposición sumaria de la ayuda que proporciona al clínico la reflectividad.
El reflejo miotónico o mastoideo-humeral es debido a la irritación de las fibras del pneumogástrico y del espinal. El núcleo del espinal es excitado, y como el espinal inerva el mastoideo-humeral, se exaltan el tono muscular y la excitabilidad, y el músculo se contrae enérgicamente si se le excita. Lo mismo ocurre en los casos en que las contracciones clónicas o tónicas son espontáneas. Se puede observar, al mismo tiempo, que la miotonía del mastoideo-humeral, la de los músculos olecranianos y la del gran dorsal. La figura 1," presenta, señaladas con circulitos, las zonas de reflectividad miotónica. La reacción de los olecranianos y del gran dorsal está ligada a irradiaciones en el plexo braquial. Maitoideo-humeral. olecranianos y gran dorsal constituyen lo que se podría llamar elcampo de reflexión cerebro-espinal de los trastornos gástricos o también los harmónicos cerebro-espinales de los trastornos gástricos.
Por vía inductiva, el autor ha llegado a determinar los harmónicos simpáticos del estómago y de las principales visceras de la cavidad abdominal.
Si se considera el simpático abdominal, se ve que está constituido por una serie de plexos formados por fibras emanadas de los ganglios simpáticos raquidianos. El más importante de ellos es el plexo solar, en el cual se encuentran los ganglios semi-lunares, que reciben las Abras de 10 ganglios raquídeos dorsales del 6." al 15.°, por intermedio del nervio gran esplácnico. De este ganglio semi-lunar salen fibras destinadas a las visceras y a los vasos. El ganglio semi-lunar es comparable a una central telefónica. Es el intermediario entre las visceras, los ganglios simpáticos y el sistema cerebro-espinal.
Fig. 1.a—Reflejo miotónico (mastoideo-humeral, olecranianos y gran dorsal).
Según indica la figura 2.a, la rama inferior de cada nervio intercostal está ligada con el ganglio raquídeo por ramos comunicantes aferentes y eferentes. Una irritación visceral se propaga a los ganglios raquídeos y a los nervios intercostales, que la transmiten a la médula y a la periferia conforme a la ley de la conducción en los dos sentidos. Se puede inducir que, segúu que tal o cual viscera esté interesada, se debe encontrar tal o cual zona en hiperalgesia. De hecho, la reflectividad de origen simpático varía según el sitio de la viseeralgia. Cada visceralgia tiene sus harmónicos de timbre. Por el estudio clínico, la auscultación, los caracteres del espanto, los resultados terapéuticos y las necropsias, el autor se ha esforzado por reconocer la zona de reflectividad de cada plexo abdominal, llegando a la ideación del teclado que representa la figura ;i." Comparandoesta finura con la figura 4.*, es posible darse cuenta fácilmente de la delimitación de las zonas y del mecanismo de las reacciones.
De los ganglios solares dependen los plexos solar anterior, solar posterior y mesenté-tioo anterior.—El plexo solar anterior tiene como satélites a los plexos gástrico, hepático, esplémoo, pancreático y duodenal-lumbo-aórtico. El plexo solar posterior rige el intestino delgado, el ciego y la primera mitad del asa cólica. El plexo mesentérico anterior tiene bajo su dependencia la segunda mitad del asa cólica.—El plexo solar anterior tiene su zona de reflectividad en las regiones comprendidas entre la quinta y la décima costilla; el plexo solai posterior, de la décima a la décima tercera, y el plexo mesentérico anterior,
de la décima tercera a la décima sexta costilla.
Los dos o tres últimos ganglios raquidianos dan el ner-viecito esplácnico, que se introduce en los plexos renal, suprarrenal y aórtico. Los dos últimos espacios intercostales constituyen la zona de reflectividad de los rifiones, de las cápsulas suprarrenales y de la aorta (plexo reno-aórtico).
Los ganglios raquídeos lumbares dan el plexo mesentérico posterior, que iner-va el colon flotante y el recto y tiene su zona de reflectividad en la parte superior del ijar, al nivel de la linea formada por las apófisis transversas de las vértebras lumbares.
Los ganglios raquídeos sacros dan fibras que se entrecruzan con las del plexo mesentérico posterior y fibras cerebro-espinales del plexo sacro, constituyendo el plexo pelviano, destinado a la vejiga, al útero, al ovario y a la próstata. Estos últimos órganos reciben, además, fibras simpáticas del plexo espermático que, al igual de lo que ocurre en anatomía humana, estaría mejor designado con el nombre de plexo reno-genital interno. La zona de reflectividad se encuentra al nivel del sacro, al nivel del ijar y, a veces, también al nivel del raquis (plexo reno-genital interno y lumbo-aórtico).
Este es el teclado, y después de darlo a conocer, el autor señala la instrumentación y la interpretación de loa resultados que proporciona la exploración de la reflectividad.
Cuando se dan golpecitos secos con las puntas de los dedos (teniendo la mano en la linea de prolongación del antebrazo), en las zonas de reflectividad anteriormente indi-
B<
Fig. 2.".
A, nervio intercostal, rama posterior; B, nervio intercostal, rama anterior; C, médula; D, visceras; a, b, costillas; c, ramos comunicantes; d, ganglio raquidiano; e, tibras eferentes que se dirigen hacia las visceras.cadas, se comprueba, o la pasividad, o una reacción que se traduce por un sacudimiento de estas regiones, acompañado, a veces, de un dolor manifestado por defensas o quejidos. En cada caso de cólicos, el autor explora todo el campo de los harmónicos , y clasifica sintéticamente los resultados obtenidos de la siguiente manera:
1.°
La
reflectividad es bilateral, difusa y uniforme.—Se trata de un síndrome que interesa todo el aparato digestivo; ileus espasmódico o paralítico, gastro-enteritis, meteoriza-ción, peritonitis, coelialgia, etc.
2."
La
reflectividad es total y bilateral, pero desigual en ambos lados.—En este caso con-
Fig. 3.". 1. plexo solar anterior (estómago, hígado, bazo, duodeno, páncreas e intestino delgado); 2, plexo solar posterior (ciego y 1." y 2.* porciones cólicas); 3, plexo mcsentérico anterior (3.* y 4.* porciones cólicas); 4, plexo reno-aórtico (ríñones y aorta); 5, plexo mcsentérico posterior (colon flotante y recto); 6, punto gástrico dorsal; 7, plexo lumbo-aórtico; 8, reflejo lumbar; 9,*plexo sacro (órganos pelvianos, útero, ovario y vejiga); 10, reflejo miotónico; 11, reflejo de los músculos olecranianos.
viene determinar la zona en que predomina la reflectividad del lado en que es más acusada la reacción. Determinar si la reflectividad va creciendo de atrás a adelante o de adelante a atrás, porque existen, a veces, irradiaciones de adelante a atrás o viceversa en el sentido de las variaciones de la reflectividad.
3."
La
reflectividad está localizada.—a.) Bilateral.—Por ejemplo, no pasa de la décima costilla, o comienza en ella, o bien sólo existe al nivel del ijar.b) Unilateral.—Extendiéndose a una o varias zonas de reflectividad. Determinar el máximum y el sentido del aumento de la reacción.
Las operaciones precedentes permiten determinar el plexo en causa. Otra serie conduce a la determinación del órgano.
En los casos en que está en causa el plexo solar anterior, si el síndrome es gástrico, he aquí lo que se estaría llamado a notar: 1.°, el reflejo miotónico es positivo y más acusado a la izquierda que a la derecha; 2.°, el reflejo solar anterior es más acusado a la izquierda que a la derecha; 3.°, puede existir un punto gástrico dorsal, que se pone en evidencia de la manera siguiente: Cogiendo con toda la mano y apretando la parte anterior de la cruz, no se despierta ninguna reacción; si se procede de igual manera en la parte posterior, el animal se queja, se substrae más o menos y se ve que aparece en su dorso una ola de contracciones musculares que forman pliegues en la región. Es preciso saber que el punto gástrico dorsal no es constante en los síntomas gástricos y que está también ligado a irradiaciones por la vía simpática; de lo que resulta que se puede denunciar el asiento gástrico por harmónicos cerebro-espinales y simpáticos.
Si el hígado está en causa, el reflejo miotónico será más acusado a la izquierda que a la derecha y el reflejo solar anterior derecho más acusado que el izquierdo. Esta reflectividad cruzada incita a otras investigaciones. Se buscará, por ejemplo, la sensibilidad propia del hígado en el hipocondrio derecho, a partir de la décima cuarta costilla, y también el estado de la circulación colateral de la pared abdominal comparativamente del lado derecho con el izquierdo.
El jeflejo miotónico puede estar relacionado con trastornos cardíacos que repercuten en el aparato digestivo (dispepsia de las nútrales y de las aórticas) o que constituyen una repercusión de los trastornos digestivos sobre el aparato circulatorio (dilatación del corazón derecho—frecuentemente observada—, arritmias intermitentes, etc.). Conviene pensar en un desorden del corazón cuando el reflejo miotónico es más acusado del lado derecho que del izquierdo. La razón está en el hecho de que el neumogástrico derecho encierra más fibras cardíacas que el neumogástrico izquierdo.
Si la reflectividad puesta en causa es la del plexo solar posterior, hay que determinar si el intestino delgado, el ciego o la primera mitad del colon son responsables de la desharmonía. El intestino delgado tiene su máximun de reflectividad a la izquierda y el ciego a la derecha. Pero en lo que concierne al plexo, la auscultación es mucho más elocuente que la reflectividad. Lo mismo ocurre con las localizaciones en la tercera y cuarta parte del colon, cuando está incriminado el plexo mesentérico anterior.
Reflectividad reno-aórtica.—Cuando la reflectividad interesa los dos últimos espacios intercostales, se está en presencia de trastornos de los ríñones o de la aorta.
Si son los ríñones los que están en causa, se encuentra al nivel de estos órganos la sensibilidad anormal que caracteriza su dolor. Independientemente de este dolor provocado, hay otros puntos reveladores: el punto costo-lumbar, el punto uretro-vesical, etcé-tera.
La aorta es responsable de ciertos trastornos abdominales, su papel no se ha sospechado hasta ahora, y en su reflectividad hay que señalar una raquialgia más acusada a la izquierda que a la derecha, la cual se traduce por la flexión del dorso a la presión o al pellizcamiento y por la facilidad con que se provoca el espasmo del recto grande y del pequeño oblicuo, reacciones menos acusadas a la derecha que a la izquierda.
Si la reflectividad es mesentérica posterior, es decir, en la región del ijar, conviene discernir si se trata de los órganos pelvianos, del colon o del recto. Cuando se trata delcolon flotante, la reflectividad predomina en la izquierda; es bilateral y al mismo nivel cuando el recto está en causa; la exploración rectal permite darse cuenta, si se trata de la vejiga, del útero o del ovario.
Casos en que la reflectividad es negativa.—El autor ha observado crisis abdominales en el curso de las cuales la reflectividad faltaba por completo. En estos casos la ausencia de reflectividad proporciona indicaciones pronosticas, porque se trata de crisis severas.
Reflectividad independiente de las crisis abdominales.—Los trastornos orgánicos latentes se acompañan más o menos de hiperalgesias intensas, que parecen susceptibles de explicar ciertas particularidades del carácter de los caballos. El punto gástrico dorsal, la zona solar anterior y la zona lumbo-aórtica son acaso responsables de la aprehensión y de las defensas que presentan ciertos caballos, sea cuando se les pone la silla sobre el dorso: sea cuando se les sangra o sea cuando se le» monta. Sería interesante averiguar si el tratamiento de los órganos puestos en causa por la reflectividad no haría desaparecer los fenómenos que se acaban de indicar.
http://ddd.uab.cat/pub/revhigsanpec/revhigsanpec_a1918m1-2t8n1-2.pdf
Pulmonía de abordo
H. "W. LAUGHLIN.—PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA PULMONÍA DE A BORDO.—American Journal of Veterinary Medicine, XII, 511, Agosto de 1917.
De todas las enfermedades a que se muestran sensibles los caballos y mulos que se embarcan, la pulmonía y sus complicaciones es la más temible, debido no solamente al curso traicionero de esta enfermedad, tal como la observamos en tierra, sino más bien a las condiciones desfavorables de la estancia a bordo, como la falta de ventilación del medio ambiente y peor aún las oscilaciones y vaivenes del barco en tiempo tempestuoso. Según el autor, esta última causa ha originado más bajas en los animales atacados de pulmonía que cualquiera otro factor de los que intervienen.
La prevención de esta enfermedad es preferible al tratamiento, conforme lo demuestra la experiencia de 14 viajes realizados por el autor conduciendo animales.
Los mejores métodos preventivos son: primero, observaciones frecuentes y cuidadosas de todos los animales; segundo, separación inmediata de los que presenten fiebre o embotamiento. Los animales enfermizos, dolientes, serán puestos en el lugar más.ventilado y espacioso y se les proveerá constantemente de agua fresca. Además de esto, el autor da siempre, con buenos resultados, el suero indicado en esta enfermedad.
Con respecto al tratamiento, generalmente se consigue denunciar en los animales el primer estado de enfermedad, cuando, en general, tienen pulso lleno y completo. En tal caso deben ser sangrados inmediatamente, en cantidad de 4 a 6 litros, y a la hora inyectar, en la vena yugular, litro y medio de suero fisiológico que contenga un octavo de onza de yodo soluble. Esta inyección se repite, por lo general, al cabo de cuarenta y ocho horas.
Otro tratamiento que éste, el sintomático, tal como estimulantes, etc., y la práctica de la toracentesis cuando sea necesaria, no lo recomienda nunca el autor.
Sin embargo, esto no es aplicable a los casos de pneumonía séptica, cuyo tratamiento es más perjudicial que beneficioso. No solamente terminan por la muerte todos los casos de esta enfermedad, sino que suelen infectar a los demás animales que están a su lado, por cuyos motivos debe sacrificarse todo animal en el que se comprueba la pulmonía séptica y arrojar inmediatamente su cadáver al mar.
El autor, que ha transportado 13.000 muías y caballos a Egipto, Salónica, Inglaterra e Irlanda, sólo ha sufrido 38 pérdidas, o sea un 0,29 por 100. Durante sus nueve viajes últimos, perdió únicamente 12 animales, lo que supone el 0,12 por 100.
Siete de estos viajes fueron a Egipto, durando veinticuatro días. Esto habla bien claramente en favor del sistema de prevención y tratamiento empleados. De las 38 defunciones registradas, el 50 por 100 se debieron a otras causas distintas de la pulmonía.
De todas las enfermedades a que se muestran sensibles los caballos y mulos que se embarcan, la pulmonía y sus complicaciones es la más temible, debido no solamente al curso traicionero de esta enfermedad, tal como la observamos en tierra, sino más bien a las condiciones desfavorables de la estancia a bordo, como la falta de ventilación del medio ambiente y peor aún las oscilaciones y vaivenes del barco en tiempo tempestuoso. Según el autor, esta última causa ha originado más bajas en los animales atacados de pulmonía que cualquiera otro factor de los que intervienen.
La prevención de esta enfermedad es preferible al tratamiento, conforme lo demuestra la experiencia de 14 viajes realizados por el autor conduciendo animales.
Los mejores métodos preventivos son: primero, observaciones frecuentes y cuidadosas de todos los animales; segundo, separación inmediata de los que presenten fiebre o embotamiento. Los animales enfermizos, dolientes, serán puestos en el lugar más.ventilado y espacioso y se les proveerá constantemente de agua fresca. Además de esto, el autor da siempre, con buenos resultados, el suero indicado en esta enfermedad.
Con respecto al tratamiento, generalmente se consigue denunciar en los animales el primer estado de enfermedad, cuando, en general, tienen pulso lleno y completo. En tal caso deben ser sangrados inmediatamente, en cantidad de 4 a 6 litros, y a la hora inyectar, en la vena yugular, litro y medio de suero fisiológico que contenga un octavo de onza de yodo soluble. Esta inyección se repite, por lo general, al cabo de cuarenta y ocho horas.
Otro tratamiento que éste, el sintomático, tal como estimulantes, etc., y la práctica de la toracentesis cuando sea necesaria, no lo recomienda nunca el autor.
Sin embargo, esto no es aplicable a los casos de pneumonía séptica, cuyo tratamiento es más perjudicial que beneficioso. No solamente terminan por la muerte todos los casos de esta enfermedad, sino que suelen infectar a los demás animales que están a su lado, por cuyos motivos debe sacrificarse todo animal en el que se comprueba la pulmonía séptica y arrojar inmediatamente su cadáver al mar.
El autor, que ha transportado 13.000 muías y caballos a Egipto, Salónica, Inglaterra e Irlanda, sólo ha sufrido 38 pérdidas, o sea un 0,29 por 100. Durante sus nueve viajes últimos, perdió únicamente 12 animales, lo que supone el 0,12 por 100.
Siete de estos viajes fueron a Egipto, durando veinticuatro días. Esto habla bien claramente en favor del sistema de prevención y tratamiento empleados. De las 38 defunciones registradas, el 50 por 100 se debieron a otras causas distintas de la pulmonía.
Parafina para las heridas.
—Desde principios del año pasado se viene recomendando en varias naciones europeas el uso de la parafina en el tratamiento de las heridas, porque se ha observado que tiene una manifiesta acción terapéutica debida a que dicho cuerpo es un magnífico agente térmico y protector.
Según Hull, la mejor fórmula de la parafina utilizable en la clínica quirúrgica sería la siguiente:
Resorcina ... 1 parte.
Esencia de eucaliptus 2 —
Aceite de oliva 5 —
Parafina blanda 25 —
Parafina dura. 67 —
Para preparar esta receta, se añaden la paraflna blanda y el aceite a la parafina dura, para soltarla; después se echa la resorcina en alcohol absoluto (soluble 2 en 1), y, por último, se pone el eucalipto cuando la mezcla está a 55°.
•
Apenas aplicada esta mezcla paraflnada sobre la herida, se solidiñcará, y conviene pasar por ella varias veces un pincel impregnado con el medicamento para formar una especie de barniz protector, sobre el cual se coloca una capa delgada de algodón hidrófilo, que también se parafina con el pincel, y hasta pueden ponerse dos o más capas de algodón, cuando la herida es muy extensa. Este aposito de algodón parafinado se hace impermeable y se endurece, después de lo cual se recubre con algodón ordinario y se sujeta con un vendaje apropiado.
Como es natural, esta cura se repetirá cuantas veces sea necesario, según el aspecto y la marcha de la herida; pero en todo caso debe procurarse lavar ésta, antes de cada cura, solamente con agua hervida y no con substancias antisépticas de ninguna índole, sin preocuparse por el mal olor que desprende la serosidad que se forma, pues no dificulta en nada el proceso normal de la cicatrización.
Según Hull, la mejor fórmula de la parafina utilizable en la clínica quirúrgica sería la siguiente:
Resorcina ... 1 parte.
Esencia de eucaliptus 2 —
Aceite de oliva 5 —
Parafina blanda 25 —
Parafina dura. 67 —
Para preparar esta receta, se añaden la paraflna blanda y el aceite a la parafina dura, para soltarla; después se echa la resorcina en alcohol absoluto (soluble 2 en 1), y, por último, se pone el eucalipto cuando la mezcla está a 55°.
•
Apenas aplicada esta mezcla paraflnada sobre la herida, se solidiñcará, y conviene pasar por ella varias veces un pincel impregnado con el medicamento para formar una especie de barniz protector, sobre el cual se coloca una capa delgada de algodón hidrófilo, que también se parafina con el pincel, y hasta pueden ponerse dos o más capas de algodón, cuando la herida es muy extensa. Este aposito de algodón parafinado se hace impermeable y se endurece, después de lo cual se recubre con algodón ordinario y se sujeta con un vendaje apropiado.
Como es natural, esta cura se repetirá cuantas veces sea necesario, según el aspecto y la marcha de la herida; pero en todo caso debe procurarse lavar ésta, antes de cada cura, solamente con agua hervida y no con substancias antisépticas de ninguna índole, sin preocuparse por el mal olor que desprende la serosidad que se forma, pues no dificulta en nada el proceso normal de la cicatrización.
Distomatosis y helecho macho
En la Revista Veterinaria de España del mes de Abril del año 1916, me ocupé del tratamiento de esta enfermedad, por el extracto etéreo Dausse de helécho macho. En lo allí expuesto se ve claro los grandes resultados que se obtienen con este tratamiento, así como las modificaciones que deben hacerse referente a las dosis que hay que emplear.
Mis observaciones han seguido siendo numerosas en el resto del año 1916 y en todo el año 1917, pudiendo deducir de ellas—en contra de lo afirmado por Moussu y Henri, profesores de la Escuela de Veterinaria de Alfort,—que el distoma hepático muere muchas veces con una sola dosis de la aconsejada por ellos y hasta en un periodo de tiempo muy corto, como se ve en muchas ovejas que mueren a las tres o cuatro horas de haber sido administrado el extracto. Este argumento no basta para la demostración que me propongo, puesto que puede objetarse que se ha matado también a la oveja, y nada económico resultaría un tratamiento que matase al paciente en vez de curarle.
Cuando se aplica el tratamiento en un número crecido de cabezas, a pesar de ser todas de la misma raza, estar próximamente en iguales carnes, y hasta ser algunas de las mejores y más gordas, se nota que unas son más sensibles que otras para la tolerancia de este medicamento. En todas aquellas ovejas, en las cuales, al administrar una dosis, se observa que se producen efectos intensos, manifestados por un aplanamiento y una inapetencia que les dura veinticuatro y aun cuarenta y ocho horas, es muy peligroso repetir la segunda dosis antes de que los primeros efectos se hayan pasado, pues de lo contrario esta segunda dosis las matará. A todas estas ovejas yo las dejo con una sola dosis, habiendo observado que mejoran con la misma rapidez que las otras, lo que prueba que los distomas han muerto en ellas.
Esto no quiere decir que yo me incline a obtener con una sola dosis todos los efectos apetecidos, pues no dejo de reconocer lo peligroso que sería esto y lo expuesto que se estaría a cosechar muchos fracasos. Con dos dosis bien calculadas se llega a conseguir, sin temores de pérdidas de importancia, la curación completa de la distomatosis hepática; advirtiendo que no es lo bástante para estos cálculos, el emplear un gramo de extracto por cada cinco o seis kilogramos de peso, como aconsejan Moussu y Henri. Una de las condiciones que, según mi opinión, debe de tenerse muy presente, además del período muy avanzado de la caquexia, es la clase de pastos de que hagan uso los ganados. Las reses lanares que pastan en montes poblados de robles y encinas, cuando las yerbas escasean, hacen mucho uso para su alimentación de las hojas de dichas plantas, y, por lo tanto, en su estómago tienen cantidad de tanino suficiente para neutralizar algo el ex-tracto empleado, por cuya razón toleran, mejor que otras reaea de igual o mayor peao, una dosis determinada. Esta misma dosis, aconsejada por los autorea citados, la creo algo crecida con relación al peso que señalan. En ovejas que llegan y paaan de los treinta kilogramos se ha empleado, y casi siempre he visto que mueren, por lo menos, un 10 por 100, y en algunas ocasiones hasta un 25 por 100. Y cuando la dosis empleada en ovejas de dicho peso es de tres gramos y medio o cuatro, difícilmente ae muere alguna y se consigue bien la curación.
Cuando haya que tratar un número crecido de ovejas, no debe hacerse el tratamiento en todas de una vez, si se quiere caminar con pie firme y no tener un tanto por ciento de bajas evitable. Yo recomiendo que se empiece el tratamiento en un corto número de reses, observando los efectos que en ellas produce el extracto empleado, y viendo si hay algunas bajas, para, por las que haya, juzgar el número proporcional de muertes que se producirían en el tratamiento de todas con la misma dosis, a fin de rebajar o elevar ésta, según convenga, pues así sólo se tienen las bajas do los ensayos.
¿Debe de practicarse este tratamiento todos los años, hasta en las ovejas sobre las cuales no recaiga ninguna sospecha de que puedan padecer la caquexia? Sin ningún inconveniente puede afirmarse que sí. Sabido es que el distoma hepático, en número mayor o menor, le tienen todas las ovejas en la mayoría de nuestras provincias. Cuando no existe en número excesivo, no produce la caquexia; pero siempre origina» trastornos en la nu-"ición, lo cual, sobre todo en los años o épocas en que escasean los pastos, hace que muchas veces apenas pueda sostenerse la oveja en pie, y que, o no pueda criar, o si cría, lo haga sacando una cría ruin y quedando ella estropeada; y como se la tiene por su producción, si produce poco será un capital que empeña. Aun cuando el precio del extracto etéreo de helécho macho hoy es crecido, puede hacerse un tratamiento cuyo coste no exceda de 1,25 a 1,50 pesetas por cabeza; y teniendo presente la cuestión económica, como no puede menos de suceder, resulta que la oveja tratada cría su cordero gordo y lucido, lo que permite sacar, con exceso, al hacer su venta, lo gastado con la madre; ésta da más leche y la sostiene más tiempo, y el vellón es más abundante y mejor.
MAXIMILIANO GONZÁLEZ RUIZ Veterinario de Matanza (León).
Mis observaciones han seguido siendo numerosas en el resto del año 1916 y en todo el año 1917, pudiendo deducir de ellas—en contra de lo afirmado por Moussu y Henri, profesores de la Escuela de Veterinaria de Alfort,—que el distoma hepático muere muchas veces con una sola dosis de la aconsejada por ellos y hasta en un periodo de tiempo muy corto, como se ve en muchas ovejas que mueren a las tres o cuatro horas de haber sido administrado el extracto. Este argumento no basta para la demostración que me propongo, puesto que puede objetarse que se ha matado también a la oveja, y nada económico resultaría un tratamiento que matase al paciente en vez de curarle.
Cuando se aplica el tratamiento en un número crecido de cabezas, a pesar de ser todas de la misma raza, estar próximamente en iguales carnes, y hasta ser algunas de las mejores y más gordas, se nota que unas son más sensibles que otras para la tolerancia de este medicamento. En todas aquellas ovejas, en las cuales, al administrar una dosis, se observa que se producen efectos intensos, manifestados por un aplanamiento y una inapetencia que les dura veinticuatro y aun cuarenta y ocho horas, es muy peligroso repetir la segunda dosis antes de que los primeros efectos se hayan pasado, pues de lo contrario esta segunda dosis las matará. A todas estas ovejas yo las dejo con una sola dosis, habiendo observado que mejoran con la misma rapidez que las otras, lo que prueba que los distomas han muerto en ellas.
Esto no quiere decir que yo me incline a obtener con una sola dosis todos los efectos apetecidos, pues no dejo de reconocer lo peligroso que sería esto y lo expuesto que se estaría a cosechar muchos fracasos. Con dos dosis bien calculadas se llega a conseguir, sin temores de pérdidas de importancia, la curación completa de la distomatosis hepática; advirtiendo que no es lo bástante para estos cálculos, el emplear un gramo de extracto por cada cinco o seis kilogramos de peso, como aconsejan Moussu y Henri. Una de las condiciones que, según mi opinión, debe de tenerse muy presente, además del período muy avanzado de la caquexia, es la clase de pastos de que hagan uso los ganados. Las reses lanares que pastan en montes poblados de robles y encinas, cuando las yerbas escasean, hacen mucho uso para su alimentación de las hojas de dichas plantas, y, por lo tanto, en su estómago tienen cantidad de tanino suficiente para neutralizar algo el ex-tracto empleado, por cuya razón toleran, mejor que otras reaea de igual o mayor peao, una dosis determinada. Esta misma dosis, aconsejada por los autorea citados, la creo algo crecida con relación al peso que señalan. En ovejas que llegan y paaan de los treinta kilogramos se ha empleado, y casi siempre he visto que mueren, por lo menos, un 10 por 100, y en algunas ocasiones hasta un 25 por 100. Y cuando la dosis empleada en ovejas de dicho peso es de tres gramos y medio o cuatro, difícilmente ae muere alguna y se consigue bien la curación.
Cuando haya que tratar un número crecido de ovejas, no debe hacerse el tratamiento en todas de una vez, si se quiere caminar con pie firme y no tener un tanto por ciento de bajas evitable. Yo recomiendo que se empiece el tratamiento en un corto número de reses, observando los efectos que en ellas produce el extracto empleado, y viendo si hay algunas bajas, para, por las que haya, juzgar el número proporcional de muertes que se producirían en el tratamiento de todas con la misma dosis, a fin de rebajar o elevar ésta, según convenga, pues así sólo se tienen las bajas do los ensayos.
¿Debe de practicarse este tratamiento todos los años, hasta en las ovejas sobre las cuales no recaiga ninguna sospecha de que puedan padecer la caquexia? Sin ningún inconveniente puede afirmarse que sí. Sabido es que el distoma hepático, en número mayor o menor, le tienen todas las ovejas en la mayoría de nuestras provincias. Cuando no existe en número excesivo, no produce la caquexia; pero siempre origina» trastornos en la nu-"ición, lo cual, sobre todo en los años o épocas en que escasean los pastos, hace que muchas veces apenas pueda sostenerse la oveja en pie, y que, o no pueda criar, o si cría, lo haga sacando una cría ruin y quedando ella estropeada; y como se la tiene por su producción, si produce poco será un capital que empeña. Aun cuando el precio del extracto etéreo de helécho macho hoy es crecido, puede hacerse un tratamiento cuyo coste no exceda de 1,25 a 1,50 pesetas por cabeza; y teniendo presente la cuestión económica, como no puede menos de suceder, resulta que la oveja tratada cría su cordero gordo y lucido, lo que permite sacar, con exceso, al hacer su venta, lo gastado con la madre; ésta da más leche y la sostiene más tiempo, y el vellón es más abundante y mejor.
MAXIMILIANO GONZÁLEZ RUIZ Veterinario de Matanza (León).
jueves, 14 de octubre de 2010
oviserum e inmunidad
Por todos estos experimentos, que muchos sabios me han
honrado comprobándolos, se ve claramente que la materia
orgánica contiene substancias que al hacerse solubles atacan
las bacterias, y que las propiedades bactericidas del serum y
de los leucocitos no son exclusivas de este humor ó de estos
elementos histológicos, sino que revisten caracteres generales,
siendo inherentes á la materia viva. Basta hacerlas solubles ,
para que iii nitro acusen su actividad de un modo maravi- 1
lioso.
En mi Memoria 2.a dejé demostrado que el vitellus del huevo
de gallina no muestra energía bacteriolítica mezclado con
B. Anthraás; todo lo más lleg'a á granular su protoplasma y
fragmentarlo al cabo de tres ó cuatro días. Mas si ese vitellus
se bate íntimamente con la clara, añadiendo el 2 por 100 de
fluoruro sódico para evitar que se pudra, se observa que una
parte densa se retrae y precipita al fondo, mientras que unas
tres cuartas partes de la masa total queda líquida y se clarifica
de día en día hasta alcanzar una transparencia perfecta.
. Ese líquido, de color ambarino, que por darle un nombre llamo
| oviserum, posee un poder bacteriolítico extraordinario al caboj
de veinte ó treinta días. En dos ó tres días á 37° C. digiere
la mitad de su peso de B. Anihracis que precipitan al
fondo como una mucosidad amorfa, grisácea, adherente y
que forma hebras; decantado el oviserum resulta todavía activo
para una segunda y tercera digestión, como si sus alexinas
fuesen inagotables.
Por toda esta serie de observaciones, recogidas durante el
I transcurso de cuatro años en el laboratorio de la Academia,
I se descubre que las alexinas no son en realidad substancias
nativas ó propias del serum; su origen es celular y proceden
de los plasmas orgánicos que viven macerados en ese líquido
alcalino, de composición fundamentalmente salina, que obra
sobre ellas como su disolvente natural el llamado suero sanguíneo
(1).
El agente infectante lo mismo puede ser digerido en el
serupi, que en otro líquido bactericida, que en el seno de
un plasma vivo, llámese leucocito, epitelio ó fibra muscular
á condición de que sus alexinas sean solubles, que es como
decir activas. En el proceso, pues, de la inmunidad natural
í intervienen mayor número de factores de los que supone la
/ teoría humoral, la teoría vitalista ó fagocitarla y la teoría
' ecléctica que hoy impera.
......
A. Preparación del oviserum aséptico.—Se esterilizan dos ó
tres docenas de matraces de 50 c. c. y de cuello ancho. La cascara
de los huevos se lava con algodón empapado en agua caliente,
y .cuando están limpios de toda materia adherida se
sumerg-en durante una hora en un baño de alcohol absoluto.
Se rompen por uno de sus polos y se vacían uno en cada matraz
y se agita con fuerza hasta mezclar íntimamente la clara,
con la yema. Se dejan en la estufa, reg-ulada á 35° C., veinte
j ó treinta días, durante cuyo tiempo precipita al fondo una
materia densa y semisólida separada de un líquido limpio,
que flota encima, llevando en disolución gran cantidad de
viíellus; ese líquido es la materia inyectable, ó sea lo que llamamos
oviserum.
.....
8.a La inyección por kilogramo de conejo de 50 g. de agua
salada al 7,50 por 100 y la inoculación de una gota de virus
carbuncoso al cabo de veinticuatro horas, retrasa de diez á
catorce horas la muerte de los conejos respecto de los testigos.
La inyección de 100 g. y la inoculación desviras á las veinticuatro
horas determina un fenómeno extraordinario: los conejos
no mueren de bacteridemia. La acción del agua salada
es fugaz desapareciendo entre las veinticuatro y las cuarenta
y ocho horas.
http://bibdigital.rjb.csic.es/Imagenes/P0021_03/P0021_03_400.pdf
honrado comprobándolos, se ve claramente que la materia
orgánica contiene substancias que al hacerse solubles atacan
las bacterias, y que las propiedades bactericidas del serum y
de los leucocitos no son exclusivas de este humor ó de estos
elementos histológicos, sino que revisten caracteres generales,
siendo inherentes á la materia viva. Basta hacerlas solubles ,
para que iii nitro acusen su actividad de un modo maravi- 1
lioso.
En mi Memoria 2.a dejé demostrado que el vitellus del huevo
de gallina no muestra energía bacteriolítica mezclado con
B. Anthraás; todo lo más lleg'a á granular su protoplasma y
fragmentarlo al cabo de tres ó cuatro días. Mas si ese vitellus
se bate íntimamente con la clara, añadiendo el 2 por 100 de
fluoruro sódico para evitar que se pudra, se observa que una
parte densa se retrae y precipita al fondo, mientras que unas
tres cuartas partes de la masa total queda líquida y se clarifica
de día en día hasta alcanzar una transparencia perfecta.
. Ese líquido, de color ambarino, que por darle un nombre llamo
| oviserum, posee un poder bacteriolítico extraordinario al caboj
de veinte ó treinta días. En dos ó tres días á 37° C. digiere
la mitad de su peso de B. Anihracis que precipitan al
fondo como una mucosidad amorfa, grisácea, adherente y
que forma hebras; decantado el oviserum resulta todavía activo
para una segunda y tercera digestión, como si sus alexinas
fuesen inagotables.
Por toda esta serie de observaciones, recogidas durante el
I transcurso de cuatro años en el laboratorio de la Academia,
I se descubre que las alexinas no son en realidad substancias
nativas ó propias del serum; su origen es celular y proceden
de los plasmas orgánicos que viven macerados en ese líquido
alcalino, de composición fundamentalmente salina, que obra
sobre ellas como su disolvente natural el llamado suero sanguíneo
(1).
El agente infectante lo mismo puede ser digerido en el
serupi, que en otro líquido bactericida, que en el seno de
un plasma vivo, llámese leucocito, epitelio ó fibra muscular
á condición de que sus alexinas sean solubles, que es como
decir activas. En el proceso, pues, de la inmunidad natural
í intervienen mayor número de factores de los que supone la
/ teoría humoral, la teoría vitalista ó fagocitarla y la teoría
' ecléctica que hoy impera.
......
A. Preparación del oviserum aséptico.—Se esterilizan dos ó
tres docenas de matraces de 50 c. c. y de cuello ancho. La cascara
de los huevos se lava con algodón empapado en agua caliente,
y .cuando están limpios de toda materia adherida se
sumerg-en durante una hora en un baño de alcohol absoluto.
Se rompen por uno de sus polos y se vacían uno en cada matraz
y se agita con fuerza hasta mezclar íntimamente la clara,
con la yema. Se dejan en la estufa, reg-ulada á 35° C., veinte
j ó treinta días, durante cuyo tiempo precipita al fondo una
materia densa y semisólida separada de un líquido limpio,
que flota encima, llevando en disolución gran cantidad de
viíellus; ese líquido es la materia inyectable, ó sea lo que llamamos
oviserum.
.....
8.a La inyección por kilogramo de conejo de 50 g. de agua
salada al 7,50 por 100 y la inoculación de una gota de virus
carbuncoso al cabo de veinticuatro horas, retrasa de diez á
catorce horas la muerte de los conejos respecto de los testigos.
La inyección de 100 g. y la inoculación desviras á las veinticuatro
horas determina un fenómeno extraordinario: los conejos
no mueren de bacteridemia. La acción del agua salada
es fugaz desapareciendo entre las veinticuatro y las cuarenta
y ocho horas.
http://bibdigital.rjb.csic.es/Imagenes/P0021_03/P0021_03_400.pdf
miércoles, 13 de octubre de 2010
cólicos del caballo
Loewental considera el cloruro de bario como un espe·
cífico verdadeco contra los cólicos del caballo, obrando
como espasmódico en los cólicos con meteorismo. - J. F.-
(Berl. Tierarst. \Voch., n.? tü.-La,:CLínica Veterinario: 19
marzo 1910..)
cífico verdadeco contra los cólicos del caballo, obrando
como espasmódico en los cólicos con meteorismo. - J. F.-
(Berl. Tierarst. \Voch., n.? tü.-La,:CLínica Veterinario: 19
marzo 1910..)
Mastitis malignas
SCHNIDT..Nuevo método de curación de las for-
mas malignas d-e mastrtis, - Para combatir esta afec-
ción, el autor aconseja un método de 'curación que desde
hace años vi e ne experi 111 en tanda con excelen tes resultados.
Consiste en inyectar en úncuarto dela mama enferma, una
mezcla de alcohol absoluto y glicerina en.partes iguales.
Inyecta de una sola vez 250. gramos de dicha mezcla, y para
no irr-itarel epitelio, añade á la mezcla una tercera parte de
solucióllfisiológica de cloruro de sodio. Después de la in-
yección no debe ordeñarse el, cuarto de la mama hasta al,
cabo ele tres d(~s, Si se hallan afectados dos á más cuartos,
se comienza siempre por tratar solamente nno de ellos.
A los tres o cuatro días de la inyección, se observa una
mejoríft notable del animal, y aunque no siempre sea posi-
ble sostener la secreción láctea del cuarto de la mama en-
fe'>mA., e consigue de ordi nario sal val' la vida del animal
mas malignas d-e mastrtis, - Para combatir esta afec-
ción, el autor aconseja un método de 'curación que desde
hace años vi e ne experi 111 en tanda con excelen tes resultados.
Consiste en inyectar en úncuarto dela mama enferma, una
mezcla de alcohol absoluto y glicerina en.partes iguales.
Inyecta de una sola vez 250. gramos de dicha mezcla, y para
no irr-itarel epitelio, añade á la mezcla una tercera parte de
solucióllfisiológica de cloruro de sodio. Después de la in-
yección no debe ordeñarse el, cuarto de la mama hasta al,
cabo ele tres d(~s, Si se hallan afectados dos á más cuartos,
se comienza siempre por tratar solamente nno de ellos.
A los tres o cuatro días de la inyección, se observa una
mejoríft notable del animal, y aunque no siempre sea posi-
ble sostener la secreción láctea del cuarto de la mama en-
fe'>mA., e consigue de ordi nario sal val' la vida del animal
martes, 12 de octubre de 2010
cisticercosis y helecho macho
RENZI. Tratamiento de la cisticercosis por el he-
lecho macho. :-:-E. de Renzi, obtuvo" buenos resultados
del, uso del extracto etéreo del helecho macho en un enfermo
conequinocoéos en el hígado) en otro con cisticercos en el
.cerebro y en otros dos cases 'más de cisticercosis. '
El Dr. Dianouxyprofesor de oftalmología en la Escuela
~e Medicina de Nantes) acaba de comprobar el poder cura-
tivo del extracto etéreo de helecho macho en otro enfermo
que tenía un cistieerco en e]:.'euerpo vítreo) otro en el der-
-mIS dé la parte-supero-anterior del muslo y probablemente
. algún otro en los centros 'nerviosos.
.' PrescribióDianoux un vermífugo al enfermo y expulsó
;éste una tenia solium de.4á, 5 metros. Luego administró al
enfermo tres ó cuatro cápsulas diarias de 0{50 centigramos
.de extracto etéreo de helecho macho cada una) durante se-
:.\tenta-y un días, -con interrupciones) y vigilando atentamente
\",,:>2.~~ ojovpara evitar una neuritis óptica. El paciente absorvió,
<,~;:;':c-'@.n'total) gramos de extracto ..
102
';:',:", ,BI resultado fué muy favorable. A los cincuenta días el
.. -:, ósti,cerco del oj o y el del dermis habían desaparecido para-
~eIa.rrien.te) y así mismo no se' presentaron más fenómenos
mehcaclorés de cisttcercosis en los centros nerviosos, .
" '.; Claro está que hay casos de curación espontánea de cis-
ticercosis, pero en' este caso no es verosímil) porque la en-
-feJ;:medad iba en progresión evidente hasta el momento de
adoptar el tratamiento' mencionado) en que comenzó á re-
g,:.e,sar hacia La curación. - P. F. - [Semaine Médicale, 15
dICIembre) 1909)." ", .'
lecho macho. :-:-E. de Renzi, obtuvo" buenos resultados
del, uso del extracto etéreo del helecho macho en un enfermo
conequinocoéos en el hígado) en otro con cisticercos en el
.cerebro y en otros dos cases 'más de cisticercosis. '
El Dr. Dianouxyprofesor de oftalmología en la Escuela
~e Medicina de Nantes) acaba de comprobar el poder cura-
tivo del extracto etéreo de helecho macho en otro enfermo
que tenía un cistieerco en e]:.'euerpo vítreo) otro en el der-
-mIS dé la parte-supero-anterior del muslo y probablemente
. algún otro en los centros 'nerviosos.
.' PrescribióDianoux un vermífugo al enfermo y expulsó
;éste una tenia solium de.4á, 5 metros. Luego administró al
enfermo tres ó cuatro cápsulas diarias de 0{50 centigramos
.de extracto etéreo de helecho macho cada una) durante se-
:.\tenta-y un días, -con interrupciones) y vigilando atentamente
\",,:>2.~~ ojovpara evitar una neuritis óptica. El paciente absorvió,
<,~;:;':c-'@.n'total) gramos de extracto ..
102
';:',:", ,BI resultado fué muy favorable. A los cincuenta días el
.. -:, ósti,cerco del oj o y el del dermis habían desaparecido para-
~eIa.rrien.te) y así mismo no se' presentaron más fenómenos
mehcaclorés de cisttcercosis en los centros nerviosos, .
" '.; Claro está que hay casos de curación espontánea de cis-
ticercosis, pero en' este caso no es verosímil) porque la en-
-feJ;:medad iba en progresión evidente hasta el momento de
adoptar el tratamiento' mencionado) en que comenzó á re-
g,:.e,sar hacia La curación. - P. F. - [Semaine Médicale, 15
dICIembre) 1909)." ", .'
Unguentos varios
PÉRON. Ungüento contra las verrugas de los sotí-
pedos:
Acido arsenioso pulverizado, 20 gramos
'Bicromato de' potasa ', . . 10 ))
Dextrina ó goma en polvo . '5 »
Manteca. . , ' , . . . 50 »
Modo de emplearlo: Aplíquese ligeramente cada tres
días. Atar al animal de manera que no pueda frotarse ó
morderse. Conviene tratar únicamente superficies pequeñas.
!?ÉRON. U ngüento contra las enfermedades dela
piel:
"
Pornada ci triua .. ' ... 50 gramos
» azufrada óde Helmer iclr . 50 » ,
Oxido de zinc. . , . . . . 10 -»
Ace ité ele enebro, '. . . . . _ . 30 ))
Puede substituirse toda ó una parte dela pomada citrina, ~ ,
por una cantidad igual de ungüento de bi-ioduro de rnercu- ¡ t:
rio al 1 por 15. Para los perros caseros puede substituirse .'-
el aceite de enebro por el bálsamo del Perú. , ,'. _
Este ungüento unioersal. es específico para combatir. los
dartros, sarnas, eczemas, herpes y todas las afecciones 'de
naturaleza parasitaria de la piel de los caballos y de los
perros.
Modo de emplearlo: Aplíquese una vez cada tres días á-
fin de evitar los accidentes que podrían ocurrir-a consecuen-
cia de la absorción medicamentosa. Es ventajoso 'asociar ,á
este tratamiento la administración de soluciones iodo-arse-
nicales. Esta medicación sería ele absoluta eficacia contra la
sarna fo licular de los perros. - J. F. - (Recue Veterinaire,
1,.0 diciembre de 1909).
pedos:
Acido arsenioso pulverizado, 20 gramos
'Bicromato de' potasa ', . . 10 ))
Dextrina ó goma en polvo . '5 »
Manteca. . , ' , . . . 50 »
Modo de emplearlo: Aplíquese ligeramente cada tres
días. Atar al animal de manera que no pueda frotarse ó
morderse. Conviene tratar únicamente superficies pequeñas.
!?ÉRON. U ngüento contra las enfermedades dela
piel:
"
Pornada ci triua .. ' ... 50 gramos
» azufrada óde Helmer iclr . 50 » ,
Oxido de zinc. . , . . . . 10 -»
Ace ité ele enebro, '. . . . . _ . 30 ))
Puede substituirse toda ó una parte dela pomada citrina, ~ ,
por una cantidad igual de ungüento de bi-ioduro de rnercu- ¡ t:
rio al 1 por 15. Para los perros caseros puede substituirse .'-
el aceite de enebro por el bálsamo del Perú. , ,'. _
Este ungüento unioersal. es específico para combatir. los
dartros, sarnas, eczemas, herpes y todas las afecciones 'de
naturaleza parasitaria de la piel de los caballos y de los
perros.
Modo de emplearlo: Aplíquese una vez cada tres días á-
fin de evitar los accidentes que podrían ocurrir-a consecuen-
cia de la absorción medicamentosa. Es ventajoso 'asociar ,á
este tratamiento la administración de soluciones iodo-arse-
nicales. Esta medicación sería ele absoluta eficacia contra la
sarna fo licular de los perros. - J. F. - (Recue Veterinaire,
1,.0 diciembre de 1909).
Agua oxigenada y leche
INSPECCIÓN DE ALIMENTOS
FEDER. Medio de reconocer el agua oxigenada en
la leche. - Una solución débil de formol en ácido sulfú-
rico concentrado) añadida á la leche que contiene agua oxi-
. genada, produce una coloración violada. La técnica es muy
sencilla: En un tubo de ensayo se ponen 5 ce. de leche) se
añade 5 cc. de ácido clorhídrico de 1(19 de densidad) y una
gota de reactivo que contenga formol. Se calienta el tubo
regulando la· estufa á 60°) agitándolos varias veces, .
Si la leche contiene agua oxigenada aparece la reacción
violeta. Esta reacción se produce hasta con Qf006 por 100
de agua oxigenada.
La leche pura da una coloración amarilla.
Los nitratos dan igual reacción. Es sabido que el aguado
de la leche con agua impura (que contiene nitratos) puede
provocar la aparición de la reacción antes dicha. - J, F.-
___ rttj:t¡erie et éléoaqe, 1909) pág. 103).
FEDER. Medio de reconocer el agua oxigenada en
la leche. - Una solución débil de formol en ácido sulfú-
rico concentrado) añadida á la leche que contiene agua oxi-
. genada, produce una coloración violada. La técnica es muy
sencilla: En un tubo de ensayo se ponen 5 ce. de leche) se
añade 5 cc. de ácido clorhídrico de 1(19 de densidad) y una
gota de reactivo que contenga formol. Se calienta el tubo
regulando la· estufa á 60°) agitándolos varias veces, .
Si la leche contiene agua oxigenada aparece la reacción
violeta. Esta reacción se produce hasta con Qf006 por 100
de agua oxigenada.
La leche pura da una coloración amarilla.
Los nitratos dan igual reacción. Es sabido que el aguado
de la leche con agua impura (que contiene nitratos) puede
provocar la aparición de la reacción antes dicha. - J, F.-
___ rttj:t¡erie et éléoaqe, 1909) pág. 103).
Medicamentos y secreción láctea
PLANCHU:Y GARIN. Influencia de los medicamentos
en la secreción láctea. - Los autores han experimentado
la acción dealgunos medicamentos en la secreción láctea y
hanobservado que la antipirina, el piramidón, el sulfato de
quinina, el bromuro potásico, la cafeína, el láudano, la c).i-
gital, la caña de Provenza, el hierro, arsénico, el cloral, el
alcanfor, licor de Fowler, ellactagol y los purgantes sali-
nos, no ejercen ninguna acción excitante ó depresiva sobre,
dicha secreción.
El ioduro potásico JI la belladona, considerados como
agentes antigalactógenos, no merecen estos calificativos. A
la dosis de 2 gramos por día, el ioduropotásico no modifica
en nada la secreción láctea: según prueban claramente las
curv~s trazadas por Planchu y Garrn, para cada uno de los
, medIcamentos experimentados. _
. El ioduro potásico pasa á la leche, pues los nutridos con
ella presentan coriza, sin experimentar ningún fenómeno
patológico. Lo, mismo ocurre con la belladona á la dosis de
de 2 gra'l1loscadadía.
Planchu JI Garín han experimentado además) la gaIega,
la ortiga blanca, el hinojo y el anís en infusiones á la dosis
dc 20 á 50 gramos por litro de agua hirviendo. Estos agen-
tes reputadosgalactógenos, han sieloincapaces dé aumen-
tar las curvas' de secreción láctea.
.. En definitiva, el único agente' excitador ele la secreción
láctea es la succión del pezón y el agotamiento completo ;OC
regular del seno. No existe ninguna substancia medicarnen-
tosa que tenga influencia galactógena; de lo que resulta q~e
la admiriistración ' de medicamentos, aun cuando sean tÓX1-
cos, no está contraindicada á dosis terapéuticas en las
hembras que crían y, por tanto, pueden utilizarse en el tra-
tamiento de las indisposiciones que puedan ocurrir durante
la época dela lactancia. - J. F. - (Bulletin Vetérinaire, 15
octubre 1909)
en la secreción láctea. - Los autores han experimentado
la acción dealgunos medicamentos en la secreción láctea y
hanobservado que la antipirina, el piramidón, el sulfato de
quinina, el bromuro potásico, la cafeína, el láudano, la c).i-
gital, la caña de Provenza, el hierro, arsénico, el cloral, el
alcanfor, licor de Fowler, ellactagol y los purgantes sali-
nos, no ejercen ninguna acción excitante ó depresiva sobre,
dicha secreción.
El ioduro potásico JI la belladona, considerados como
agentes antigalactógenos, no merecen estos calificativos. A
la dosis de 2 gramos por día, el ioduropotásico no modifica
en nada la secreción láctea: según prueban claramente las
curv~s trazadas por Planchu y Garrn, para cada uno de los
, medIcamentos experimentados. _
. El ioduro potásico pasa á la leche, pues los nutridos con
ella presentan coriza, sin experimentar ningún fenómeno
patológico. Lo, mismo ocurre con la belladona á la dosis de
de 2 gra'l1loscadadía.
Planchu JI Garín han experimentado además) la gaIega,
la ortiga blanca, el hinojo y el anís en infusiones á la dosis
dc 20 á 50 gramos por litro de agua hirviendo. Estos agen-
tes reputadosgalactógenos, han sieloincapaces dé aumen-
tar las curvas' de secreción láctea.
.. En definitiva, el único agente' excitador ele la secreción
láctea es la succión del pezón y el agotamiento completo ;OC
regular del seno. No existe ninguna substancia medicarnen-
tosa que tenga influencia galactógena; de lo que resulta q~e
la admiriistración ' de medicamentos, aun cuando sean tÓX1-
cos, no está contraindicada á dosis terapéuticas en las
hembras que crían y, por tanto, pueden utilizarse en el tra-
tamiento de las indisposiciones que puedan ocurrir durante
la época dela lactancia. - J. F. - (Bulletin Vetérinaire, 15
octubre 1909)
Tratamiento de la piroplasmosis
MALLlO G. Tratamiento de la piroplasmosis del
caballo. - Hace dos años, el Dr. 'Olivelli, veterinario mi-
litar, ha hecho conocer los hermosos resultados obtenidos
con el tratamiento hídr-ico, en la pircplasmosis del caballo.
El Dr. Mallio, que se encontraba en el mismo regimiento á
las órdenes del Dr. Olivelli, ha continuado sus experirnen-
tos con resultados del todo concluyentes.
Los casos de piroplasmosis tratados, fueron 18. En to-
dos los enfermos, la temperatura que al principio de la
afección se' elevaba á 40°, 41 (6°, 41(7°, se normalizó en poco
tiempo, disminuyó la ictericia, desaparecieron las petequias
y los caballos curaron muy apnsa.,
Así que se ha diagnosticado la piroplasmosis, se.coloca
el caballo cerca de un/abrevadero de agua corriente, desde
que amanece el día hasta la noche.' En las horas demasiado
-calurosas, se lleva al enfermo á la cuadra' y se deja conti-
nuamente á su disposición un cubo de agua. '
Lo 'mismoen el abrevadero que en el cubo, se sumerge
heno ó hierba en. pequeñas cantidades .. El animal tiene
gana ele comer y' bebe con.frecuencia. En las veinticuatro
primeras hor-as se manifiesta una diuresis abundante y los
excrementos son más blandos, .
Al tercer día hay 'verdadera poliuria JI los excrementos
expulsados', en mayor abundancia adquieren color normal.
Enlos diez y ocho casos así tratados, el Dr. Mallio ha
conseg.uido siempre la curación, aun cuando muchos de los
casos fueran del todo graves. -' J, F. - (Giorruile d'Ippo-
logia).
RÉVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA 129
caballo. - Hace dos años, el Dr. 'Olivelli, veterinario mi-
litar, ha hecho conocer los hermosos resultados obtenidos
con el tratamiento hídr-ico, en la pircplasmosis del caballo.
El Dr. Mallio, que se encontraba en el mismo regimiento á
las órdenes del Dr. Olivelli, ha continuado sus experirnen-
tos con resultados del todo concluyentes.
Los casos de piroplasmosis tratados, fueron 18. En to-
dos los enfermos, la temperatura que al principio de la
afección se' elevaba á 40°, 41 (6°, 41(7°, se normalizó en poco
tiempo, disminuyó la ictericia, desaparecieron las petequias
y los caballos curaron muy apnsa.,
Así que se ha diagnosticado la piroplasmosis, se.coloca
el caballo cerca de un/abrevadero de agua corriente, desde
que amanece el día hasta la noche.' En las horas demasiado
-calurosas, se lleva al enfermo á la cuadra' y se deja conti-
nuamente á su disposición un cubo de agua. '
Lo 'mismoen el abrevadero que en el cubo, se sumerge
heno ó hierba en. pequeñas cantidades .. El animal tiene
gana ele comer y' bebe con.frecuencia. En las veinticuatro
primeras hor-as se manifiesta una diuresis abundante y los
excrementos son más blandos, .
Al tercer día hay 'verdadera poliuria JI los excrementos
expulsados', en mayor abundancia adquieren color normal.
Enlos diez y ocho casos así tratados, el Dr. Mallio ha
conseg.uido siempre la curación, aun cuando muchos de los
casos fueran del todo graves. -' J, F. - (Giorruile d'Ippo-
logia).
RÉVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA 129
Parálisis del esófago
KICI-I~EIN. Parálisis, del esófago en un caballo. -
Pasa un caballo de 8 años, algunos en la imposibilidad de
tomar alimentos ni bebidas. La masticación se efectúa normalmente,
pero los esfuerzos ,de deglución sOn vanos; el
animal busca bebida y el líquido sale de nuevo por las narices.
Por la boca sale un hilo constante de saliva. No se
observa ninguna modificación en su estado general.
. EJ examen de la cavidad bucal y de la faringe no revelan
nada de particular; en la exploración del esófago, con ayuda
de una sonda, se encuentra hacia la entrada del pecho una
ligera resistencia que el autor cree ser debida á la inflexión
del conducto.
No se observa cambio alguno al siguiente día. Se inyecta
entonces por el lado derecho del cuello, próximo á la abertuna
esofágica, 5 cc. de una solución acuosa al 1 por 100 de
nitrato de estricnina. Seis ú ocho horas después se restablece
normalmente la deglución. - [Deutsche Tierarztliche
IVochenschrift, 11 de abril de 1908).
Pasa un caballo de 8 años, algunos en la imposibilidad de
tomar alimentos ni bebidas. La masticación se efectúa normalmente,
pero los esfuerzos ,de deglución sOn vanos; el
animal busca bebida y el líquido sale de nuevo por las narices.
Por la boca sale un hilo constante de saliva. No se
observa ninguna modificación en su estado general.
. EJ examen de la cavidad bucal y de la faringe no revelan
nada de particular; en la exploración del esófago, con ayuda
de una sonda, se encuentra hacia la entrada del pecho una
ligera resistencia que el autor cree ser debida á la inflexión
del conducto.
No se observa cambio alguno al siguiente día. Se inyecta
entonces por el lado derecho del cuello, próximo á la abertuna
esofágica, 5 cc. de una solución acuosa al 1 por 100 de
nitrato de estricnina. Seis ú ocho horas después se restablece
normalmente la deglución. - [Deutsche Tierarztliche
IVochenschrift, 11 de abril de 1908).
Tratamiento de indigestiones en équidos
'TRATAMIENTO. - Mas: vale preoenit: que curar; en las
aglomeraciones de caballos no deben olvidarse las medidas
propias para disminuir las causas de las indigestiones, No
. recordaremos otras que las convenientes pam evitar la indigestión
estomacal) las que están siempre en contraposición
de las causas que la provocan:
1. a Repartir convenientemente el pienso diario en varias
raciones) sin dar en ningún momento) ni por ninguna
razón exceso' de' alimentos en un pienso dado. El salvado)
por ejemplo) no debe ser ingerido seco ni mezclado con avena;
conviene darlo solo y humedecido ó asociado' á una
harina en forma de .gachuelas. Los alimentos melazados oazucarados
pueden substituir una parte de la avena como
ración.
2.a Dejarlos beber poco de una vez y lo más á menudo
posible) pero no llevar jamás el caballo al abrevadero inmediatamente
después de un pienso copioso; dejar templar el
agua fría' al sol en verano) dentro de la cuadra en invierno,
antes de darla á los animales.
3.a Evitaren todo lo posible los cambios de régimen,
sobre todo en los caballos jóvenes; poner la mayor atención
en el estado del aparato dentario) sobrela calidad de los
alimentos) sobre el estado de los forrajes.
4.a Por lo que concierne á los caballos viejos ó desgastados,
regularizar su dentadura y nutridos con alimentos
alibiles de fácil digestión.
5.a Considerar que el trabajo y la vida al aire libre son'
condiciones higiénicas maravillosamente profllácticas que
pueden e11cierta medida paralizar la acciÓn de gran número
de causas consideradas como predisponen tes ú ocasionales
de la indigestión.
TRATAMIENTO ·TERAPÉUTICO. -.:. Contra la indigestión simple
bastan) generalmente) unas vigorosas fricciones) el paseo
al paso de una manera moderada, las infusiones templadas
de plantas aromáticas estimulantes) como el café (50 gramos
por litro) té) manzanilla) saúco) menta) melisa) etc.,
darlas á dosis fraccionadas JI repetidas; el vino blanco tem '
plado, la tintura de áloes (60 gramos en medio litro de agua)
. administrado en varias veces.
Para combatir la indigestión por sobrecarqa se emplean
actualmente dos medios terapéuticos opuestos por cornpletoo
Cada úno tiene sus partidarios y los más furiosos detractores
y son:
1.0' L'a medicación calmante; 2.° La medicación etcci-.
tanteo
( 'MEDICACIÓN CALMANTE. - Es preconizada por aquellos
de los autores que consideran la inercia estomacal debida á
una contractura espastnodica de la musculosa, y tiene el
privilegio de su antiguo origen. Esta medicación con el famoso
elixir calmante de Lebas , que comprende á la vez el
opio, el alcohol, los resinosos Ji substancias aromáticas,
corn prende igualmente todos los.medicamentos antiespasmódicos:
el éter, el alcanfor, la asafetida, trilogía que entra en la
composición del brevaje clásico, la morfina, en inyecciones
. subcutáneas, el alcanfor indiana, utilizado por los veterinarios
militares de las colonias, la tintura de opio, á la dosis
de80gpamos, dela cual Dassonville hace un verdadero especinco
de las indigestiones.
Si la morfina y el opio, los más recomendados hoy día;
producen el útil efecto de suprimir el dolor, tienen para
nosotros el grave inconveniente de disminuir las secrecionesy
las contracciones gastro-intestinales, tan indispensables
á toda buena digestión. Por esto nosotros preferimos
mejor los medicamentos excitantes que restablecen yacentúan
las mencionadas secreciones y contracciones .
. MEDICACIÓN EXCITANTE. - Pensamos como la generalidad,
que en la sobrecarga estomacal las fibras musculares
lisas están 'Paralizadas.
Elpractico, pues, debe proponerse un doble efecto: reblandecer
s] diluir las substancias alimenticias y restablecer la
contractilidad del estomago.
Para empezar, los brevajes excitantes templados.. como
se ha dicho, anteriormente; se podrán ensayar á pequeñas
dosis. Pero es preferible substituidos por el alcohol á altas
dosis, el alcohol de estricnina (10 gramos de una solución
al 1 por 10Q)ó recurrir a los alcaloides: Pilocarpina, eseri-
. na, arecolina, cl07'UJ'O de bario.
La pilocarpina (nitrato, clorhidrato, sulfato), que es un
hipersecretorio, es al propio tiempo un excitante de las fibras
lisas. Puede inyectarse bajo ia piel de la tabla del cuello
á dosis que varían entre OC20 y W4Q grámos, sin inconveniente
alguno; pero nosotros aconsejarnosdosis pequeñas-y
repetidas) de hora en hora) de 10 oentigramos cada una (en
solución al 1 por 50 ó al 1 por 100).
La esérina (sulfato) salicilato) debe 'manejarse con más
circunspección) á pesar de que se han exagerado sus efectos
en razón de su acción enérgica, casi brutal) sobre la
musculosa del estómago. La dosis de 10 centigramos recomondada
por Ellenberger, 110s parece demasiado fuerte; la
de gramos 0(05 es) en general) suficiente) menos peligrosa y
susceptible de repetición si es necesario..
Estos dos agentes pueden inyectarse simultáneamente
(El lenberger). Ducasse recomienda inyectar la eserina cuando
los efectos de la pilocarnina son ya evidentes. Pero según
éste último) empleada sola y repitiendo la dosis de gr. 0'10)
produce los resultados deseados'. No deberá) pues) recurrirse
á la eserina más que cuando las evacuaciones albinas
tarden demasiado en aparecer. En caso de vómitos se 'evi....,
tará siempre su empleo .
. La arecolina (brornhidrato ) que reúne las cualidades-de
los dos alcaloides precedentes) en algunos .casos alcanza
éxitos en donde aquéllos no habían resultado, Debe) -pues,
recomendarse ; las inyecciones hipodérmicas serán de
0(02'gl~.) á 0(05 gr. en solución al1 por '20.
EL CLORURODE BARIO. -:- En inyección intravenosa, al§.-
bada por unos y anatematizado por otros, que le acusan de
matar á los enfermos con' toda seguridad) es de rápidos
efectos. Debe ser usado con moderación. 'Se .inyecta eu la
yugular de 0(25 gr. á 0(50 gr. de una solución al 1 por 30)
según la talla' del animal) y uncuaí-to de hora después podrá
renovarse la inyección disminuyendo la dosis.
Guerrieri preconiza la inyección de este agente por la
tráquea precedida de una-dosis ligera.de.morñna. .Eldice
emplear así dosis de 0(80- gr: sin ningún daño. -
Señalamos aquí el tratamiento eléctrico por lascorr'¿en'-
tes inducidas dé Laquerr-iere. .: ,;',' . ", ',C
Independientemente dé .estosmedios calmantes óexcitantes
no debe olvidarse la renulsioncuiánea bien entendida,
Debe ser moder-ada y consistir-en _fri ceiou es secas generales,
sinapismos Ó revulsivos. También 'pueden' aplicarse
envolturas calientes en el 'd:o'rsó:yJo.mo yaunbajo el vientre!
extraido de REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA
Vol. IV Barcelona-Masnou: Octubre 1909 N.O 2
aglomeraciones de caballos no deben olvidarse las medidas
propias para disminuir las causas de las indigestiones, No
. recordaremos otras que las convenientes pam evitar la indigestión
estomacal) las que están siempre en contraposición
de las causas que la provocan:
1. a Repartir convenientemente el pienso diario en varias
raciones) sin dar en ningún momento) ni por ninguna
razón exceso' de' alimentos en un pienso dado. El salvado)
por ejemplo) no debe ser ingerido seco ni mezclado con avena;
conviene darlo solo y humedecido ó asociado' á una
harina en forma de .gachuelas. Los alimentos melazados oazucarados
pueden substituir una parte de la avena como
ración.
2.a Dejarlos beber poco de una vez y lo más á menudo
posible) pero no llevar jamás el caballo al abrevadero inmediatamente
después de un pienso copioso; dejar templar el
agua fría' al sol en verano) dentro de la cuadra en invierno,
antes de darla á los animales.
3.a Evitaren todo lo posible los cambios de régimen,
sobre todo en los caballos jóvenes; poner la mayor atención
en el estado del aparato dentario) sobrela calidad de los
alimentos) sobre el estado de los forrajes.
4.a Por lo que concierne á los caballos viejos ó desgastados,
regularizar su dentadura y nutridos con alimentos
alibiles de fácil digestión.
5.a Considerar que el trabajo y la vida al aire libre son'
condiciones higiénicas maravillosamente profllácticas que
pueden e11cierta medida paralizar la acciÓn de gran número
de causas consideradas como predisponen tes ú ocasionales
de la indigestión.
TRATAMIENTO ·TERAPÉUTICO. -.:. Contra la indigestión simple
bastan) generalmente) unas vigorosas fricciones) el paseo
al paso de una manera moderada, las infusiones templadas
de plantas aromáticas estimulantes) como el café (50 gramos
por litro) té) manzanilla) saúco) menta) melisa) etc.,
darlas á dosis fraccionadas JI repetidas; el vino blanco tem '
plado, la tintura de áloes (60 gramos en medio litro de agua)
. administrado en varias veces.
Para combatir la indigestión por sobrecarqa se emplean
actualmente dos medios terapéuticos opuestos por cornpletoo
Cada úno tiene sus partidarios y los más furiosos detractores
y son:
1.0' L'a medicación calmante; 2.° La medicación etcci-.
tanteo
( 'MEDICACIÓN CALMANTE. - Es preconizada por aquellos
de los autores que consideran la inercia estomacal debida á
una contractura espastnodica de la musculosa, y tiene el
privilegio de su antiguo origen. Esta medicación con el famoso
elixir calmante de Lebas , que comprende á la vez el
opio, el alcohol, los resinosos Ji substancias aromáticas,
corn prende igualmente todos los.medicamentos antiespasmódicos:
el éter, el alcanfor, la asafetida, trilogía que entra en la
composición del brevaje clásico, la morfina, en inyecciones
. subcutáneas, el alcanfor indiana, utilizado por los veterinarios
militares de las colonias, la tintura de opio, á la dosis
de80gpamos, dela cual Dassonville hace un verdadero especinco
de las indigestiones.
Si la morfina y el opio, los más recomendados hoy día;
producen el útil efecto de suprimir el dolor, tienen para
nosotros el grave inconveniente de disminuir las secrecionesy
las contracciones gastro-intestinales, tan indispensables
á toda buena digestión. Por esto nosotros preferimos
mejor los medicamentos excitantes que restablecen yacentúan
las mencionadas secreciones y contracciones .
. MEDICACIÓN EXCITANTE. - Pensamos como la generalidad,
que en la sobrecarga estomacal las fibras musculares
lisas están 'Paralizadas.
Elpractico, pues, debe proponerse un doble efecto: reblandecer
s] diluir las substancias alimenticias y restablecer la
contractilidad del estomago.
Para empezar, los brevajes excitantes templados.. como
se ha dicho, anteriormente; se podrán ensayar á pequeñas
dosis. Pero es preferible substituidos por el alcohol á altas
dosis, el alcohol de estricnina (10 gramos de una solución
al 1 por 10Q)ó recurrir a los alcaloides: Pilocarpina, eseri-
. na, arecolina, cl07'UJ'O de bario.
La pilocarpina (nitrato, clorhidrato, sulfato), que es un
hipersecretorio, es al propio tiempo un excitante de las fibras
lisas. Puede inyectarse bajo ia piel de la tabla del cuello
á dosis que varían entre OC20 y W4Q grámos, sin inconveniente
alguno; pero nosotros aconsejarnosdosis pequeñas-y
repetidas) de hora en hora) de 10 oentigramos cada una (en
solución al 1 por 50 ó al 1 por 100).
La esérina (sulfato) salicilato) debe 'manejarse con más
circunspección) á pesar de que se han exagerado sus efectos
en razón de su acción enérgica, casi brutal) sobre la
musculosa del estómago. La dosis de 10 centigramos recomondada
por Ellenberger, 110s parece demasiado fuerte; la
de gramos 0(05 es) en general) suficiente) menos peligrosa y
susceptible de repetición si es necesario..
Estos dos agentes pueden inyectarse simultáneamente
(El lenberger). Ducasse recomienda inyectar la eserina cuando
los efectos de la pilocarnina son ya evidentes. Pero según
éste último) empleada sola y repitiendo la dosis de gr. 0'10)
produce los resultados deseados'. No deberá) pues) recurrirse
á la eserina más que cuando las evacuaciones albinas
tarden demasiado en aparecer. En caso de vómitos se 'evi....,
tará siempre su empleo .
. La arecolina (brornhidrato ) que reúne las cualidades-de
los dos alcaloides precedentes) en algunos .casos alcanza
éxitos en donde aquéllos no habían resultado, Debe) -pues,
recomendarse ; las inyecciones hipodérmicas serán de
0(02'gl~.) á 0(05 gr. en solución al1 por '20.
EL CLORURODE BARIO. -:- En inyección intravenosa, al§.-
bada por unos y anatematizado por otros, que le acusan de
matar á los enfermos con' toda seguridad) es de rápidos
efectos. Debe ser usado con moderación. 'Se .inyecta eu la
yugular de 0(25 gr. á 0(50 gr. de una solución al 1 por 30)
según la talla' del animal) y uncuaí-to de hora después podrá
renovarse la inyección disminuyendo la dosis.
Guerrieri preconiza la inyección de este agente por la
tráquea precedida de una-dosis ligera.de.morñna. .Eldice
emplear así dosis de 0(80- gr: sin ningún daño. -
Señalamos aquí el tratamiento eléctrico por lascorr'¿en'-
tes inducidas dé Laquerr-iere. .: ,;',' . ", ',C
Independientemente dé .estosmedios calmantes óexcitantes
no debe olvidarse la renulsioncuiánea bien entendida,
Debe ser moder-ada y consistir-en _fri ceiou es secas generales,
sinapismos Ó revulsivos. También 'pueden' aplicarse
envolturas calientes en el 'd:o'rsó:yJo.mo yaunbajo el vientre!
extraido de REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA
Vol. IV Barcelona-Masnou: Octubre 1909 N.O 2
lunes, 11 de octubre de 2010
Depilatorio no irritante
SIMONIN y NEAU. Depilatorio no irritante. utilizable
-en cirugía veterinaria. - Para la práctica aséptica de las
cperaciones es indispensable rasurar el pelo, y esto tiene sus
inconvenientes. Vasoularizala piel, hace que las incisiones
sean más -sangi-ientas y á veces va seguido de un eritema
que impide una cicatrización rápida y perfecta.
Muchos de los depilatorios empleados tienen el defecto
de atacar la epidermis y no producen los resultados que deellos
se espera.
El Dr. Bilonet preconiza una mezcla no irritante y de acción
perfecta. Simonin y Neau la utilizan con provecho en vez.
de la navaja de afeitar. La composición de la mezcla es la
siguiente:
-Monosulfuro de sodio.
-Cal viva .
-Almidón en polvo . .
:·lJ a. a.
-Agua .
. C. S.
184 REVISTA VETERINARIA DE -ESPAÑA
Las dos primeras substancias deben guardarse separadas:
en frascos herméticamente cerrados con tapón esmerilado.
Para componer el depilatorio se mezcla primero el monosulfuro
de sodio con el almidón) y luego se añade la cal viva
para formar un polvo homogéneo. A continuación se vierte
el agua poco á poco y removiendo hasta que se obtenga una
pasta semilíquida.
El depilatorio debe ser preparado en el momento que'
queramos servirnos de él y con una espátula se aplica sobré'
la piel esquilada, en una capa de 3 á 5 milímetros de espesor,
dejándola que obre por espacio de un cuarto de hora:
Después de este tiempo se laya la piel y queda una superficie
aséptica no irritada, dispuesta para la intervención quirúrgica.
Ne destruye el bulbo piloso JI el pelo vuelve á salir
con su color primitivo.
Para la cirugía de los animales pequeños en los que elt
uso dela navaja es imposible, el depilatorio es utilísimo.
y su empleo está indicado también para obtener la antisepsia
de la piel en regiones traumatizadas que no puedan
rasurarse, y, en una palabra, siempre que se desee depilar
una parte cualquiera del tegumento. - (Rev. gen. de Méd ..
Vd, 1 Y 15 septiembre de 1908). (Rec. de JI![ed. Vet.) 15 enero
1909.) - J. F.
-en cirugía veterinaria. - Para la práctica aséptica de las
cperaciones es indispensable rasurar el pelo, y esto tiene sus
inconvenientes. Vasoularizala piel, hace que las incisiones
sean más -sangi-ientas y á veces va seguido de un eritema
que impide una cicatrización rápida y perfecta.
Muchos de los depilatorios empleados tienen el defecto
de atacar la epidermis y no producen los resultados que deellos
se espera.
El Dr. Bilonet preconiza una mezcla no irritante y de acción
perfecta. Simonin y Neau la utilizan con provecho en vez.
de la navaja de afeitar. La composición de la mezcla es la
siguiente:
-Monosulfuro de sodio.
-Cal viva .
-Almidón en polvo . .
:·lJ a. a.
-Agua .
. C. S.
184 REVISTA VETERINARIA DE -ESPAÑA
Las dos primeras substancias deben guardarse separadas:
en frascos herméticamente cerrados con tapón esmerilado.
Para componer el depilatorio se mezcla primero el monosulfuro
de sodio con el almidón) y luego se añade la cal viva
para formar un polvo homogéneo. A continuación se vierte
el agua poco á poco y removiendo hasta que se obtenga una
pasta semilíquida.
El depilatorio debe ser preparado en el momento que'
queramos servirnos de él y con una espátula se aplica sobré'
la piel esquilada, en una capa de 3 á 5 milímetros de espesor,
dejándola que obre por espacio de un cuarto de hora:
Después de este tiempo se laya la piel y queda una superficie
aséptica no irritada, dispuesta para la intervención quirúrgica.
Ne destruye el bulbo piloso JI el pelo vuelve á salir
con su color primitivo.
Para la cirugía de los animales pequeños en los que elt
uso dela navaja es imposible, el depilatorio es utilísimo.
y su empleo está indicado también para obtener la antisepsia
de la piel en regiones traumatizadas que no puedan
rasurarse, y, en una palabra, siempre que se desee depilar
una parte cualquiera del tegumento. - (Rev. gen. de Méd ..
Vd, 1 Y 15 septiembre de 1908). (Rec. de JI![ed. Vet.) 15 enero
1909.) - J. F.
ostomalacia-osteoporosis
HENTRICH. Osteoporosis generalizada (Dieckerhoff).
Osteomalacia (Fróhner) - Un caballo de 5 años preseu-
'ta aberraciones del apetito) al mismo tiempo que aparecen
gTuesos exostosis en las cañas posteriores) acompañados de
.una coj era en el remo derecho; estos exostosis crecen rápi-
.damente y son dolorosos á la presión. El estado general es
'bueno, pero cambia en los ocho días siguientes. Entonces se
presentan dos tumores óseos, en las cañas anteriores y las
articulaciones de la rodilla calientes y dolorosas. Persisten
Jos exostosis en su crecimiento. Los movimientos se hacen
'penosos; la cojera es intensa particularmente en el remo
'posterior izquierdo. El apetito disminuye más y más) el número
y la importancia de los exostosis aumenta y el animal
.no puede moverse de su plaza.
Dos meses después de la aparición de la dolencia) los
huesos y las articulaciones tienen el doble de su volumen
-norrnal y las articulaciones coronarias el triple. Hay tumores
óseos en el maxilar superior y en la escápula. El apetito
ha desaparecido en absoluto y el animal se tiene de pie con
-dificultad. '
TRATAMIENTO.- Alimentación consistente en habas cas-
,cadas con adición de fosfato de cal) de carbonato de cal) de
bicarbonato de potasa y raíces de genciana. Resultado negativo.
Lo mismo con el arseniato de potasa.
Inyecciones intratraqueales de lugol: 5 gramos por-día)
con aumento de 1gramo todos los días. La enfermedad cede)
se mejora el apetito Ji los exostosis disminuyen, A causa de
ingurgitamientos flegmonosos en los puntos de inyección) es
preciso suspender el- tratamiento: la enfermedad se agrava
y se comienza de nuevo' del tratamiento. El caballo recibe
,en conjunto 500 gramos de solución de lugo!. A los 150 gramos
aparece un ligero iodismo ; entonces se practican las
.inyeccionescada dos días:" '
El' enfermo está completamente curado á los tres 'meses y
medio. Su estado general es excelente .no cojea) ni per-
-sisten .los exostosis más que en las 'cañas y en los miembros
anteriores.
El caballo se emplea para el servicio de tiro. Un mes despues
sobreviene l~na recidiva que obliga de nuevo al tratamiento.
- L. V. (Zeitschrift fur Veteriruirkunde , marzode
1904) pág. 113; Reoue Générale ele Médecine Vétérinaire ;
1.0 de junio de 1905)..
Osteomalacia (Fróhner) - Un caballo de 5 años preseu-
'ta aberraciones del apetito) al mismo tiempo que aparecen
gTuesos exostosis en las cañas posteriores) acompañados de
.una coj era en el remo derecho; estos exostosis crecen rápi-
.damente y son dolorosos á la presión. El estado general es
'bueno, pero cambia en los ocho días siguientes. Entonces se
presentan dos tumores óseos, en las cañas anteriores y las
articulaciones de la rodilla calientes y dolorosas. Persisten
Jos exostosis en su crecimiento. Los movimientos se hacen
'penosos; la cojera es intensa particularmente en el remo
'posterior izquierdo. El apetito disminuye más y más) el número
y la importancia de los exostosis aumenta y el animal
.no puede moverse de su plaza.
Dos meses después de la aparición de la dolencia) los
huesos y las articulaciones tienen el doble de su volumen
-norrnal y las articulaciones coronarias el triple. Hay tumores
óseos en el maxilar superior y en la escápula. El apetito
ha desaparecido en absoluto y el animal se tiene de pie con
-dificultad. '
TRATAMIENTO.- Alimentación consistente en habas cas-
,cadas con adición de fosfato de cal) de carbonato de cal) de
bicarbonato de potasa y raíces de genciana. Resultado negativo.
Lo mismo con el arseniato de potasa.
Inyecciones intratraqueales de lugol: 5 gramos por-día)
con aumento de 1gramo todos los días. La enfermedad cede)
se mejora el apetito Ji los exostosis disminuyen, A causa de
ingurgitamientos flegmonosos en los puntos de inyección) es
preciso suspender el- tratamiento: la enfermedad se agrava
y se comienza de nuevo' del tratamiento. El caballo recibe
,en conjunto 500 gramos de solución de lugo!. A los 150 gramos
aparece un ligero iodismo ; entonces se practican las
.inyeccionescada dos días:" '
El' enfermo está completamente curado á los tres 'meses y
medio. Su estado general es excelente .no cojea) ni per-
-sisten .los exostosis más que en las 'cañas y en los miembros
anteriores.
El caballo se emplea para el servicio de tiro. Un mes despues
sobreviene l~na recidiva que obliga de nuevo al tratamiento.
- L. V. (Zeitschrift fur Veteriruirkunde , marzode
1904) pág. 113; Reoue Générale ele Médecine Vétérinaire ;
1.0 de junio de 1905)..
Diarrea de terneros y alquitrán
PERGOLA. El agua de alquitrán en la diarrea de los
terneros. - En los casos de diarrea de origen alimenticio
en los terneros pequeños, el' autor ha 'experimentado, con éxiteel
agua de alquitrán, da;dja;á la dosis de un litro por día,
con una cantidad doble de leche templa-da.
Se prepara esta agua de alquitrán emulsionando 150gr. de
.este producto vegetal en 6 litros de agua hirviendo.
Parece que esta preparación da excelentes resultados. (Ll
ModernoZooiatro). - J. B.
terneros. - En los casos de diarrea de origen alimenticio
en los terneros pequeños, el' autor ha 'experimentado, con éxiteel
agua de alquitrán, da;dja;á la dosis de un litro por día,
con una cantidad doble de leche templa-da.
Se prepara esta agua de alquitrán emulsionando 150gr. de
.este producto vegetal en 6 litros de agua hirviendo.
Parece que esta preparación da excelentes resultados. (Ll
ModernoZooiatro). - J. B.
ictericia catarral
HORNEK, veterinario en Francfort. Tratamiento de la
ictericia catarral del perro por inyecciones de solución
:fisiológica de sal. - En dos casos el autor ha notado una
rápida mejoría de los animales á la segunda ó tercera in-
yección cuotidiana (de 30 gramos cada vez) de solución fisio-
lógica de cloruro de sodio. - (Berl, tierars. \Voch.,. 1908,
n." 48). - P. F.
ictericia catarral del perro por inyecciones de solución
:fisiológica de sal. - En dos casos el autor ha notado una
rápida mejoría de los animales á la segunda ó tercera in-
yección cuotidiana (de 30 gramos cada vez) de solución fisio-
lógica de cloruro de sodio. - (Berl, tierars. \Voch.,. 1908,
n." 48). - P. F.
domingo, 10 de octubre de 2010
tétanos - tratamiento intrarraquídeo
PANCRAZIO, F. Contribución á la curación del tétanos.-
A propuesta del Dr. D'Ancona, en 8 casos de tétanos, ha en-
sayada el uSIÜde inyecciones intrarraquídeas de suero antí-
.tetáníco. Además, daba baños 'de vapor Y 2 gramas de cloral.
La dosis de' suero inyectada fué alta (40 cm.") y repetida dos
veces. Obh.1V,Q 6 curaciones. (Ac. médica de Padua, 29 mayo
de 1908). - P. F.
A propuesta del Dr. D'Ancona, en 8 casos de tétanos, ha en-
sayada el uSIÜde inyecciones intrarraquídeas de suero antí-
.tetáníco. Además, daba baños 'de vapor Y 2 gramas de cloral.
La dosis de' suero inyectada fué alta (40 cm.") y repetida dos
veces. Obh.1V,Q 6 curaciones. (Ac. médica de Padua, 29 mayo
de 1908). - P. F.
Enanismo experimental
LEGENDRE. Nanismo experimental. - Los animales que
viven en estanques pequeños, por lo general, se desarrollan
menos que los que S'B crían en estanques mayores. Y parece
ser también que, criados en recipientes, crecen más en los
más grandes. Legendre opina que uno de los principales
factores de la disminución de la talla lo: constituyen los ex-
creta. Coloca Iímneas y planorbíos en vasos de igual capa-
cidad, renueva el agua de Ull'0¡S cada dos días y la de otros
no, y advierte qiUe crecen mucho más los prameros qué los
segundos. Noes, pues, el volumen, sino el acumulo de pro-
ductos excretados, lo que díñculta 'el desarrollo. Ya Ch'a-
rrin y Le Play, conseguían dísmínuirlo á conejos jóvenes,
ínyectándoles idebajo de la piel contenido intestinal de re-
cíén nacidas. [Arch, de Zool. expér. et génér., val. VIII, 1908;
A. Drz, Rev. scientif. n.« 26, 1908). - P. F.
viven en estanques pequeños, por lo general, se desarrollan
menos que los que S'B crían en estanques mayores. Y parece
ser también que, criados en recipientes, crecen más en los
más grandes. Legendre opina que uno de los principales
factores de la disminución de la talla lo: constituyen los ex-
creta. Coloca Iímneas y planorbíos en vasos de igual capa-
cidad, renueva el agua de Ull'0¡S cada dos días y la de otros
no, y advierte qiUe crecen mucho más los prameros qué los
segundos. Noes, pues, el volumen, sino el acumulo de pro-
ductos excretados, lo que díñculta 'el desarrollo. Ya Ch'a-
rrin y Le Play, conseguían dísmínuirlo á conejos jóvenes,
ínyectándoles idebajo de la piel contenido intestinal de re-
cíén nacidas. [Arch, de Zool. expér. et génér., val. VIII, 1908;
A. Drz, Rev. scientif. n.« 26, 1908). - P. F.
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